25 mayo 2022

El apocalipsis del mono

 Ayer, en una antena televisiva, a la hora de más audiencia, decían que el mundo, nuestro planeta Tierra, solo tiene reserva de alimentos para tres meses. Obviamente fue un Mensaje Apocalíptico, pero que nada tiene que ver con el Libro del Apocalipsis escrito por el evangelista San Juan.

Con ese mensaje, dicho en horas punta, todos hubiéramos podido salir a la calle y llenar los carros de la compra con todos aquellos alimentos que pudiéramos adquirir para mantener a nuestras familias más allá de los tres meses inmediatos a hoy. Sin embargo, nos vamos acostumbrando a que los intereses supra económicos nos lancen mensajes que, si fueran ciertos, unos se tirarían por las ventanas y otros nos iríamos a rezar de forma interminable hasta el fin de los tiempos.


Todos estos mensajes que ponen a las familias en estado de alerta se emiten por todos los medios de comunicación y digitales con el fin de cambiar la sociedad, basada en su núcleo central que es La Familia. Con estas alarmas se asusta a la población, la cual pide a sus líderes políticos que los salven del desastre, pide acelerar la muerte de los que están muy enfermos, pide que no nazcan más niños ni niñas pues el mundo que les dejamos es horrible.

Esos cambios de pensamiento que se van produciendo desde la segunda parte del siglo XX nos hacen menos libres y seguimos a merced de ese nuevo orden mundial, que ya había diseñado Lenin. Vivimos en un país en el que las leyes hacen posible que los hijos e hijas sean del Estado y no nuestros. Antepone la decisión de una ley gubernamental a la decisión de los padres, como está pasando ahora con la nueva ley del aborto por la que las niñas menores de 16 años podrán ir a abortar sin permiso de sus padres. Asimismo, la libertad de conciencia de los médicos, la libertad y dignidad de la persona humana, es reprimida por la espada de Damocles a cambio de la expulsión de la Sanidad Pública.

A pesar de tantas contradicciones, hemos de ser capaces, más que nunca, de dirigir nuestra familia, siempre hacia el bien, y el Bien está en la Ley Natural la cual emana de Dios mismo.

Y la Ley Natural indica que el aborto es un crimen, que la familia la ha creado Dios y es de su posesión y no del estado político en donde se viva. Que la sexualidad está pensada para que hombre con mujer disfruten, sean felices y abiertos a la vida, por ello los fines del Matrimonio católico son el Bien de los cónyuges y el Bien de los hijos.

Todas las otras formas de sexualidad que existen desde que hay un ser humano sobre la capa de la Tierra, es decir, relaciones que se conocen desde el principio de los tiempos, no obedecen a la Ley Natural, sino a la ley de los hombres y mujeres que entienden que sus relaciones sexuales pueden ser entre las personas del mismo sexo o con animales, la cuestión es tener placer a costa de lo que sea.

Pero ¿Qué ocurre ahora con ese trasiego sexual?  Pues aquellos que en su momento forzaron su sexualidad con animales, se han infectado y luego pasaron a ese hombre u hombres todas esas miserias que corresponden a ciertos roedores que picaron a ciertos monos y que estos desgraciados macacos infectaron a hombres.


Así que en fiestas en diversos lugares de esta Tierra apocalíptica y paranoica en la que vivimos, a base de drogas y alcohol para perder el sentido de la voluntad y la inteligencia, se rebozaron unos cuantos hombres con otros cuantos hombres y como consecuencia de la bacanal, la Sodoma y Gomorra bíblica, tenemos la Sanidad Mundial pendiente de esa Viruela del Mono enfermedad por la que muchos hombres han sido infectados por recibir por la ollera a unos hombres sin sentido ni conciencia.

Hemos de suponer que toda esta información ya publicada en todo el mundo sirva para un momento de reflexión tanto para hombres como para mujeres. Incluyo mujeres pues muchas de ellas para no quedarse embarazadas fornican por donde está creado que hay que defecar.

A los de mi generación nos vacunaron, sí o sí, contra la viruela, pero a partir de 1979 se determinó que dicha enfermedad se había erradicado del mundo. Pues ya lo veis que no. Además ha encontrado su variante del mono. No obstante, algo se preveía pues en Dinamarca hace tiempo que vuelven a fabricar estas vacunas, y ahora con la variedad del mono.

 

 

 

 

  Cuando empecé a escribir en este blog allá por el año 2011 no existía el movimiento laical que existe hoy en favor del matrimonio católico...