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30 agosto 2024

Casarse en la Iglesia de San Lorenzo de Pamplona

 Recientemente hemos estado en la ciudad de Pamplona, en la comunidad de Navarra, situada en el norte de España. Si bien muchas personas la conocen por sus fiestas taurinas, es un destino para visitar y pasear tranquilamente. Los amplios parques verdes que te puedes encontrar en cualquier punto de la ciudad son inmensos. Los pamploneses soy muy caminantes cosa que su entorno les favorece muchísimo. Hay ciudades donde has de transitar en medio de ruidos, vehículos y malos olores, pero en Pamplona no te acabas los jardines y ni los parques. Y si te pilla un chaparrón en medio de uno de ellos y no ibas advertido, llegas al hotel empapado.

Una vez visitado los puntos más turísticos, dejarse llevar por las calles, las tascas y los buenos comercios es una gozada. Nos sucedió que habiendo estado en la Iglesia de San Lorenzo, templo que cobija una bella Capilla dedicada al queridísimo San Fermín, pues es allí donde está y no en otro sitio, volvimos a entrar para hacer la visita al Santísimo y tuvimos la sorpresa de que se estaba celebrando una misa y el sacramento del matrimonio de unos novios del lugar. Nos situamos al final de la capilla. Oímos las frases y palabras dedicadas al compromiso y al consentimiento del enlace matrimonial. Mi marido y yo nos cogimos de la mano.

Concluidas la celebración nupcial y la santa misa, el sacerdote dirigió a los recién casados unas palabras y entregó a cada uno el pañuelo rojo típico de San Fermín, que era rojo y blanco. Les explicó algo así que resumo: A todas las parejas de novios que se casan en este templo de San Lorenzo dedicado a San Fermín les regalamos estos pañuelos para recordarles que es rojo porque este santo fue degollado por amor a Jesucristo y blanco porque por su santidad ya está en el cielo, así puede ser vuestra santidad en el matrimonio.

Como mi marido y yo ya hemos superado los cuarenta y seis años de matrimonio, uno con el otro, entendimos aquellas palabras, quizá aquellos jóvenes todavía no, pero si perseveran algún día lo entenderán por completo.

Al salir del templo, les esperaban los familiares y amigos formando arcos con lazos y flores rojos, verdes y blancos y el aurresku, bailado por un dantzari acompañado de un músico que toca el txistu y el tamboril con la otra mano.

Con mucha alegría, nos fuimos a la Plaza del Castillo a almorzar. 


¡Viva los novios!

09 julio 2024

La gracia sacramental del matrimonio católico

 Ante los fracasos y derrumbes de muchos matrimonios católicos en todo el mundo, aún establecidos para toda la vida, en las últimas décadas los Pontífices han editado cartas apostólicas, exhortaciones, así como el propio Catecismo, concretando y aclarando qué es y qué significa el matrimonio católico, es decir, qué supone CASARSE POR LA IGLESIA.

El matrimonio establecido entre un hombre y una mujer en una ceremonia en una iglesia, no significa de por sí que los cónyuges se casen por la iglesia, aunque en su apariencia sí pues salen del templo una vez firmados los documentos debidos para dicho efecto. Pero la apariencia no sirve por sí misma ante Dios. De ahí que haya tantos matrimonios nulos que el Tribunal Eclesiástico de la correspondiente diócesis, a petición particular, resuelva en ese sentido.



Todos los sacramentos de la Iglesia infunden la gracia sacramental propia de cada sacramento, siempre y cuando la persona que lo recibe esté en gracia de Dios. Aquí hay que detenerse. Es decir, la pureza del alma es lo más importante al momento de casarse ante Dios, pues la gracia que se recibe no es la absolución como en una confesión, sino la gracia del sacramento del Matrimonio para poder llevar adelante el Plan de Dios. Si se está en pecado mortal, la gracia del sacramento del matrimonio no se recibe.  Efectivamente estás casado y tienes los documentos como tal, pero la gracia queda en pausa. Porque Dios no actúa a traición, jamás. El Señor espera, es paciente.

Si en algún momento se produce la conversión del corazón y del alma, al momento de la absolución del sacramento de la confesión, el penitente recibe un baño de gracia multiplicado por dos, el de la confesión y, aun habiendo pasado muchos años, la gracia sacramental del matrimonio.

Por supuesto, la mala intención al momento de casarse, como por ejemplo que se trate de un matrimonio a prueba o el ya veremos qué pasa, o mentir en temas de salud, o que se trate de un medio para salir de casa de los padres y muchas mentiras más ante Dios, hace que ese matrimonio vaya condenado al fracaso.

Así que entras en la Iglesia por el Bautismo y con ello te conviertes en Hijo de Dios, y con el Gran Sacramento, que decía san Pablo, entras con tu cónyuge en el Plan de Dios creando una familia, cuyo modelo es la Sagrada Familia de Nazaret.

17 septiembre 2019

Un apunte a los novios: Enamorarse de los defectos



Se inicia una nueva etapa de los Cursos Prematrimoniales en las parroquias católicas. Como suelen ser en estos casos, los novios tenéis que tener la fecha de la boda confirmada, es decir, definida la fecha en la que se consolidará el compromiso que verbalmente os habéis dado el uno al otro.

