29 octubre 2011

La agenda de mi caos

Los contenidos de los cursos que tratan de cómo organizar el tiempo para ser más eficaz en el trabajo profesional son también muy útiles para la vida doméstica y familiar. Nos insisten en que el uso de la agenda es básico para la vida de hoy y sobrevivir en ella. En esas clases te demuestran que si la organización o la empresa, la institución o la entidad, en la que trabajas o algunos de sus departamentos, por muy ordenada que seas, lo apuntes todo en la agenda y cumplas con tu trabajo lo mejor que sabes y puedes, el caos sigue siendo caos; cuando te dicen eso qué tranquilidad produce!

S. Dalí
Pero en el seno de la familia el caos lo dirige una misma, no hay escapatoria. El culpable no es el director, el jefe, la ministra o la presidenta del gobierno. Mi caos lo tendría que dirigir junto con los otros miembros que viven en mi casa, repartir tareas, responsabilizarse de hacerlas, y acabarlas. Y algo muy importante, apuntarlo todo en la agenda…. El dentista (no solo el tuyo)… la cita previa del DNI… la peluquería (obligatoria siempre), el funeral de aquella amistad, las compras inesperadas o fijas; incluso a veces será necesario llegar al límite de escribir la hora que hay que irse a dormir para no acabar histéricas (o histéricos!), pero sin atropellar las cosas, no por mucho apuntar lo vamos a hacer todo. Por supuesto, también tendremos en la agenda ese tiempo dedicado a Dios y sus cosas celestiales, pues sin Él nada sale. Después saldrá lo que sea.

En todo ello hay que tener en cuenta “los ladrones del tiempo”, aquello inesperado, o aquello que no hemos sabido ponderar si es importante o urgente, o las tres cosas al unísono, pues como ladrones que son te roban el tiempo de la mitad de lo que habíamos apuntado. Bueno, pues tampoco pasa nada, se traslada a otro día, y paciencia que tu caos es tuyo.

La agenda no tiene truco, dicen, sirve la que le vaya bien a uno, la de  papel o clásica, la del móvil, la electrónica, la del ordenador, etc. Lo que no vale es dejarlo todo a la memoria. Y siempre presente aquello que dice un refrán español, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, y añado una cita estupenda que leí el otro día El mañana es el adverbio de los vencidos”, pero sin agobios, hay que saber gestionar el tiempo simplificando!