13 diciembre 2016

La familia, fundamento de la vida social


El Prelado del Opus Dei, Monseñor Javier Echevarría, ha fallecido en Roma en la noche del día de la Virgen de Guadalupe, a la cual tenía mucha devoción, el 12 de diciembre de 2016.
¡Que en la Gloria de Dios goce de la paz eterna!


Publicamos una de sus muchísimas cartas. En este caso, versa sobre el tema de la familia.

"En este tiempo de Navidad, la Sagrada Familia ocupa de modo especial el centro de nuestras miradas. Por eso, resulta lógico que, al contemplar a la trinidad de la tierra, acuda a nuestro corazón, junto a la gratitud y a la adoración, la petición para que en todas partes se respete y se defienda la verdadera naturaleza y dignidad de la institución familiar; y para que especialmente las familias cristianas sean un reflejo del hogar de Nazaret. Así lo leíamos en la plegaria que la liturgia ponía en nuestros labios el pasado 30 de diciembre, fiesta de la Santa Familia de Jesús, María y José, invitándonos a rezar: Señor y Dios nuestro, que nos has dado en la Sagrada Familia de tu Hijo el modelo perfecto para nuestras familias: concédenos practicar sus virtudes domésticas y estar unidos por los lazos de tu amor, para que podamos ir a gozar eternamente, con los tres, de la alegría de tu casa. (Misal Romano, Fiesta de la Sagrada Familia, Colecta).
En su última intervención pública sobre este tema, cerca ya del final de sus días, el Santo Padre Juan Pablo II recordaba que "precisamente contemplando el misterio de Dios que se hace hombre y encuentra acogida en una familia humana, podemos comprender plenamente el valor y la belleza de la familia". En efecto, continuaba el Papa, "la familia no sólo está en el centro de la vida cristiana; también es el fundamento de la vida social y civil y, por eso, constituye un capítulo central de la doctrina social cristiana". (Juan Pablo II, Discurso a los participantes en la Asamblea del foro de las Asociaciones familiares, 18-XII-2004).
También Benedicto XVI insiste en la importancia de comprender a fondo el significado del matrimonio y de la familia en el designio divino, frente a quienes se obstinan en reducirlos a meras construcciones humanas y, por tanto, susceptibles de reformas arbitrarias con el pasar de los tiempos. "En realidad —señala el Papa—, el matrimonio y la familia no son una construcción sociológica casual, fruto de situaciones históricas y económicas particulares. Al contrario, la cuestión de la correcta relación entre el hombre y la mujer hunde sus raíces en la esencia más profunda del ser humano y sólo a partir de ahí puede encontrar su respuesta. Es decir, no puede separarse de la pregunta antigua y siempre nueva del hombre sobre sí mismo: ¿quién soy?, ¿qué es el hombre? Y esta pregunta, a su vez, no puede separarse del interrogante sobre Dios: ¿existe Dios? y ¿quién es Dios?, ¿cuál es verdaderamente su rostro?". (Benedicto XVI, Discurso en la apertura de la asamblea eclesial de la diócesis de Roma, 6-VI-2005).
Al suscitar estos interrogantes, el Papa recuerda algunos principios fundamentales de la Sagrada Escritura; entre otros, que "el hombre ha sido creado a imagen de Dios, y Dios mismo es Amor. Por eso, la vocación al amor es lo que hace que el hombre sea la auténtica imagen de Dios: es semejante a Dios en la medida en que ama" (Ibid). Y el amor, lo sabemos bien, se alza como lo más opuesto al egoísmo.
San Josemaría nos repitió que "nuestra fe no desconoce nada de lo bello, de lo generoso, de lo genuinamente humano, que hay aquí abajo. Nos enseña [la fe] que la regla de nuestro vivir no debe ser la búsqueda egoísta del placer, porque sólo la renuncia y el sacrificio llevan al verdadero amor: Dios nos ha amado y nos invita a amarle y a amar a los demás con la verdad y la autenticidad con la que Él nos ama" (San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 24). Sólo con esta convicción, llevada un día y otro a la conducta personal, al propio hogar, al lugar de trabajo, etc., se podrán refutar con eficacia —con la ayuda de la gracia— las ideas erróneas y lograr que vuelvan a Dios las personas que las sustentan.