Es muy importante apuntarse al curso y pensar en saborearlo, y no de cumplir un mero trámite. No se trata de ir por la iglesia a escuchar a unas personas que hablarán de lo que creéis que ya sabéis. Se trata de que os planteéis si realmente vale la pena casarse, hacerlo ante Dios y la Iglesia y ante vosotros mismos, que sois los ministros.

En estos cursos se tratan muchos aspectos del Matrimonio. Del jurídico y canónico; de una organización familiar, incluso de la distribución de tareas; de los problemas y de las desavenencias; las enfermedades, los tiempos difíciles. De la sexualidad y de la sensualidad. Y de por qué es bueno casarse por la Iglesia y ante Dios. Etc.


Hay parroquias que los ofrecen en un día; o una sesión a la semana durante un mes; o cinco sesiones en cinco días a la semana. Es decir, la oferta varía muchísimo. La cuestión es hacer el curso con voluntad de aprender y resolver muchísimas dudas.

Es posible, incluso, que os planteéis no casaros con la persona con la que estáis haciendo el curso, pues las personas no cambiamos porque nos casemos. Por ello, hay que enamorarse hasta de los defectos. Pero ¡alerta! la violencia física o verbal no es un defecto, es una inclinación al mal, muy grave.

Más de una pareja, ante de casarse ha roto el compromiso verbal y se han sentido liberados. Por esto, los cursos prematrimoniales se han de tomar en serio pues un Matrimonio no es una película de amor, es la vida misma en la que vosotros sois los protagonistas, y no ha de serlo nadie más.

09 marzo 2018

Mi matrimonio, de fiesta en fiesta



Creo, como otras personas dicen, que el pasado está sobrevalorado. A veces nos torturan recuerdos, cosas y sueños que fueron pero que hoy no son. En cambio, ahí estamos dándole materia a nuestro interior para machacarlo un poco más y no estar pendiente de lo que tenemos delante que es lo único real y tangible en ese momento. Así que vamos a abrir nuestros ojos y los del corazón también y comprobaremos qué es lo que hay.

En mi caso, lo que veo es que he recorrido un camino muy largo con mi marido, lleno, llenísimo, de bienes y vacíos, de contradicciones y de soluciones, de mucha pasión y de amor más profundo, de hijos, de nueras y nietos y nietas, y sobre todo de ganas de vivir a tu lado, a pesar de tanto dolor vivido, a veces.

Mi caso, puede ser como el tuyo. En ningún matrimonio se vive la paz solazmente. ¡Cuántos! después de un hartazgo mal vivido, van corriendo al divorcio exprés y si cabe, a la nulidad eclesiástica, como si con ello se fueran a borrar muchos años de matrimonio, que empezó muy bien pero que alguno de los dos (o los dos) no supo sobrellevar los cambios que en el matrimonio se producen, como los económicos, los de aspecto y de salud, los patrimoniales y los laborales, los sueños y las ilusiones, todo, en fin, cambia con el tiempo, a veces de forma inesperada y uno no sabe dónde está.

No digo nada extraordinario, ni nada raro, a todos nos suenan los cambios en el matrimonio, la cuestión es saberse adaptar, congeniar, convivir, luchar… con todo ello. Y no es fácil para nadie, aunque con Dios de tu parte, se lleva mucho mejor.

Así que mi marido y yo hemos decidido celebrar nuestros 40 años de matrimonio en común. Y si en algunos países las bodas duran varios días nosotros también hemos decido estar de fiesta en fiesta el mes al entorno de la fecha clave de nuestro enlace, que este año cae en tiempo de Pascua, ¡Gracias a Dios! ¡Durante el mes de abril todo irá enfocado a celebrar el Matrimonio!

Es cuestión de ir pensando, y salen, al cabo de la calle, muchas cosas.

Anímate, habla con él. Quizá tendrás que darle ideas inicialmente… pero lo mejor es acabar concretando las cosas de mutuo acuerdo, que es lo que vale la pena. Por mi parte os iré explicando nuestro multiplan.

20 septiembre 2016

La boda en Salamanca

Se produjo una gran movilización de familiares y amigos del novio hacia Salamanca (España) para participar en la boda de Diego y María. La capacidad de convocatoria de la familia era de esperar. Pero una boda en pleno agosto podía resultar imprevisible. Ni Diego ni María habían nacido en esa histórica ciudad, pero la familia materna de ella, sí. Así que allí nos fuimos todos de boda, desde Barcelona a Salamanca. Para mí, ir a la ciudad del Tormes fue una ocasión más para conocer más de cerca mis orígenes paternos.

El sol del ferragosto continental fue impresionante, lo que supuso que el calzado de tacones para la boda resultara irresistible y el abanico imprescindible. Las incidencias que sufrieron los familiares y los mismos novios los días previos a la celebración del matrimonio fueron muchas, tantas que el sacerdote celebrante hizo un resumen al inicio de la homilía que le sirvió para enlazar con la cotidianidad de la vida del matrimonio que acababa de empezar. La catedral Vieja fue el templo que arropó el enlace, un lugar escogido por muchos del lugar para celebrar el día más feliz de sus vidas. En los accesos en los días del fin de semana de la Virgen Santísima vimos coches de caballos, coches de época, limusinas… todo tipo de transporte con felices parejas que acaban de iniciar su camino matrimonial.

