La redundancia del buen amor

Para desarrollar el Matrimonio, la vida conyugal, a pesar de muchas cosas, acontecimientos, eventos y desgracias, se ha de añadir mucha imaginación, creatividad, ilusión y el buen amor. Es una redundancia calificar de bueno el amor, pero hemos de distinguirlo de muchas de las acepciones que se han impuesto en nuestra sociedad liberal. Lo que nos quieren hacer entender cómo hacer el amor es más bien fornicar o follar, tal cual puede verse en la práctica de los ligues ocasionales, dentro y fuera del matrimonio, como ese impulso sexual no controlado que ha de satisfacerse por medio de aparatitos a pilas o practicando la prostitución. Eso no es hacer el amor. En el matrimonio, y ¡ojalá! fuera así en las parejas de hecho o de derecho inscritas en el Ayuntamiento, después de varios años de convivencia, la relación sexual conyugal no es solo atracción, sensualidad, placer, sino también cariño, respeto, comprensión. Y realmente una relación sexual conyugal buena, conduce a la estabilidad d...