Una de las consecuencias inmediatas de esa vocación original al amor se centra en que nadie se pertenece exclusivamente a sí mismo. Todos nos hallamos firmemente entrelazados por los vínculos del mismo origen y del mismo fin, que tienen su fundamento en Dios. Todos estamos llamados a asumir nuestra responsabilidad personal por el bien de la sociedad, cada uno según las circunstancias de su propia situación. En el caso de la familia y del matrimonio, queda claro que las leyes que regulan esas instituciones —tanto las de la Iglesia como las de cualquier sociedad que busque rectamente el bien común— no son sin más una forma impuesta desde fuera, sino "una exigencia intrínseca del pacto de amor conyugal y de la profundidad de la persona humana. En cambio, las diversas formas actuales de disolución del matrimonio, como las uniones libres y el "matrimonio a prueba", hasta el pseudo-matrimonio entre personas del mismo sexo, son expresiones de una libertad anárquica, que se quiere presentar erróneamente como verdadera liberación del hombre. Esa pseudo-libertad se funda en una trivialización del cuerpo, que inevitablemente incluye la trivialización del hombre. Se basa en el supuesto de que el hombre puede hacer de sí mismo lo que quiera: así su cuerpo se convierte en algo secundario, algo que se puede manipular desde el punto de vista humano, algo que se puede utilizar como se quiera. El libertarismo, que se quiere hacer pasar como descubrimiento del cuerpo y de su valor, es en realidad un dualismo que hace despreciable el cuerpo, situándolo —por decirlo así— fuera del auténtico ser y de la auténtica dignidad de la persona" (Benedicto XVI, Discurso en la apertura de la asamblea eclesial de la diócesis de Roma, 6-VI-2005).
Como ciudadanos y cristianos responsables, hemos de hacer todo lo posible para defender y promover los valores irrenunciables en este campo fundamental para la vida de la Iglesia y —no lo olvidemos— de la sociedad civil. Se nos presenta como una de las tareas más urgentes de la nueva evangelización. La obligación de difundir la recta doctrina sobre el matrimonio y la familia afecta a la responsabilidad de todos. Las fiestas de estos días nos lo ponen gráficamente ante los ojos y nos impulsan a no adormecernos, a despertar a muchas otras personas del sueño malo que a veces les acomete.
No quiero terminar sin una mención especial de las familias numerosas, a las que nuestro Padre tenía tanto aprecio. Como fruto de su larga experiencia, solía comentar: "he visto bastantes matrimonios que, cuando el Señor no les da más que un hijo, tienen también la generosidad de dárselo a Dios. Pero no son muchos los que lo hacen así. En las familias numerosas es más fácil comprender la grandeza de la vocación divina y, entre sus hijos, los hay para todos los estados. Pero he comprobado también con acción de gracias al Señor —y no pocas veces—, que otros, a quienes el Señor no les da familia —siendo matrimonios ejemplares—, saben aceptar con alegría la voluntad santa de Dios y dedicar más tiempo a la caridad con el prójimo" (San Josemaría, Apuntes de la predicación. AGP, P03, X-63, pp. 20-21).
Igual que nuestro Padre, todo mi afecto —como el vuestro— se dirige también a los matrimonios a los que el Señor no concede hijos. He visto muchas veces cumplirse a la letra lo que afirmaba nuestro Fundador: que esas familias "no sólo pueden santificar lo mismo su hogar, sino que además disponen de más tiempo para dedicarse a los hijos de los otros, y son ya muchos los que lo hacen con una abnegación conmovedora" (San Josemaría, Apuntes tomados en una tertulia, 10-IV-1969), poniendo en práctica una paternidad y una maternidad fecundísimas. Me consuela el pensamiento de que muchos fieles han llegado a la Obra por la acción generosa de estos "padres y madres".
Recientemente, el Papa Benedicto XVI ha afirmado que "en el actual contexto social, los núcleos familiares con muchos hijos constituyen un testimonio de fe, de valentía y de optimismo, porque sin hijos no hay futuro". Y añadía: "formulo el auspicio de que se promuevan nuevas y adecuadas iniciativas sociales y legislativas para tutelar y sostener a las familias más numerosas, que constituyen una riqueza y una esperanza para todo el país" (Benedicto XVI, Palabras al final de la audiencia del 2-XI-2005). Que estas palabras del Santo Padre nos impulsen fuertemente a seguir esforzándonos para que, en todos los lugares, se ayude a fondo a las familias a cumplir su misión —sobrenatural y humana— indispensable para el futuro de la sociedad.
Volvamos a la contemplación del misterio de la Navidad, que de algún modo se reitera cada día porque diariamente viene Jesucristo a nuestros altares y cotidianamente nace y renace en nuestras almas por la gracia. No dejemos de acudir con frecuencia al "Belén perenne del Sagrario" (San Josemaría, enero de 1939; cit. en Camino. Ed. crítico-histórica preparada por Pedro Rodríguez, Rialp, Madrid 2004, 3ª ed., p. 1051), para pedirle luces y aprender de Él.
Como ya os he señalado antes, todos estamos implicados en esta tarea, primero con una oración generosa y, siempre que sea oportuno, con el consejo adecuado. El Señor, que en Caná de Galilea se sirvió de la docilidad de los sirvientes para convertir el agua en vino, también ahora desea servirse de los cristianos, de nosotros, para renovar sus prodigios, de modo que muchas personas crean en Él (Cfr. Jn 2, 6-11).
+ Javier