Las incidencias de nuestros amigos no fueron poca cosa… averías de vehículos, gastroenteritis agudas, idas y venidas del hospital de la Trinidad, por poner unos ejemplos, así como el extravío del texto de la homilía que iba platicar el sacerdote. Todo ello fueron ejemplos de cosas que pasan en la vida cotidiana, que no nos han de asustar pues las incidencias es la vida misma llena de sorpresas de ese futuro mediato o inmediato que ni se intuye.

En nuestro turismo particular descubrimos el astronauta de la fachada de la catedral Nueva, el cráneo con la tortuga de la fachada en rehabilitación de la Universidad de Salamanca y muchas curiosidades más, como las raciones de hornazo y las de jamón de Guijuelo. Alerta!! El hornazo es una empanada potentísima, propia para el tiempo de frío pues contiene lomo, jamón y chorizo, así que a 37 grados centígrados para mí fue imposible probar, pero muchas personas no se lo pensaron dos veces: el hornazo desaparecía de las bandejas de las tiendas al uso.


Gracias a Dios, a nosotros en esta ocasión, las incidencias nos pasaron de largo, pero por poco tiempo!

06 diciembre 2015

Un compromiso único y para siempre

Y fuimos de nuevo de boda, mi marido y yo. Aprovechamos para reafirmar nuestros votos mutuos. No hizo falta pronunciar palabra. A nuestra edad matrimonial a veces ya no son necesarias. Nos cogimos de la mano. Y a cada afirmación de los novios, nos apretábamos las manos con dulzura o nos mirábamos a los ojos sonriendo. 

No hubo ninguna simulación, la iglesia era un templo consagrado, la misa era la Eucaristía que instituyó Jesucristo, y el cura era un sacerdote ordenado por el obispo de la diócesis, y además hermano de la novia. Fue real, a diferencia de otras bodas en las que la iglesia ya está desacralizada, el que hace de cura es un actor disfrazado y no ha habido compromiso ni ante la ley humana ni la divina.

Era la boda y la fiesta del compromiso de Carlos y Victoria, los hijos de unos amigos muy entrañables. Carlos y Victoria hicieron realidad su vocación matrimonial, que como tal no es una vocación de segunda clase. Los padres ganaron un hijo y una hija, pero esos padres habían entregado sus hijos a Jesucristo.

Carlos y Victoria, en el noviazgo, construyeron un futuro. Se lo tomaron en serio pues el amor para siempre no se improvisa. El amor matrimonial debe estar fundamentado en Dios y no en las capacidades personales. Vivir el matrimonio sin Dios es difícil, se piensa en que el matrimonio es un estorbo y no se cree en la indisolubilidad. Si se fundamenta en Dios y en la filiación divina, se comprende que se ha de perdonar. Si se fundamenta en la exigencia, no hay posibilidad de abrazar al otro tal como es. Así de bonito habló el sacerdote que los casó.

Luego, nos desplazamos a 40 km de distancia a lo largo de la comarca del Maresme, pero no importaba, así lo habían decidido los novios. El aperitivo fue bajo una carpa en el jardín, toda una maravilla de exquisiteces del chef. Y siguió un banquete nupcial distinguido. Y al caer la noche, el baile. Todo con gran sobriedad y elegancia.


Muchas felicidades para toda la vida, y mucha paz para los malos ratos. Que Dios os acompañe siempre.

Las pinturas son de la artista, señora Merce Flores

12 octubre 2015

El pueblo de las novias

Nuestra manera de entender el matrimonio no es la del amor a primera vista, nos vamos a Las Vegas y nos casamos. Digamos que eso es la frivolidad más grande que se pueda hacer y pensar del matrimonio. El matrimonio es una cosa seria, y no solamente la celebración religiosa. El matrimonio es un compromiso de entrega mutua, y hecho público ante la ley civil, o ante la ley de Dios y la humana. Todo esto hay que saberlo antes de dar ese paso para que no resulte banal ni pasajero, ni duro ni peligroso ni sea motivo de celebrar el divorcio, como ya viene siendo habitual, invitando a amigos y parientes para decirles que ya te has deshecho de aquel engorro de conjugue.

Es triste que sea así, y que para ser feliz te compres un perro que luego lo llevas de paseo en los transportes públicos, ruidosos de por sí, y al animal le entre un ataque de estrés que ¡ni te cuento!. En definitiva, el esposo y la esposa son seres humanos con derecho a ser felices en el matrimonio por lo que uno y otra tendrán que renunciar a si mismos para hacer feliz al otro.

Mientras en el noviazgo (o quizá más tarde) se aprende todo esto para que luego no te des con un canto en los dientes, la población de Fuente Palmera (Córdoba – España) te ofrece todo lo necesario para que vayas bellísima el día de tu boda- Es una población que ya se hace llamar el Pueblo de las Novias pues casi toda la población se dedica a los eventos matrimoniales. Muchos negocios se han reconvertido en otros relacionados con lo que se precisa el día de la boda. Crean, diseñan, cosen, venden vestidos de ensueño para que aquel día, aún sabiendo a qué te enfrentas, estés tan guapa como tú quieres.

