Olvidarse de un hijo

En la santa misa dominical de ayer, resonaban las palabras del profeta Isaías referidas a que Dios Padre nunca se olvida de nosotros. Y pone como ejemplo, para que le entendamos, a una madre que habiendo llevado a su hijo en sus entrañas, no actúa como una madre maternal, en la creencia que parece imposible que una madre no pueda ser de otra manera, sin embargo aunque una madre se olvide de su hijo, y aún así, Isaías nos dice que Dios jamás se olvida de ti. Esas palabras que fueron escritas hace miles de años, sorprende que sigan siendo actuales, pues los cambios trepidantes de nuestro tiempo presente nos hacen creer muchas veces que lo que fue escrito hace tantísimo tiempo, se quede en el pasado, y forme parte de un sentimentalismo ingenuo, lleno de nostalgia. Sin embargo, Isaías no fue solamente un profeta de Israel, fue un hombre emparentado con la casa real de su tiempo, que había nacido en Jerusalén hacia el año 770 aprox. antes de Cristo, estuvo casado y tuvo dos hi