Roma, 1 de enero de 2006"

01 diciembre 2016

Sonreír, la mejor receta

En el domingo 27 de noviembre de 2016 se ha iniciado el tiempo de Adviento que corresponde al primer día del Año Litúrgico de los católicos. El Adviento nos ha de preparar para la llegada de Nuestro Redentor, y por lo tanto la Iglesia nos propone unas semanas de austeridad y sobriedad. 

En cambio el entorno y los Black Friday nos invitan a la vorágine de los gastos a
todas horas. Pero si hemos aprovechado precios y oportunidades, sin gastar más allá de lo necesario; si hemos pensado con cariño y amor en la persona a quien van dirigido los regalos; si hemos hecho compras sin impulsos incontrolables, pues bien están los gastos. Además en estos días, hemos participado en la Gran Recogida de Alimentos promovida por el Banco de Alimentos de España, o ¿no? Pues bien está ese acto de caridad. Si tenemos previsto abrir las puertas de nuestra hogar en Navidad para la familia a la que le abrimos los brazos y la besaremos con más amor que nunca, bien está que en estos días ya planifiques el menú de Navidad, un menú con sabor familiar y navideño, que recuerde los mejores momentos vividos en el hogar. 

Por otra parte, la austeridad y la sobriedad no significan solamente controlar los gastos y las compras. También significan controlar el carácter (o el mal carácter); dominar el mal humor y la cara de vinagre. 

Pero sobre todo ¡Sonreír! 


28 noviembre 2016

Enterrar a los muertos

Durante el mes de noviembre hemos rezado con más intensidad por los difuntos, especialmente por los de la familia y amigos. Se han renovado las flores de los cementerios y la Santa Sede ha publicado una instrucción para los fieles católicos sobre la necesidad de enterrar a los muertos.

Los que se dedican a limpiar los bosques, los caminos de montaña, los fondos de los puertos marinos, entre otros lugares, ya hace tiempo que denuncian la acción contaminante de las urnas tiradas en los lugares más insospechados del mar, los campos y las montañas. Los que lo hacen, lo hacen con la mejor buena voluntad y seguramente cumpliendo el deseo del difunto. Sin embargo, no se piensa que desprenderse de las urnas tiene consecuencias medio ambientales.

