22 octubre 2021

Matrimonio: Camino divino

 La Iglesia de Santa María de Montalegre está situada en el barrio del Raval de Barcelona, la cual se construyó a principios del siglo XX y toda ella, tanto su exterior como su interior, consta en el catálogo de la Ciudad como Patrimonio Histórico de Barcelona. Actualmente está en obras de rehabilitación, pero sigue celebrándose el culto, a pesar del andamiaje y otros objetos y máquinas utilizados en la construcción. Es significativa la gran grúa azul que la corona.



Y digo esto, porque el rector de Montalegre siguiendo las propuestas del Papa Francisco sobre el Año de San José y el Año de las Familias, dedica el editorial mensual a estos temas sugeridos.

El editorial correspondiente al mes de octubre de 2021 me viene como anillo al dedo para publicarlo tal cual en este blog. Por ello, el rector atendiendo a mi petición y dado su permiso, lo publico íntegramente. Al pie, indico el link donde consta publicado inicialmente, así como muchas otras cosas de interés que se publican en la web de Montalegre.

 

"Matrimonio: Camino divino

El amor humano, que conduce al matrimonio y a la familia, es un camino divino, vocacional, maravilloso, cauce para una completa dedicación a nuestro Dios. Cuando un hombre y una mujer se entregan mutuamente en un acto de donación plena manifestado ante Dios, la Iglesia y la sociedad emprenden un camino de santidad que les debería conducir al encuentro definitivo con Dios, es decir, al cielo.

El matrimonio y la familia son una vocación divina, una llamada a vivir la vida de la gracia en plenitud. Dios llama a muchos bautizados a la vida matrimonial. De ahí que los esposos pueden afirmar con certeza que su unión esponsal es un camino divino, querido por Dios desde el mismo instante de la Creación del hombre y la mujer.

Con la venida al mundo del Hijo de Dios, además, el matrimonio ha sido elevado a sacramento, santificando la vida matrimonial y familiar. El Señor otorga a los esposos la gracia necesaria para que, juntos, recorran el camino que conduce a la vida eterna.

Cristo ha hecho del matrimonio un camino divino de santidad, para encontrar a Dios en medio de las ocupaciones diarias, de la familia y del trabajo, para situar la amistad, las alegrías y las penas –porque no hay cristianismo sin Cruz–, y las mil pequeñas cosas del hogar en el nivel eterno del amor.

La vida matrimonial y familiar no es instalarse en una existencia segura y cómoda, sino dedicarse el uno al otro y dedicar tiempo generosamente a los demás miembros de la familia, comenzando por la educación de los hijos, para abrirse, a continuación, a los amigos, a otras familias, y especialmente a los más necesitados. Pidamos a Nuestra Señora del Rosario por la santidad de la Familia.

Mn. Xavier Argelich "

 Editorial, Matrimonio: Camino Divino. Web de Montalegre