En estas comprimidas vacaciones, con el Pepito Grillo en la oreja que nos va avisando que los próximos otoño e invierno van a ser especialmente complicados, también podemos pensar e imaginar cómo vamos a preparar la próxima celebración familiar: Un aniversario de bodas, un cumpleaños, por supuesto la onomástica o santo, el primer día de Universidad, el primer día de la escuela de los nietos, el día de la renovación del contrato, la recepción de una buena noticia de un hijo, y muchas cosas más que se pueden celebrar.
Y como no
están las cosas para ir a un restaurante después de las vacaciones, lo
celebraremos en casa. En esta ocasión no pienso en el menú del almuerzo, o de
la merienda, pienso en esa decoración especial para cada ocasión, un centro de
mesa original. Recordemos que por las fiestas de Navidad nos esforzamos en ese
centro de mesa con velas, cintas y bolas, y en ponernos un vestido bonito.
Ahora se
trata de algo concreto que le pueda gustar a la persona homenajeada. Es mejor
superar los múltiples artículos de fiesta que hay en las tiendas, aunque
siempre hacen ilusión. También desecharemos las tonterías que hacían gracia
cuando nosotros éramos pequeños ¿Os acordáis de aquellas bromas que iban en
cajitas con bichos o mal olor? ¡No, por favor!
Pensemos en
otras cosas: una postal dedicada, unas fotos de años anteriores, un álbum
retrospectivo, incluso un juguete antiguo que le gustaba y quedó en el altillo
de la abuela. También puede ser un poema… en prosa, o un escrito que describa
las cualidades bonitas de aquella persona, unas flores en la mesa, o el perfume
de esencias que sabes que le gusta.
¡Claro! a los
peques de la casa les gustan los pasteles, los regalos, los globos, etc. Pero
para los adultos hay que esforzarse más. Como verás no doy demasiadas ideas ni
tampoco soy organizadora de eventos. Pero se trata de eso, de ver con el corazón. Una mesa bonita bien
puesta, sacando de la vitrina todo aquello que guardas para una ocasión
especial, y ahora lo es. Ordenar el hogar, ir todos bien guapos, y la persona
homenajeada notará que cada uno ha puesto un poquito de sí mismo para hacerla
feliz.