Misericordia, por favor!

No puede ser que la decisión de dar cobijo a los 700 indigentes que duermen en las calles de Madrid, se haya tomado porque ahuyentan a los turistas. No es de recibo. La caridad y la misericordia humanas no es una cuestión estética, no es una cuestión que obligue a cambiar el maquillaje de una ciudad. Atender a las personas necesitadas no da votos porque es una obligación de cada uno de nosotros, también de los políticos. Pero cuando un político demuestra que es un desalmado, da miedo. Esperemos que la Sra. Esperanza Aguirre, persona que pronunció estas palabras tan lamentables, se corrija, no por los votos que ya ha perdido sino porque ganará humanidad en su corazón. Efectivamente las personas que ya no tienen nada y nada tienen que perder, no se las puede tratar como si se tratara de un mobiliario urbano que está viejo y se ha de cambiar. A la vista está que 700 personas que viven en las calles de Madrid están censadas. Han llegado allí por exclusión del sistema, de sus familias