Hablar y escuchar sin violencia

Los asuntos de familia son aquellas cosas, cuestiones, problemas, cosillas, (¡sin violencia, claro!!) herencias, hijos ilegítimos…. que no hace falta airear al resto del mundo, aunque hierva al rojo vivo un periodismo que favorece el morbo de aquellas personas que quieren curiosear en esos asuntillos de gente conocida o bien de gente que se presta al morbo para darse a conocer. Creo, no obstante, que esos asuntos es mejor lavarlos en casa , que todo quede en familia sería lo óptimo, lo cual significa dialogar con los miembros de la familia, ponerse en la piel del otro, escuchar, rectificar la mayoría de las veces, tener mucha paciencia etc. Pero la realidad no es así, el orgullo nos domina, y a veces no nos damos ni cuenta. De repente un día nos cierran la boca, y al siguiente ya hemos perdido la confianza y no queremos explicar, comentar ni decir nada, pues no queremos que nos lleven la contraria, creemos que no nos van a entender, no nos interesa la opinión del otro porque uno