13 enero 2012

El aparejamiento

Los creyentes somos guardianes de la fe, ni inventores ni creadores. Y la fe católica nos hace entender que la institución matrimonial fue creada por Dios y revelada por Él mismo. En el primer libro de la Biblia, en los primeros capítulos del Génesis, donde se desarrolla la creación del mundo, ya allí se instituye el matrimonio entre hombre y mujer, haciéndolos una sola carne. De esa manera y no de otra es el matrimonio. Las otras formas o fórmulas de uniones tendrán similitudes, connotaciones, apariencias y sobre todo buenas intenciones, pero no serán matrimonio.

Sin embargo, yo creo que son fórmulas o formas que con la transformación que produce la fe, ese hombre y esa mujer que se han unido por algún interés personal pueden llegar a arreglarlo, ya que la fe les hará entender que es mejor casarse ante Dios, por la Iglesia y en la iglesia.

De momento hay que insistir en rezar por el matrimonio cristiano y aprender a explicar qué es y qué no lo es. En esta tesitura, un avezado seguidor me ha mandado el siguiente video el cual es muy llamativo y descriptivo de lo que entendemos que no es casarse por la Iglesia y en la iglesia, es una explicación cortita ya que da para mucho más la reflexión o la discusión que podamos establecer.