Y además, tienen pasarela propia y en la última, celebrada a primeros de octubre de 2015, ya han tenido 15.000 visitas. Al parecer, primero tenían clientes de la comarca, de la provincia, después de toda Andalucía y el resto de España, y ahora ya son internacionales.


Aunque digan que el compromiso va de baja, que se lo digan a los que venden vestidos, tocados y zapatos de novia, creo que dirían otra cosa.

02 agosto 2015

Casarse en St. Petesburgo

El presidente de Rusia, Sr. Putin, considera que la familia está formada de padre, madre e hijos. Esta definición de familia la proyecta a la nación rusa de tal manera que el presidente está promoviendo el aumento de la natalidad por todo el país. Y no es baladí, pues el descenso de nacimientos en la década de los años noventa del siglo pasado, también en Rusia está produciendo en el presente el envejecimiento de la población. Por ese motivo, el Sr. Putin está animando a todos sus ciudadanos que participen de este proyecto, concediendo ayudas a los padres, entre otras cosas.

En ese sentido, hemos observado en nuestros días de vacaciones en St. Petesburgo, ciudad situada al norte de Rusia, que los enlaces matrimoniales han aumentado, no resultando extraño que en los jardines de los grandes palacios de los zares, dentro y fuera de la ciudad o en lugares emblemáticos, se vea a muchas parejas de recién casados paseando y posando para el fotógrafo, tanto durante el fin de semana como entre semana. Y no se trata de una casualidad, sino que es la consecuencia visible de un renacer de la familia, entendida como núcleo natural de la humanidad, y además con gran contenido patriótico. En efecto, en St. Petesburgo no dicen que viven seis millones de habitantes aproximadamente, pues esa cifra no la han alcanzado todavía, sino que están cerca de alcanzarla:
“Ojala St. Petesburgo pueda celebrar el año que viene que ya seamos seis millones de ciudadanos rusos”. Así que en esta breve estancia en esa monumental ciudad, nos hemos congratulado al saber que el matrimonio está en alza y la vida también.


Y ¿qué les ocurre a los novios en esos jardines? Resulta que además de los fotógrafos, acompañan a los novios los invitados (o parte de ellos) y se les ve feliz junto a un séquito de personas vestidas de fiesta que, sorprendentemente en un momento dado, gritan ¡gorca! ¡gorca! ¡gorca! y bajo los gritos, los novios se besan intensamente. Nos explicaron que el grito de ¡gorca! significa amargo y les hace presente que si ese primer beso ahora es dulce, también habrá besos amargos, pues en el nuevo camino, que juntos acaban de iniciar, vivirán momentos dulces y amargos, tal cual es la vida matrimonial en todas partes del mundo. 

19 abril 2015

Una promesa en Madrid

Hasta no hace mucho, cuando llegaba la primavera, quién más o quién menos teníamos una invitación para ir a una boda de un pariente, familiar o amistad. Pero en cosa de treinta años el porcentaje de matrimonios en España ha ido bajando. Se da el caso que en Cataluña (España) se celebran muy pocas bodas católicas. Es una lástima, pues la parejas se siguen creando pero viven sin la gracia del Gran sacramento del Matrimonio, como decía san Pablo.

Se puede decir que se celebran más bodas civiles que católicas. En estos enlaces civiles hay tener en cuenta que los novios sellan su compromiso ante una autoridad pública, se les lee las obligaciones y derechos según el código civil español, por lo que efectivamente existe el intercambio de un compromiso dado, basado en una norma jurídica y humana. La labor que los católicos podemos hacer, no es la de martillo de herejes, sino la de hablarles de Dios para que un día ansíen que ese compromiso dado puedan vivirlo con el apoyo y la gracia de Dios.

En contra partida, aunque la laicidad no está ausente, también puede suceder que en un paseo por Madrid, entre museos y exposiciones muy interesantes, al visitar dos iglesias católicas se estén celebrando dos bodas, con pocas horas de diferencia. Eso nos ocurrió a mi marido y a mí, y nos hizo muy felices pues estábamos a cuatro días de celebrar nuestro treinta y siete aniversario de bodas, recorriendo los lugares donde nos dimos la promesa de nuestro futuro compromiso.

Viendo vestidos espectaculares, tocados y sombreros, rezamos por los novios pues la oración es el mejor sustento del Matrimonio.  

14 febrero 2015

Celebremos la fiesta de san Valentín

El patrón de los enamorados está atribuido a san Valentín, un sacerdote que casaba en secreto cuando el emperador Claudio II, gobernaba el Imperio Romano. Claudio II prohibió el enlace matrimonial a los varones jóvenes pues el emperador creía que los jóvenes casados dejaban de ser buenos soldados. Pero san Valentín se rebeló contra el decreto. Así que finalmente murió martirizado el 14 de febrero del año 270.

Al margen del carnaval, fiesta pagana por antonomasia, hoy día de san Valentín podemos celebrar con la persona que amamos un día muy especial y encomendarnos una vez más al santo patrón para que proteja nuestro matrimonio. Y si se trata de novios, para que proteja el noviazgo, y les ayude a saber esperar al día de la entrega y el compromiso total para toda la vida, el día de su boda.

