Los seguidores de este blog observan que, desde su salto a la red en el año 2011, en ningún momento hemos autorizado anuncios, ni publicidad, ni noticias relacionadas de forma automática. Tampoco hemos establecido debate alguno con los comentarios que tan amablemente escribís.
Este blog nació con la voluntad de ser
apostólico, romano y universal en lo que se refiere al Matrimonio, sin rebajar
ni un ápice este posicionamiento. Por ello no queremos que nada se interfiera
entre los artículos o post del blog. No nos hemos propuesto ganar dinero, sino,
en la medida de lo posible, llevar almas a Dios, a través del tema del
Matrimonio.
Ello no quiere decir que no recibamos
comentarios. De vez en cuando autorizamos la publicación de alguno, siempre
positivo. Los comentarios de odio, de venganza, de oposición, de insulto,
también los recibimos. Los leemos, los analizamos y los guardamos, pero no los
publicamos, ¿Para qué?
No hace falta, el que o la que los ha
escrito ya se ha desahogado, y si con ello se ha quedado tranquilo, mejor. No
escribimos pensando en complacer a todo el mundo y de paso hacernos
autobombo, eso es imposible y somos conscientes de ello.
Así que os damos gracias a todos los
que nos habéis escrito. Que sepáis que, por unos y por otros, rezamos.