No agostar la oración

De san Francisco de Borja se cuentan muchísimas historias y anécdotas pues fue un hombre de fe muy valioso. Llegó a ser el Padre general de la Orden de los Jesuitas en el año 1565. No obstante antes de ingresar en la orden eclesiástica referida, había sido un hombre casado. Como solía pasar en aquellos años, e n 1529, se acordó su matrimonio, y lo fue con Doña Leonor de Castro, amiga íntima, caballeriza mayor y dama de la reina Isabel. A finales de ese mismo año fue nombrado caballerizo mayor de la emperatriz Isabel de Portugal, esposa del emperador Carlos I y un año más tarde su título de barón de Lombay fue elevado a marquesado, entre otros muchos títulos y honores a los renunció al ingresar en la orden. La parte interesante de la historia que quiero destacar es que a pesar de haber contraído un matrimonio pre establecido, Doña Leonor y Francisco de Borja llegaron a amarse y tuvieron muchos hijos. Cuando él contaba 36 años Doña Leonor enfermó gravemente. El, hombre de