Ciertamente eso de esperar… es difícil pues se pone a prueba un esfuerzo importante de templanza. Y es difícil porque las pasiones humanas nos tiran la ropa para abajo, se nos ciega la mente y se pierde la baza. Y esperar controlando las pasiones, es ya una escuela de otras esperas que se producirán más tarde en el matrimonio. En una larga vida matrimonial pueden producirse muchas esperas debido a enfermedades, a embarazos sin apetencia, a pos partos difíciles, a viajes largos de alguno de los dos cónyuges, a problemas familiares que generan desánimos y también inapetencias, etc. Si antes del matrimonio se han puesto en práctica las esperas, cuando debas esperar en el matrimonio sabrás lo qué es y aunque sea duro te sobrepondrás. Y en la madurez matrimonial, a veces la espera es ya un estado permanente para uno de los cónyuges, entonces el ejercicio de la templanza es de señorío.


*En la foto, las reliquias de san Valentín en la iglesia de los Padres Carmelitas, en Dublín (Irlanda)

18 agosto 2014

Casarse es una adivinanza

"Por ti me casaré
es evidente
y contigo, claro está, me casaré

Por ti me casaré
por tu carácter
que me gusta hasta morir no sé por qué
y eso me da más miedo que vergüenza
porque casarse es una adivinanza
Por ti me casaré
por tu sonrisa
porque estás casi tan loca como yo
y tenemos en común más de un millón de cosas
Por ti me casaré
por ejemplo que los odiamos las promesas
pero yo seré tu esposo, tú serás mi esposa
y yo prometeré
que te querré
y tú también prometerás
que me querrás
con tanto miedo
que cruzarás los dedos
Por ti me casaré
una cuestión de piel
firmaremos nuestro amor en un papel
y pobre del que se ría
es un estúpido (lo sabe)
no comprende que el amor es simpatía
porque nuestro matrimonio es mucho más que un pacto
Por ti me casaré
y al final seguro que todo será perfecto
Por ti me casaré
Aunque somos diferentes somos casi exactos
y yo prometeré
que te querré
y tú también prometerás
que me querrás
hasta la muerte
todo es cuestión de suerte
suerte
por ti me casaré
cuando te encuentre
cuando sepa dónde estás, quién eres tú."

Eros Ramazzotti

Canción Por ti me casaré de Eros Ramazzotti


07 agosto 2014

Amor por siempre jamás

El momento del enlace matrimonial dura escasos minutos aparentemente, no obstante ese Sí, Quiero marca el inicio de una nueva vida juntos, hasta que la muerte los separe. Por eso es muy importante que los novios, mucho antes de preparar con esmero la celebración y la fiesta o banquete, han de prepararse ellos mismos para ese Sí, Quiero por siempre jamás.

La vida matrimonial está llena de flores y espinas, de malas caras y legañas, de enfermedades y fracasos, y de enormes alegrías con los hijos o del propio matrimonio, el cual ha de vivir con un amor más intenso que el del noviazgo. No es ninguna tontería o una pérdida de tiempo acudir a cursos prematrimoniales, hay que profundizar en el asunto del amor para toda la vida, que no será fácil pero será posible. Los novios antes de casarse han de hablar de todo, y todo es ¡todo! Con ello se conocerán y podrán retirarse a tiempo si es que ella o él no es la persona esperada; o bien la decisión de casarse será inquebrantable.

Así que cuando se llegue al altar reinará totalmente la paz en los corazones de los novios y recibiendo la gracia de Dios del Gran Sacramento, se iniciará un nuevo andar matrimonial. Todas aquellas flores, el magnífico vestido de la novia, la celebración del enlace y la fiesta posterior, lucirán plenamente para los nuevos esposos, para todos los asistentes y para Dios. El rastro de aquella belleza permanecerá unos días más en la iglesia donde se celebró el enlace pues las flores del altar se suelen dejar allí hasta que se marchitan, y los que entramos en ese templo tendremos la ocasión de encomendarlos aunque no sepamos quienes son.


Foto: Acuarela de Eduardo Vicente de la fachada de la Iglesia de Santa María de Montalegre (Barcelona). Allí Se celebró una boda el día 19 de julio de 2014,  por la tarde, ¡Muchas felicidades a Lluís y Rosina!

07 julio 2014

Una boda conmovedora

La promesa de amor hasta que la muerte nos separe puede llegar a ser muy dolorosa, pero ahí está la otra cara real del amor, el dolor. En las familias hay muchas historias de bodas en el lecho de muerte, o antes de embarcar para una guerra, para una expedición o un rescate, ante una catástrofe … Y hoy se siguen repitiendo y nos siguen emocionando.



La historia que sigue es de Rowden Go y Leizel May que a principios de 2014 decidieron casarse el día en el que él cumplía 30 años, que iba a ser el 8 de julio. Sin embargo, en el pasado mes de mayo a Rowden le diagnosticaron un cáncer de hígado terminal y decidieron adelantar la boda al 10 de junio, como así fue. 