De forma recurrente lo hemos visto en películas, incluso como anécdotas cómicas. Recuerdo una película (pero no su nombre) que, estando la urna del difunto en la casa de los familiares, a uno de ellos se le cayó al suelo y al infortunado solo se le ocurrió, para compensar el peso, poner jabón en polvo de lavar la ropa, en la urna. Luego la llevaron en una barquita de pesca al mar. Al tirar el polvo sobre la superficie del agua se generó espuma en abundancia. También recuerdo otra película llamada Menú Degustación (España 2013) que trata sobre el cierre de un restaurante, al que son invitados los más fieles clientes. Uno de ellos había muerto, por lo que la viuda compareció con la urna de sus restos… La película acaba con la señora subida a una roca de la costa catalana y vacía la urna sin tener en cuenta la dirección del viento. Así que le vino a la cara toda la ceniza (¡Ag!), La artista, muy dignamente, dejó la urna en la roca, y como si nada, fin.

Creo que hay que dejar a los muertos descansar en paz, y a los vivos también. Hay sitios pensados en los cementerios para esparcir las cenizas y depositar las urnas, todo lo demás puede llegar a ser indigno para aquella persona que murió. Además el trajín del traslado de las urnas de aquí para allá, llevar colgantes de cenizas, repartir urnitas para toda la familia, es alargar la agonía de la ruptura de contacto personal que conlleva la muerte. Y no es bueno, sobre todo para los vivos.

Despidamos a los muertos con dignidad. Además, colaboraremos con la mejora del medio ambiente.

15 noviembre 2016

En la salud y en la enfermedad

Dimematrimonio ha permanecido inactivo. Me he dedicado por entero a mi marido que ha estado muy grave. El mismo día de su cumpleaños, él estaba en la UCI. Por unas horas me pareció sentir en sus manos, que se cogían a las mías, que le había llegado el momento de irse con Dios. Estaba preparado. En esta ocasión el paso por la UCI ha sido importante, con varias transfusiones, respiración asistida y todas esas cosas que se le instalan a un enfermo grave para que no se muera.

Su convalecencia está siendo muy buena, gracias a Dios. Ya salimos a la calle a hacer paseítos. Y se reinician las rutinas. Mucha gente ha estado rezando por él, la familia, las amistades y muchas personas que no le conocen pero que en la santa misa rezan por los enfermos y por sus cuidadores. Y como la oración no se pierde, ha dado sus frutos.

Me quedé agotada debido a tantos días y noches sin dormir. En algunos momentos la actividad de los auxiliares de clínica, los enfermeros y los médicos, en el hospital, fue frenética. Jornadas de poco descanso, haciendo cabezadas de sueño al tiempo que mi marido dormía. Rosarios intensos rezados cómo se podía, misas cortísimas por llegar ya empezadas y salir sin esperar a la bendición final. Un ir y venir de ofrecimientos de obras pues los enfermos también sostienen la Iglesia.

Y en el trabajo profesional, ausente, no se puede estar en dos sitios a la vez ni con el corazón dividido. Has de estar en lo que haces y hacer lo que debes.


Esto ha sido así: Para lo bueno y para lo malo, en la salud y en la enfermedad ningún mérito. Aunque lo malo, Dios mío, si no fuera por Ti, ¿Cómo lo llevaríamos?

02 octubre 2016

Motivos de divorcio

En estos días convulsos de la política española, simultáneamente se han hecho públicas las cifras que anualmente aparecen en otoño sobre las anulaciones, separaciones y divorcios que se confirman cada año. Pero como hemos estado minuto a minuto siguiendo los asuntos socialistas en los que han demostrado, entre otras cosas, la poca capacidad de diálogo que tienen entre ellos, los medios han dado poco eco a los divorcios matrimoniales, para dar paso a las rupturas políticas. El espectáculo que hemos vivido a través de los medios de comunicación, que ha podido enervar a cualquier ciudadano, también me lo imaginé cuando una amiga me explicó que una amiga común al llegar a su casa por la tarde, se encontró a su marido bajo la mesa del comedor en plena acción, con la asistenta de su casa. O que a la tal su marido la ha dejado después de recuperarse de un ictus que le ha dejado unas séquelas en el brazo y pierna izquierda, y en el carácter, que se le ha cambiado y le dice que ahora se aburre con ella.

