09 septiembre 2014

Mirar o no mirar

Que los hombres sean visuales y las mujeres auditivas son características  que vamos
reconociendo de una manera natural en nuestros semejantes. Sobre la percepción visual se iniciaron los estudios en el siglo XX, por lo que no hemos de remontarnos a la Edad Media y profundizar en el pasado. Sin embargo, ello no significa que no ocurriese de modo parecido desde que el hombre y la mujer pisaron la tierra. Los estudios de psicología al respecto, refieren que el ojo, en si mismo, es pobre para verlo todo. Pero la percepción visual va más allá del ojo, porque recibimos unos estímulos externos, además del de la vista, relacionándose todo ello con el conocimiento y las reacciones inconscientes.

¿Por qué un hombre se gira para mirar a una mujer que ha salido de su casa a medio vestir?  ¿Por qué en el conocimiento y en el subconsciente hay visualizaciones que estimulan siempre. ¿Por qué a una mujer le gusta ir con poca ropa? Evidentemente hay mucho que decir porque nosotras también tenemos percepción visual y ellos también son auditivos. Pero a partir de ahí, para vivir el Matrimonio en paz lo mejor es mirar hacia otro lado, cuando se trate de alguien que no sea tu cónyuge. En otro sentido, hay que vestirse con ropa (parece una redundancia, pero no lo es) para que los demás, si te miran, vean a una mujer que no desate el instinto como si fueras una presa en celo.

Es realmente una lástima y un error que muchos productos de moda, por el hecho de estar de moda, aboquen a la mujer, niñas, adolescentes y mayores, a ir con unas bragas de ropa de tejano, que, sin pensar más allá, se las ponen con cualquier cosa y salen a la calle pensando que son un primor. Hemos de pensar que eso degrada realmente a la mujer.


Gracias a Dios! como un día u otro hará frío y la ropa no puede ser más corta, para la próxima temporada otoño/invierno 2015, vuelven para nosotras las faldas y los vestidos largos, que con unas botas, el cuerpo de la mujer se esbeltecerá y dejaremos de ver carnes anónimas a tutiplén.