La boda de Leizel y Rowden se celebró en el hospital pues el grave estado en el que se encontraba Rowden no le permitió llevar a su novia Leizel al altar de una Iglesia. Ni siquiera podía incorporarse de la cama. Lo sorprendente de la historia es la paz con la que Leizel se maquilla, se coloca el velo, lleva el ramo de flores, disfrutando segundo a segundo del momento más bello de su vida, casarse con Rowden, acompañado del dolor y la emoción de la familia. Rowden murió días más tarde. Sin embargo su boda la han visto más de 11 millones de personas de todo el mundo, y a todas les ha conmovido.

La boda de Leizel y Rowden

27 mayo 2013

Decálogo para ser unos buenos suegros


Cuando un hijo se va a casar te sobreviene la familia política y como tal no la has escogido, por ello con estos nuevos e importantes familiares, hay que esforzarse en amabilidad y en amor por el bien de nuestros hijos.

Respecto de los hijos, es algo más difícil, porque no dejan de ser hijos aunque se casen, por eso hay que pisar el freno e ir a la velocidad de Zona 30 como si estuviéramos en el casco antiguo de una ciudad.

Duele en el corazón muchas de las cosas que se van a proponer a continuación. Después de llevar a la reflexión una charla que le oí a un sacerdote de sabio criterio en estos temas, las escribí.

Mi pregunta básica era ¿Pero, qué podemos hacer los padres en el tiempo del noviazgo y una vez casados nuestros hijos? 

1.   Tener en cuenta que todo, todo, lo que hagáis o dejéis de hacer tendrá consecuencias. Y a veces serán muy malas y difíciles de curar aunque no hayamos tenido mala intención pues crearán tensiones en la pareja, y en el matrimonio, si ya están casados.
2.    Tener en cuenta que el hijo o la hija, una vez casados, rompen realmente el lazo que existía con los padres para establecer uno nuevo que no precisa del anterior.
3.      Dar a entender que estáis disponibles, con la nevera llena, y con espacios en la agenda para ellos, así se sentirán cómodos y les apetecerá estar con los padres y suegros.
4.      No insistir en ¿cuándo vendréis a almorzar?
5.      No insistir en ¿cuándo vendréis a vernos?
6.      No insistir en llamar por teléfono, por favor!!!
7.    Y cuando estáis con ellos...No quejarse porque no llaman por teléfono como tú quieres
8.     No quejarse porque no vayan a almorzar o cenar a casa de sus padres como tú quieres
9.     No quejarse porque no vayan a veros como tú quieres.
10.  Y tener mucha paciencia y humildad, y antes de que se acaben las reservas: rezar mucho y pedírselo a la Virgen Santísima, en la advocación que tú quieras.

09 mayo 2013

¿Qué hay que hacer antes de casarse?


Cuando estos novios, enamorados, deciden emprender una vida juntos, y son católicos, o lo es uno de los dos, se les abre un abanico de dudas que hasta la fecha no se habían planteado. Hoy vamos a ofrecer unas cuantas respuestas generales.

  1. Al ser católicos, ya frecuentan una iglesia o parroquia del lugar donde viven: el primer paso es pedir consejo e información al sacerdote del que reciben dirección espiritual o aquel al que se le tenga confianza, que es lo mismo. Éste explicará los trámites que hay que hacer. 
  1. Uno de los más importantes es recibir formación: hacer un curso o cursillo de preparación al matrimonio. Se aprenden muchas cosas y abre los ojos para la futura convivencia. En más de una ocasión, una pareja se ha roto a lo largo de ese cursillo, al acabarlo o antes de celebrar ese pretendido matrimonio, lo cual es mejor que un matrimonio mal entendido. 
  1. Hay que elaborar un Expediente Matrimonial: normalmente se pide el certificado de nacimiento y el certificado de bautismo, el cual se ha de pedir en la parroquia donde cada uno de los novios fue bautizado. Tiene una vigencia máxima de seis meses. Concluido el cursillo y completado el Expediente Matrimonial que cada uno de los dos tiene que hacer con el rector de su parroquia y firmado por éste, se han de llevar a la iglesia donde se contraerá el matrimonio. 
  1. Si hay cambios de diócesis, el rector de la parroquia de cada uno de los novios, indicará si hay que hacer algún trámite especial. 
  1. No hay que aventurarse en escoger un lugar muy bonito sin saber qué sacerdote bendecirá el enlace, y sin saber si en el lugar, aunque sea una iglesia, se podrá celebrar el matrimonio. Hay lugares donde el párroco o el obispo no otorgan el permiso para su celebración. 
  1. Ya tenemos la documentación, el lugar, la fecha, la preparación, y continúa el amor encendido: unas semanas o días antes de la celebración hay que reunirse con el sacerdote que lo celebrará para concretar todos los aspectos, el espiritual, el litúrgico y el estético.

25 noviembre 2012

Las bodas falsas


A pesar de que no esté muy de moda casarse, las parejas se siguen casando, gracias a Dios. Yo siempre pienso que si un hombre y una mujer deciden casarse, aunque solo sea por la vía civil, hay que dar tiempo al tiempo pues cada alma va a su paso, pero siempre con el apoyo de nuestra oración más de una pasará por el altar. Sin embargo, lo que es deleznable es que la ceremonia de la boda “parezca” religiosa y luego se trate de teatro.

