31 diciembre 2020

Mucha Esperanza, mucha Fe y mucha Caridad para el año 2021

En el último domingo del año, la Iglesia Universal celebra el día de la Sagrada Familia de Nazaret como modelo de familia humana. Infinitas circunstancias propician que ese modelo de familia se disgregue o se rompa, o siga adelante con apenas aliento. En cualquier caso, esa sería nuestra familia, aunque la madre sea muy difícil de aguantar y el padre apenas conozca a sus hijos, y estos hermanos sean tan diferentes que no parezca que tengan vínculo de sangre. O simplemente no haya padre o madre, pero esos hijos a los ojos de Dios seguirán siendo hijos suyos. Y sin Dios los acoge nada vamos a objetar ni criticar.

El mejor referente para todo ello, son las lecturas de la santa misa de este domingo 27 de diciembre de 2020, que nos podemos aplicar todos, pues todos pertenecemos a una familia humana, y todas las familias a la de los Hijos e Hijas de Dios.


(1ª Lectura) Eclesiástico 3,3-7.14-17a: El Señor honra al padre en los hijos y respalda la autoridad de la madre sobre la prole. El que honra a su padre queda limpio de pecado; y acumula tesoros, el que respeta a su madre. Quien honra a su padre, encontrará alegría en sus hijos y su oración será escuchada; nel que enaltece a su padre, tendrá larga vida y el que obedece al Señor, es consuelo de su madre. Hijo, cuida de tu padre en la vejez y en su vida no le causes tristeza; aunque se debilite su razón, ten paciencia con él y no lo menosprecies por estar tú en pleno vigor. El bien hecho al padre no quedará en el olvido y se tomará a cuenta de tus pecados.

 Salmo responsorial: 127

R/. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R/ Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. R/ Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sion, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. R/

 (2ª Lectura) Carta a los Hebreos 11,8.11-12.17-19: Hermanos: Por su fe, Abraham, obediente a la llamada de Dios, y sin saber a dónde iba, partió hacia la tierra que habría de recibir como herencia. Por su fe, Sara, aun siendo estéril y a pesar de su avanzada edad, pudo concebir un hijo, porque creyó que Dios habría de ser fiel a la promesa; y así, de un solo hombre, ya anciano, nació una descendencia, numerosa como las estrellas del cielo e incontable como las arenas del mar. Por su fe, Abraham, cuando Dios le puso una prueba, se dispuso a sacrificar a Isaac, su hijo único, garantía de la promesa, porque Dios le había dicho: De Isaac nacerá la descendencia que ha de llevar tu nombre. Abraham pensaba, en efecto, que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; por eso le fue devuelto Isaac, que se convirtió así en un símbolo profético.

Texto del Evangelio según San Lucas 2,22-40: Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.

Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción —¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! — a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones».

Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él. 



Pues ya está ¡por fin! se acaba este año tan difícil de sobre llevar.


No nos acoquinemos, cuidémonos y cuidemos también a nuestra familia, a nuestro entorno, a los vecinos... deseándonos entre todos mucha Esperanza, mucha Fe y mucha Caridad para el año 2021, procurando ser felices en las cosas más pequeñas.   

18 diciembre 2020

España, el paraíso de la cultura de la muerte

En estos días de restricciones a los que les seguirá muchos más hasta que la población en general esté vacunada, los gobernantes y los que los han votado aplauden felices la Ley de la Eutanasia o la Ley del Crimen Organizado, despenalizando a los autores e inductores. Hasta que su aprobación cumpla los trámites y se vea publicada en el BOE, tenemos tres o cuatro meses para redactar nuestro Testamento Vital, si es que todavía no lo hemos hecho. Significa sencillamente poner en un documento que NO quieres que se te aplique la eutanasia, si estás enfermo o muy enfermo según la ley, y lo que deseas son las ayudas paliativas.

