¿Qué haremos en Semana Santa?

Con la agenda tan repleta de celebraciones cristianas unidas a las procesiones que en tantos lugares salen a la calle, si el tiempo lo permite, podemos planificar unos días que combine lo religioso con unos días de placidez y descanso. En los medios de comunicación y redes sociales nos están invitando a ir a la playa porque calienta el sol, porque se está estupendamente, porque hay montón de sitios para el tapeo, ir de fiesta y de buenos o buenísimos restaurantes, y picotear constantemente. Pero ¡Alerta! no dar a nuestro vientre una posición central en estos días. Bien está que nos divirtamos y comamos pero ¡con moderación, por favor! y que entre el desayuno y la hora de dormir hayan más cosas que comer, beber y machacar un poco más nuestra salud. Comer y beber mucho, y tumbarse al sol solamente, es mal asunto. Es mejor no tener que incluir en la maleta el almax, la sal de frutas, el bicarbonato, el primperan, en fin todo eso que sabemos que nos ayuda a digerir los atracones.