Esto es así porque ya forma parte de las propuestas de algunas empresas que organizan bodas (ya sean restaurantes, catering o de otro tipo) que ofrezcan a los novios no solamente una variedad de menús gustosísimos, ornamentos florales magníficos, músicos, bailes y bailarines…, sino también actores que se disfrazarán de sacerdotes “para que todo parezca más real”.

En estas cosas se encuentran nuestras parejas en este país paganizado que no solo rechaza a Dios, sino que lo recrea en un escenario burlándose ¿de quién? ¿Quizá de Dios mismo? ¿de los invitados para que se crean lo que no es cierto?…  Creo que es de una hipocresía gravísima ofrecer ese servicio por parte de las empresas organizadoras del acontecimiento pues todo ello resultará una gran mentira porque a los novios no los casará nadie con poder para ello, ni civil ni eclesiástico, y por lo tanto será una farsa, ni se casan ni se embarcan, será una boda sin compromiso dado, ni siquiera entre ellos mismos porque conocen de antemano que su celebración es una pantomima. Por otra parte, si una pareja realmente lo que quiere es una celebración pública con todo el montaje, que haga lo que quiera, pero para ello no son necesarios los actores disfrazados de sacerdotes, que los actores se disfracen de lo que sea y que no se burlen de los sacerdotes, que son hombres consagrados y ordenados para ser Cristo en la tierra, y esto sí que es real y verdadero.

11 septiembre 2012

Una oración en el ritual matrimonial

La celebración del Matrimonio católico para que sea válido debe tener tres elementos esenciales: el primero el consentimiento de los novios, la bendición e intercambio de anillos y la bendición nupcial. Además, en la celebración se recitan y rezan unas oraciones muy bonitas. Todo ello está en los libros litúrgicos de la Iglesia católica. El sacerdote que bendecirá el Matrimonio es el que suele sugerir a la futura pareja la conveniencia del contenido de la celebración pero con la aceptación  de los novios que son en definitiva quienes serán los ministros del sacramento.

Seguidamente, me refiero al rito de los desposorios cristianos según el rito occidental romano; los nombres propios de Joan e Isabel están en el lugar donde se han de decir los nombres del hombre y de la mujer que se casan:

Señor Dios nuestro,
que para revelar tus designios
quisiste que el amor del hombre y la mujer
fuera signo de la alianza
que estableciste con tu pueblo,
y que la unión de los esposos
en el sacramento del matrimonio
manifestara las bodas de Cristo con la Iglesia.

Extiende tu mano protectora
y sobre estos hijos tuyos Joan e Isabel
que a lo largo de la vida común,
santificada por este sacramento,
se comuniquen los dones de tu amor
y que, siendo el uno para el otro signo de tu presencia,
sean en verdad un solo corazón y un solo espíritu.

Concédeles, Señor,
mantener con su trabajo la vida de su hogar,
y educar a sus hijos según el Evangelio,
para que formen parte de tu familia santa.
Colma de bendiciones a tu hija Isabel
para que pueda cumplir sus deberes de esposa y madre,
y sea el alma y la alegría del hogar.
Bendice también a tu hijo Joan,
para que cumpla su misión
de esposo fiel y padre solícito.
Concede, Padre Santo,
a quienes se han unido ante ti
y desean acercarse a tu mesa,
participar un día en la alegría del banquete eterno.
Por Jesucristo Nuestro Señor.

Ahora, ánimo! Que con tanta belleza y buenos augurios en manos de Dios, tenemos mucho camino hecho en el matrimonio de nuestra vida.

06 septiembre 2012

Se casan

Una madre sabe que sus hijos, cuando se hacen mayores, quieren volar, independizarse, pero no tienen más remedio que seguir viviendo en la casa de los padres hasta que se da ese mejor momento para irse. De repente, llega ese día que lo has visto venir, con más o menos escepticismo, pero lejanamente, y te dice: ¡Mamá! me he prometido, ¡nos casamos el año que viene! Entonces, te pones contenta, te hace feliz saber que tu hijo es feliz también, que tiene un proyecto de futuro de felicidad eterna pues lo ha unido al de Dios para que Él lo bendiga.


Pero al cabo de unas horas, cuando se reempieza la rutina que debido a las emociones se había interrumpido, te entra esa sensación profundamente íntima de madre de que aquel hilo umbilical imaginario que se mantenía en el aire del hogar paterno, en breve, se iba a disipar. Dejas en su dormitorio su ropa planchada, alguna cosa más que le corresponde poner en sitio y miras sus cosas, ordenadas, sus recuerdos a la vista, y piensas que en breve será esposo de su esposa, bella entre todas, buena, la mejor para él, sin duda, pues los dos se quieren y desean establecer un compromiso mutuo y para siempre, pero, tú la madre, sentirás el último desgarro pues él dejará la casa de su padre y de su madre y se unirá a ella en una solacarne. Imaginas tu casa con tus hijos, pero borras la imaginación para no rebobinar y atropellarte. Éste era último que quedaba en casa, y pronto se irá fuera del hogar familiar. Has hecho lo que has sabido y lo que has podido, y Dios sabrá si los has hecho bien. A pesar de que todo era bueno, se te llenan los ojos de lágrimas, que las retuviste para no demostrar flojera ni compasión, finalmente en tu soledad lloras porque ves que pronto aquella habitación quedará vacía. Pero no pasa nada, es la ley de vida natural. Te pones en marcha, a pensar, y concluyes (de momento) ¡menos mal que hemos ahorrado un poco! porque tendremos una boda en la familia, que esperamos que sea presidida por el amor y la austeridad... un nuevo motivo para transmitir nuevas ilusiones en este blog.

