26 agosto 2011

Mr. Piss

En el entorno doméstico de la familia una de las cosas que crea conflictos, guerras y batallas a muerte, es el uso y mal uso del baño. Salvo que uno viva solo, o en compañía pero gozando de uso particular del baño, para el resto de los humanos es un tema universal y de inacabable discusión. Individualmente si respondiéramos a una encuesta de cómo nos gustaría encontrarlo, diríamos : limpio, ordenado, ventilado, perfumado de forma agradable, el agua en su punto, las toallas en su sitio y planchadas, etc. etc..

Pero eso es pura ficción en la vida diaria. Quién más quién menos, dejamos el baño de tal manera que el siguiente usuario no lo encuentra en debidas condiciones. Y ahora no voy a decir que el hombre es más sucio que la mujer. Creo que tienen la fama, pero otras cardan la lana. Las que trabajamos en centros de trabajo grandes, con la asiduidad de mucho público, exclamamos a menudo las guarrerías que nos encontramos al paso. No tenemos excusa, es falta de educación y falta de caridad con las demás mujeres. Pero ay! en casa, los varones no ganarán nunca un premio a la puntería perfecta, y eso que el inodoro es grande; a pesar de ello cuesta acertar.

Yendo por el mundo constatas que no estás solas, que alguien antes que tú ha pensado el cómo hacer para que el varón tenga más puntería, no solo en casa, sino también en los bares, restaurantes, centros comerciales, hoteles…. Así que los creativos, una vez superada la fase de la exclamación, han pasado a la acción. Gracias a ellos la convivencia y la limpieza se sobrellevan mejor.

Sin ir más lejos, imaginemos que vamos en el Ferry que une la isla de Manhatan  de NY city con State Island, salimos del barco a toda velocidad pues los viajeros siempre tienen prisa, sobrepasamos una gran estación de autobuses y seguimos por la primera calle hacia la izquierda, pronto encontraremos un centro de reclutamiento del ejército de los Estados Unidos; seguimos más adelante, y en una hamburguesería totalmente country dispuesiron una distracción para los varones, que según ellos es poco habitual: Mr. Piss apunta directamente a una pila de cubitos de hielo. Si Mr. Piss atraviesa el Atlántico y se planta en München (Munich) en  Ludwigstrasse, muy cerca de iglesia St. Ludwig Kirche, la cual tiene el tejado de colores, allí la distracción consistirá en jugar a fútbol: la puntería la ejercitará directamente a la pelotita que cuelga de una pequeña portería, con una red de color verde.

Como vemos, Mr. Piss es capaz de divertirse con lo más primario, y como tal la más apasionante y repetida es apuntar a la mosca del campo. Sin duda, en la zona antigua y elegante de Salzburg, en Austria, en un restaurante tirolés, en toda su esencia, apuntando a la mosca, con la música a todo trapo, será dónde Mr. Piss conseguirá su momento de gloria.

(La foto de la auténtica mosca, la puedes encontrar en mi Galería de imágenes)