¿Una madre va a decidir matar a su hijo porque esté grave o estará a su lado hasta el último exhalo de su vida? Quizá haya dudas en la respuesta, sabemos que muchas madres han abortado y han hecho matar al hijo que crecía en su vientre, y se cuentan por miles y miles de almitas que van directamente al cielo, pues el aborto es matar no es interrumpir una canción.

¿Un hijo matará a su padre porque no le reconozca debido a su enfermedad? Dolorosamente habrá quién diga que sí, pues hay enfermos y ancianos que no reclama nadie, pero se sabe que existen familiares, y acortarle la vida le podría significar un problema menos.

¿Y la esposa, cansada de cuidar a su marido, años y años que parece que no tengan término, decidirá por fin acabar con su vida para vivir tranquila?

Si se ha aprobado en el Congreso de los Diputados de España, querrá decir que hay muchísima gente que está a favor de la Eutanasia.

Al votar en las elecciones generales pueda ser, que solo quisiéramos que España, o Cataluña, fuera una república y ahora cae esto en la propia conciencia. Muy grave.

En el seno de las familias se producirán muchos desencuentros. ¿Quién va a decidir por ti si no has dejado escrito el Testamento Vital?

¿España se va a convertir en el paraíso de la eutanasia pues solo en siete países del mundo se puede aplicar?

Muy triste, muy duro, verdaderamente.

Os propongo que recemos muchísimo por la Vida, está en peligro por la invasiva Cultura de la Muerte, término acuñado por el Papa san Juan Pablo II en su Encíclica “Evangelium Vitae”, publicada el 25 de marzo de 1995.

Nota del cuadro: El Triunfo de la Muerte, de Pieter Bruegel el Viejo (años 1562-1563) Museo del Prado

05 diciembre 2020

No nos calentemos la cabeza, la Navidad se vive en el corazón

Estamos en tiempos de prueba, migrantes hasta que lleguemos al cielo. No hay que salvar la navidad, la Navidad, conmemoración de la llegada del Mesías, es quien nos va a salvar a nosotros. No es una cuestión de sentimientos, Jesús es nuestra Roca salvadora sobre la cual hemos de edificar nuestra vida. Y este año, con restricciones materiales y humanas. Va a ser así porque es lo que nos conviene. Aquellos planes de 22 personas alrededor de la mesa, por ejemplo, no van a poder ser, ni un capón o pava de 4kg y medio o una merluza de 2kg cubierta de almendras, tampoco. Si somos poquitos será mejor para todos. Gracias a Dios, seremos los que podamos de nuestra burbujita particular.


No hay que ir muy lejos, en tiempos de guerras y postguerras o de otras pandemias, en los que no había medios digitales y de escasa telefonía, se esperaban con ansia las cartas, los paquetitos de Correos y las felicitaciones de aquellos seres queridos que no podían regresar ni por Navidad. No se podía viajar pues no había medios, y se enviaban fotos para recordar las caras.

Este año los Reyes van a tener que echar mano de las compras on line y de la compra de proximidad. Los menús serán como queramos, pero para pocas personas. Tampoco podremos tomar las uvas en nuestra plaza preferida ni ir a las Cabalgatas. Los niños y niñas han entendido que hay una enfermedad que va impedir que vean a los Reyes subidos a sus camellos, tronos, camiones, aviones, barcos etc.

No nos calentemos la cabeza, llevemos el pesebre en nuestro corazón. En estas semanas previas del Adviento preparémonos para vivir la Navidad dando gracias a Dios. Sobre todo, hagamos un Belén bien bonito, adornemos las partes principales de la casa y en la puerta colguemos la Corona de Adviento, invitando a los demás a que preparen la Navidad en su corazón.

Un año muy grave, difícil de olvidar. Un año distinto para recordar siempre, pero lo vamos a superar no porque pronto nos vacunarán, sino porque nuestra Esperanza está puesta en manos de Dios.