Estos motivos tan corrientes, vulgares y tan viejos siguen siendo la raíz y la causa de muchísimos procedimientos de divorcios y separaciones. Hemos de aprender de la templanza, saber aguantarnos y controlar las pasiones. No se puede seguir con asuntos de braguetas y aburrimientos. Hay que controlar la parte sensible y de los sentidos y no llevar al caos a un país durante dos años o enviar a la porra a una familia por un polvo debajo de una mesa.

Una sugerencia: Como nadie está a salvo de cometer errores, deberíamos pensar y razonar ¿Qué hago yo para mejorar la sociedad del país en que vivo? ¿Qué hago yo para mejorar en medio de mi familia?



24 septiembre 2016

Dios en familia

La familia que reza unida permanece unida, es una frase que hemos repetido muchas veces desde que la pronunciase por primera vez san Juan Pablo II. No nos cansaremos de buscar la ocasión para hacerlo de nuevo porque conlleva una certeza inmensa. Si la familia se reúne para alimentar el cuerpo mortal, más provecho produce reunirse para alimentar el alma espiritual de cada uno. 

Rezar el rosario, ir a misa juntos, participar de la comunidad eclesial, peregrinar a santuarios y a los lugares santos, es decir, descubrir a Dios en familia. Por ello hoy os paso el link de la web de ZENIT sobre cómo rezar con tu esposo o esposa, según se trate. La lectura del artículo nos refrescará las ideas y, si nos los proponemos, podremos aportar a nuestra vida cotidiana algo nuevo o algo olvidado para dar más fruto a nuestra oración.

Zenit: rezar en el matrimonio

*En la foto, Jornada de las Familias en el Santuario de Torreciudad, 17 de setiembre de 2016.

20 septiembre 2016

La boda en Salamanca

Se produjo una gran movilización de familiares y amigos del novio hacia Salamanca (España) para participar en la boda de Diego y María. La capacidad de convocatoria de la familia era de esperar. Pero una boda en pleno agosto podía resultar imprevisible. Ni Diego ni María habían nacido en esa histórica ciudad, pero la familia materna de ella, sí. Así que allí nos fuimos todos de boda, desde Barcelona a Salamanca. Para mí, ir a la ciudad del Tormes fue una ocasión más para conocer más de cerca mis orígenes paternos.

El sol del ferragosto continental fue impresionante, lo que supuso que el calzado de tacones para la boda resultara irresistible y el abanico imprescindible. Las incidencias que sufrieron los familiares y los mismos novios los días previos a la celebración del matrimonio fueron muchas, tantas que el sacerdote celebrante hizo un resumen al inicio de la homilía que le sirvió para enlazar con la cotidianidad de la vida del matrimonio que acababa de empezar. La catedral Vieja fue el templo que arropó el enlace, un lugar escogido por muchos del lugar para celebrar el día más feliz de sus vidas. En los accesos en los días del fin de semana de la Virgen Santísima vimos coches de caballos, coches de época, limusinas… todo tipo de transporte con felices parejas que acaban de iniciar su camino matrimonial.

Las incidencias de nuestros amigos no fueron poca cosa… averías de vehículos, gastroenteritis agudas, idas y venidas del hospital de la Trinidad, por poner unos ejemplos, así como el extravío del texto de la homilía que iba platicar el sacerdote. Todo ello fueron ejemplos de cosas que pasan en la vida cotidiana, que no nos han de asustar pues las incidencias es la vida misma llena de sorpresas de ese futuro mediato o inmediato que ni se intuye.

En nuestro turismo particular descubrimos el astronauta de la fachada de la catedral Nueva, el cráneo con la tortuga de la fachada en rehabilitación de la Universidad de Salamanca y muchas curiosidades más, como las raciones de hornazo y las de jamón de Guijuelo. Alerta!! El hornazo es una empanada potentísima, propia para el tiempo de frío pues contiene lomo, jamón y chorizo, así que a 37 grados centígrados para mí fue imposible probar, pero muchas personas no se lo pensaron dos veces: el hornazo desaparecía de las bandejas de las tiendas al uso.


Gracias a Dios, a nosotros en esta ocasión, las incidencias nos pasaron de largo, pero por poco tiempo!