20 mayo 2015

Unos suegros estupendos

Los suegros son una institución familiar importante para el matrimonio de nuestros hijos. Pero, los suegros pueden ser un baluarte, un apoyo o un bien en general para ellos; o convertirse en un obstáculo tremendo para la armonía matrimonial. En las relaciones entre yernos o nueras con los suegros se presentan todo tipo de situaciones que se han de saber gestionar desde el primer momento, desde el mismo instante del anuncio de la boda, o incluso en el noviazgo.

En los preparativos de la boda, quizá tú querrías hacer las cosas de otra manera, o bien querrías participar en algo o en algo más, pero ¡alerta! se invade el territorio contrario. La mayoría de las veces se hace de muy buena fe, es decir porque los quieres, tanto al hijo como a la futura nuera, o a la hija como al futuro yerno. Sin embargo, vas metiendo la pata y creando desasidos. Entonces, hay que llegar a la conclusión rápidamente (bien por la propia inteligencia o bien por la mala experiencia vivida) que lo que da resultado es mantenerse al margen de las decisiones de los hijos, salvo que pidan consejo. Por otro lado, es muy recomendable estar siempre disponibles. Unos hijos serán más apegados, otros más desprendidos, da igual, pero, al casarse, los dos esposos son una sola carne y no es lo mismo que el hijo o la hija que tenías en casa.

Estas reflexiones me sorprendían en la cabeza, cuando mi marido y yo veíamos sentados en el sofá de casa la película francesa ¡Dios mío! Pero qué te hemos hecho (2014). Nos reímos muchísimo y nos sentimos solidarios con aquellos padres que habían casado a sus cuatro bellas hijas. Los yernos eran totalmente diferentes en sus creencias, en sus costumbres y en sus orígenes, cosa que en los tiempos actuales es algo corriente. El contraste entre los yernos resultaba explosivo y chocante y ahí los padres de las hijas intentaban hacer lo posible para que no se produjera ningún cataclismo familiar. Sin embargo no siempre las soluciones de los padres eran efectivas, en el sentido de ser efectivas para conseguir la paz familiar o paliar los disgustos.

¡Dios mío! Pero qué te hemos hecho es una película apta, muy amena, taquillera, para pasar un buen rato en…. familia.