20 enero 2019

Cogidos de la mano


A renglón seguido de nuestra celebración matrimonial, en la que celebramos nuestros cuarenta años de enlace matrimonia, iniciamos un viajecito amoroso. 

No repetimos el destino de hace 40 años, pero sí fuimos a un lugar que ya conocemos, del que nos quedamos con ansias de volver. El traqueteo del tren durante varias horas nos permitió dejarnos llevar por el sueño y por la imaginación de tantos lugares que hemos visitado durante tantos años, primero solos, luego con nuestros hijos, y ahora con los nietos.


Paseamos por la Concha de San Sebastián, por el Monte Higuelgo, por sus playas y absorbimos el olor del Mar Cantábrico, de profundo mar de adentro. Cuando visitamos anteriormente esta ciudad, fue en un verano abrasador sufriendo temperaturas altísimas para ese lugar. Pero en esta ocasión la temperatura era más baja y con ventisca, muy agradable. Allí, sin prisas, sin horarios, hicimos y deshicimos, con muchos silencios a veces, todo eso que ha llenado de amor todos estos años. Nos censuramos cualquier ir y venir de ese pasado vivido, en el que los dolores y resentimientos se hayan curado con amor y paciencia. Y por amor estuvimos allí mirándonos a los ojos, abrazándonos con ¡tanto! cariño que nos permitimos unas lágrimas de alegría, aderezadas con algún vino, pinchos, dulces y paseos por la playa.

Después de esos tiempos, no ya de nosotros mismos sino de nuestro Matrimonio, es decir, aquello que hemos creado al hacernos una sola carne, sin remedio, volvimos a nuestra populosa Ciudad, a ese techo que uno tiene donde volver siempre, con el corazón lleno de emociones, a pesar de ser ya unos sesentones.

18 enero 2019

¿Te imaginas que China fuera católica?


La República Popular China, a pesar de la aplicación de políticas de aborto libre y obligatorio para reducir la demografía y con ello parar la hambruna, permitiendo solo el nacimiento de un hijo varón y el exterminio de las niñas, es el país más poblado del mundo: 1.400 millones de chinos y chinas; además de los chinos y chinas que viven y nacen en muchísimos países del planeta.

China, hoy, se ha convertido en el nuevo líder mundial no solo en crecimiento de población sino también a nivel económico, tecnológico, industrial, estructural y de todo aquello relacionado. Su crecimiento económico exponencial se inició en el año 1978, año en el que España aprobó la Carta Magna por referéndum de la mayoría de españoles. Tienen y producen de todo al margen de cualquier país del mundo.

Y pienso, ¿Te imaginas que China fuera católica? En estos momentos, en el que se desarrolla un comunismo capitalista en la afección china más propia, parece algo imposible. Pero para Dios nada lo es. Y en ello ha estado trabajando la Santa Sede desde hace décadas. Su Santidad el Papa Francisco envió un mensaje a la comunidad china católica, siguiendo los pasos de sus predecesores, san Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Es un documento muy sincero. Les pide a aquellos que han vivido el cristianismo en la clandestinidad, y que siempre han estado al lado del romano pontífice, que acojan a los cristianos que han vivido al amparo del régimen comunista, al margen de Roma. Y viceversa. 

Realmente ha de ser un esfuerzo de amor y de humildad muy grande. Es un gran paso a la evangelización de un país sin raíces cristianas pero que podrían enraizarse con los esfuerzos de ambas comunidades cristianas.

Un país con una población fuerte siempre es de gran riqueza. Y en definitiva las personas son almas atrapadas en un cuerpo mortal que estorba, y esas almas han de alimentarse de Dios. Por ello, la evangelización ha de abrirse paso en China.

Te invito a adquirir información rápida. Por un lado, con un video interesante, que con brevedad explica porque la República Popular China es el Nuevo Líder Mundial. Por otro lado, te invito a leer  el Mensaje del Papa Francisco a los católicos chinos y a la Iglesia Universal . Por último, te propongo rezar para que esa tierra se abra a una nueva misión apostólica.


02 enero 2019

Mucha paz y bien


Cuando escribíamos con papel copia y hoja de carbón, en la máquina de escribir, incluso con la eléctrica, no podías equivocarte ni en una sola letra. Si te equivocabas habías de borrar la letra con el famoso típex u otros accesorios de oficina, o repetir y repetir hojas. Y durante el primer mes del año corriente, la atención al escribir había de ser mucho más intensa pues la frecuencia con la que habíamos escrito el número del año anterior había sido capaz de grabarse en nuestros dedos e ir más rápido que la mecánica de pensar y escribir al mismo tiempo. Además, la fecha suele ir al final de cualquier documento. Por ello era terrible llegar al final del texto y ¡Zasca! Y pones la fecha o el año que no corresponde. Hoy en día las máquinas de escribir son elementos decorativos o de desguace, o de mobiliario de películas. Con la tecnología informática ese el problemilla desapareció. Sin embargo, aunque la tecnología ha cambiado nuestra vida en los últimos 30 años, el poner la fecha errónea sigue siendo un error tonto que se comete, pero sin más trascendencia. Alerta, pues, ya estamos metidos en el 2019, ¡por fin!

Quien más quién, quién menos, podría tener muchas ganas de pasar esta página imaginaria y temporal del año. El repaso y resumen de las noticias de los medios no nos reporta ninguna esperanza. Lo que sí importa es nuestra familia y nuestros amigos, en definitiva, a quienes tenemos cerca del corazón. Los que se han ido, hemos de rezar por ellos, los cementerios van creciendo como siempre. Los que no nos quieren, se pierden nuestro amor, así son las cosas de este mundo muy agarrado al demonio. Pero también rezaremos por ellos. Así que cuidaremos a nuestra familia, parientes y amigos, vecinos, compañeros de trabajo, de la vida cotidiana que es el mejor entorno. Nos espera un 2019 lleno de incógnitas, de sorpresas, de muchas cosas que ya iremos viviendo y que, para vivirlas bien, lo mejor es dejarlas en manos de Dios, sin agobiarnos por el calentamiento global, la guerra de los mundos o de los planetas ni por los anuncios apocalípticos. Mucha paz y bien.

A todos los lectores de este blog, el equipo de comunicación les desea un Feliz Año Nuevo y 
¡Que sea lo que Dios quiera!