01 agosto 2011

Apostemos por la elegancia


En las carreras de caballos a la inglesa nos tienen muy habituados a distraer la mirada en muchas direcciones y no especialmente en la de los caballos, en la de los jinetes ni en las apuestas. Los sombreros son otro espectáculo añadido al evento, y el estilo de ese complemento marca la temporada de moda. A veces son espantosos o espectaculares pues de lo que se trata es de destacar cueste lo que cueste, incluso de hacer el ridículo. 

Para ir a una boda al mediodía en pleno mes de agosto, en este hemisferio del Mediterráneo, el uso de un sombrero puede ser un paso hacia la elegancia. También podríamos pensar en un tocado, pues también hay muchos para elegir. Ya tenemos el dilema: elegir cuando hay mucho que escoger. Como no tenemos personal shopper tendremos que dejarnos orientar en la tienda especializada, pues dependerá de nuestra altura, del largo y del color de nuestro cabello, y obviamente del vestido que nos queramos enfundar. También es importante considerar, si serás la madrina, testimonio o invitada. Y Hay que hacerlo con tiempo no sea que fuera necesario plantearse caminar una hora diaria para bajar peso y ponerte aquel vestido negro que tanto te gusta. Pero me vuelvo al sombrero. Sin duda si habitualmente no tenemos la costumbre de cubrirnos la cabeza, tendremos que hacer muchas pruebas hasta conseguir llevar con gracia el sombrero, y si no lo conseguimos será mejor optar por una buena sesión de peluquería.

Lo último que hemos de comprar o combinar con otras cosas que tengamos, será el sombrero: primero hay que tener claro el vestido, luego los zapatos y el bolso. Con todo ello en una bolsa nos vamos al centro comercial o a la sombrerería y le pediremos a la persona que nos atienda que sea sincero o sincera con nosotras. No se trata de ir como una plepa, sino elegante, adecuado a ti. Probablemente comprarás aquel que no te convencía al principio, pero lo que cuenta es todo el conjunto. Todo ello quedaría completado perfectamente con unas medias muy finas, casi irreconocibles en tus piernas. Otro toque de elegancia, si se sabe utilizar, es un abanico, de color neutro o de la gama general de todo el atuendo, pero sobre todo que nada de nada sea un engorro, pues la elegancia muchas veces consiste en la simplicidad. Y a rezar por los novios, que pobrecillos todavía no saben lo que les espera……

19 junio 2011

Ah! Me duelen los pies

Ya empieza el calor de nuestro Mediterráneo, y ya empezamos a quejarnos, a pesar de que lo estamos deseando pues vemos más cerca las vacaciones, el cambiar de actividad, y hasta presumir de toda la ropa nueva que nos hemos comprado, o que hemos transformado en la modista para darle un aire más a ti… Pero aparece una duda tremenda, muy femenina: los zapatos! Siempre hay alguien que te dice en casa que: ya tienes zapatos; pero después de pasar un invierno en el armario se han deformado, han cambiado de color, o lo que sea, por dar una excusa, por lo tanto concluyes que necesitas zapatos. Además tienes aquella boda que no tienes más remedio que ir pero que como ya sabes dónde se va a celebrar, piensas que te vas a morir derretida por el efecto del calor, y los pies los sentirás fuera de ti misma porque no sabrás qué hacer con ellos, hinchados y doloridos, ya que ese es el último recuerdo que tienes de aquella boda en pleno ferragosto.

Pero claro! el ortopodólogo no va a poder hacer milagros con tus huesos y ya te ha advertido que hay que ir por debajo de ocho (o cinco?) centímetros. Con toda esta mezcla de considerandos, como si se tratara de una demanda judicial,  no puedes esperar a las rebajas. Empiezas a pensar que se acabará tu número pues el 37 es de lo más habitual, además no tienes a nadie cerca que tenga el más mínimo interés de ver cómo te vas calzando zapatos… y zapatos en las tiendas para comprobar si eres la cenicienta del cuento. Entonces pillas tiempo de la agenda, haces escapadas a aquellas tiendas que crees que son tan chulas, pero después, te producen tanta decepción, pues solamente son más caros que en otros sitios. Las amigas te aconsejan, y venga de verbalizar todas, sin ponernos de acuerdo.

Y pasan los días, las tonterías y las pérdidas de tiempo, pues realmente te duelen los pies si empiezas a comprimirlos con esas sandalias de presentadora de televisión que a duras penas caminan cuatro pasos por el plató. Y a aquel que te decía…tienes zapatos, por fin le haces caso y eureka! aparecieron unas sandalias bonísimas de color beige y de charol que soportan perfectamente tus muchos huesecillos y, por fin, te quedas tranquila y piensas con más calma que si no estrenas zapatos, tampoco eres la novia de la boda, y en cambio podrás disfrutar sencillamente de toda la fiesta.