¿Quién le enviaría una carta? ¿Qué le diría aquella misiva? ¿Aquel mapa pardusco indica que el remitente estaba lejos, en alta mar?... Cuántas incógnitas no produce la mirada a un cuadro, pero en cualquier caso, nos gusta ver con qué belleza y calma, gracias a los tonos azules y a la luz, nos presenta el pintor a una mujer en estado de buena esperanza, como se solía decir no hace muchos años.
16 julio 2012
Una bella mujer embarazada
Con el corazón en Roma me dispongo a seguir en directo, como millones personas del planeta, el funeral del Santo Padre Francisco que murió a...
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