Nos hemos ido de vacaciones en familia. Se planificó el viaje, poniendo la misa cerca de cada hotel, o a veinte minutos a pie o a quince en coche. Y hemos ido consiguiendo esa meta, entre otras cosas porque hay ciudades en Europa que lo facilitan, pues ofrecen mucha información en las web de las dicócesis o en las mismas iglesias. No obstante hay que adaptarse a los horarios centro europeos, que no son precisamente los nuestros. Pero, sinceramente, no pasa nada. Sin lugar a dudas Austria es un país católico. Me ha sorprendido muchísimo comprobar el respeto que tiene la población a todos aquellos elementos externos cristianos, y especialmente católicos. En Salzburg, ciudad universal de WA Mozart no extraña a nadie que en plazas, puentes, calles, importantes o no, haya enormes crucifijos, con flores frescas, imágenes de la Virgen Santísima , y además a nadie se le ocurre desmontarlas, romperlas, pintarlas, o pedir al alcade que las retire.
