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Mostrando entradas de enero, 2022

Los padres en busca del hijo, los abuelos en busca del nieto

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  La lectura es un buen hábito para todos los miembros de la familia. Los libros y textos audibles también lo son, pues hay actividades cuyo desarrollo lo permiten. Millones de libros se han leído a lo largo de la historia de la humanidad, y en ellos, en muchas ocasiones, los autores han reflejado su semblante biográfico, sus aspiraciones, deseos, y, en los mejores, una gran creatividad y capacidad de expresión, lenguaje y descripción, gracias al bagaje de todo aquello que también han leído y vivido a lo largo de la vida. Por ello, esos mejores autores nos sorprenden con historias no vividas por ellos mismos sino por otros que incluso no han conocido, y, si cabe, no han existido. Con los guiones de las grandes películas y de los peliculones, podemos tener esa misma impresión. Y a pesar de haber leído mucho o ser un cinéfilo al que nada le sorprende, hay títulos que vale la pena recordar. Hoy me quiero referir a Kazuo Ishiguro (1954) un autor Premio Nobel de Literatura (2017), del q

Seguiremos adelante, aunque sea contracorriente como patitos en un estanque

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Bienvenidos de nuevo al inicio de un nuevo Año, estrenado en diferentes franjas horarias según rodamos alrededor del sol y sobre nosotros mismos, así nos mantenemos en la órbita del sol y del resto de los astros de nuestra Galaxia. Nos vemos tan poca cosa al mirar el cielo lleno de estrellas y de planetas tan lejanos, que no los vemos y, al intentar imaginarlo tampoco podemos. Sea como sea, contando el tiempo a partir del año (aproximadamente) en que nació Jesús, el Mesías, el Señor ya estamos en el año 2022, el Año de los Tres Patitos y el Estanque. Este comentario lo oímos ¿Recordáis? al presentador y comentarista para España en el Concierto de Año Nuevo 2022 junto aquel mensaje de paz, unión y fraternidad para el mundo entero que pronunció el gran director del concierto Daniel Barenboim. No sabemos qué experiencias viviremos, no hemos de preocuparnos, no dominamos nuestro devenir, no está en nuestras manos. Lo que está claro es que hemos de seguir adelante, aunque muchos cristi