Para modelar el carácter, L.G. Lovasik

Los expertos dicen que se nace con un determinado temperamento. En relación al carácter, éste se ha de ir forjando y educando. En esta tesitura, los hombres y mujeres santos de otros tiempos y de ahora también, van por los caminos que llevan a Dios esforzándose en practicar las virtudes que los cristianos llamamos humanas para poder llegar a practicar las virtudes teologales, y encaminar el temperamento y el carácter imitando a Cristo. La virtud en si misma considerada no reprime a la persona humana, sino que en su dignidad la perfecciona para que no se desparrame en todo aquello que apetece de forma desordenada. Esto quiere decir, que conociendo nuestro temperamento in nato, las virtudes nos ayudarán a templarlo o animarlo, y el carácter A CAMBIARLO. No es de recibo “Es que es mi carácter” , y con ello machacar a los más cercanos que son la familia y los amigos, y de paso cualquier persona que se cruce en tu camino. Una buena lectura ha hecho santos. Un ejemplo bastante