10 noviembre 2013

¿Cómo ser feliz con 1, 2, 3 … hijos?

Este es el título de un libro de una mujer extraordinaria, la señora Rosa Pich-Aguilera Roca. 

Lo presenta este martes 12 de noviembre de 2013 a  las 19 horas en el centro comercial de El Corte Inglés en la población de Sabadell (Barcelona). 

Lo más maravilloso es que es madre de 18 hijos. La familia Postigo-Pich Aguilera, de Barcelona, en la actualidad es la familia con hijos escolarizados más numerosa de España, y posiblemente de Europa. Han protagonizado recientemente un documental de la BBC sobre The biggest family in the world, además de aparecer con frecuencia en diversos medios de comunicación de nuestro país.
En este libro nos explica cómo se organizan, cómo viven en familia y lo bien que se lo pasan. Es un libro lleno de anécdotas y divertidas historias protagonizadas por sus hijos, su marido, los amigos, etc., nos cuenta el día a día de su familia, de los retos a los que se enfrentan y de la maravillosa aventura que supone la vida familiar. Un libro lleno de la experiencia práctica que proporciona una familia numerosa y que nos demuestra que los hijos (uno, dos, tres o más) son la fuente de felicidad del hogar. Ha sido editado por ediciones Palabra.


05 noviembre 2013

La encuesta sobre la familia

Tal cual han dado la noticia en los medios de comunicación populares parece que el Papa Francisco haya salido a la calle con un micro y un encuestador, y vaya preguntando a quien pase por su lado una serie de preguntas sobre la familia y sus miembros. Sin embargo ni es tan frívolo el tema ni tan oportunista. Se trata de la preparación a la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, y para la que se ha elaborado un documento, que llaman “preparatorio”, con el lema Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización, presentado este 5 de noviembre de 2013. En él se incluye un cuestionario del que se dice textualmente: Las siguientes preguntas permiten a las Iglesias particulares participar activamente en la preparación del Sínodo Extraordinario, que tiene como objetivo anunciar el Evangelio en los actuales desafíos pastorales en relación a la familia.

Los temas del cuestionario son importantes y actuales, ya que la Iglesia Católica quiere profundizar sobre ellos:

1. Sobre la difusión de la Sagrada Escritura y del Magisterio de la Iglesia en relación a la familia
2. Sobre el matrimonio según la ley natural
3. La pastoral de la familia en el contexto de la evangelización
4. Sobre la pastoral para afrontar algunas situaciones matrimoniales difíciles
5. Sobre las uniones de personas del mismo sexo
6. Sobre la educación de los hijos en las situaciones matrimoniales irregulares
7. Sobre la apertura de los cónyuges a la vida
8. Sobre la relación que existe entre la familia y la persona
9. Otros desafíos y propuestas.

Se hará un trabajo serio y de gran valor pastoral, como todos los que surgen de los sínodos, cuyos trabajos iremos siguiendo, y en la medida de nuestras posibilidades iremos informando lo mejor que sepamos. En el link que adjuntamos se incluye el desarrollo de los temas citados con todas las preguntas, que a muchos ha sorprendido en demasía. Cabe añadir que el cuestionario fue enviado a los obispos el 18 de octubre de 2013, de acuerdo a una carta del arzobispo Lorenzo Baldisseri.



04 noviembre 2013

La magia está servida

Si no te gusta la magia mejor no veas la película El increíble Burt Wonderstone. Se trata de un film familiar, apto para todos, que destaca los valores de la amistad y el esfuerzo por hacer aquel trabajo por el que tú crees que vale la pena entregarse. La primera parte del film está llena de estereotipos artísticos, demasiado clásicos y vistos, pero de ahí provendrá que se hunda el espectáculo de magia que estábamos viendo, y de paso al ocaso de un gran artista de Las Vegas que no ha sabido renovarse porque ha preferido encasillarse en la comodidad. Sin embargo, cuando aparece el camaleónico Jim Carrey, la magia adquiere un aspecto de sangre y riesgo, un poco exagerado y lunático, pero es así su personaje. Finalmente y por sorpresa aparece en una escena muy corta el fabuloso David Copperfield y entiendes un poco más los ingeniosos trucos de magia, cosa que queda confirmada en los créditos del final. En definitiva, The Incredible Burt Wonderstone (USA, 2013) es una película para verla y estar en familia, está pincelada con notas de humor y alguna carcajada, pero es realmente simpática. 

03 noviembre 2013

Permiso, perdón y gracias

El santo padre Francisco con sus buenas dotes de comunicador no nos da tiempo de leer, escuchar y ver todo lo que nos dice cada día. La web del Vaticano se ha modificado y adaptado a este nuevo hacer del Papa, que habla diferente pero no cambia ni modifica un ápice la exigencia de la doctrina católica ni propiamente la doctrina. Su capacidad comunicativa, tan directa y a la vez asertiva, nos cautiva a todos, y también a los medios de comunicación que como el mismo Papa dice: La televisión e internet son una plaza que se ensancha sin fronteras.

Esta frase tan descriptiva de lo que son los medios está extraída del discurso  a las Familias del Mundo con ocasión de su Peregrinación a Roma en el Año de la Fe, el pasado sábado 26 de octubre de 2013. Allí habló a las familias congregadas, pero también a todas las que estábamos en nuestros hogares, o trabajando, o en un hospital, etc.  Nos habló de los agobiados y atribulados, de las dificultades, del sacramento del matrimonio, del trato dentro de la familia entre unos y otros, de esa caridad y amor entre todos pidiéndonos permiso para hacer las cosas, perdonando y dando las gracias. Y también re refirió a los abuelos, los cuales dice el Papa son la sabiduría de la familia, son la sabiduría de un pueblo. Con todo ello, nos impelió a preguntas, provocando en nosotros un estímulo para nuestro examen de conciencia

“Pero qué hermoso matrimonio, qué bonita ceremonia, qué gran fiesta!”. Eso no es el Sacramento; no es ésa la gracia del Sacramento. Eso es un adorno. Y la gracia no es para decorar la vida, es para darnos fuerza en la vida, para darnos valor, para poder caminar adelante. Sin aislarse, siempre juntos. Los cristianos se casan mediante el Sacramento porque saben que lo necesitan. Les hace falta para estar unidos entre sí y para cumplir su misión como padres: “En la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad”. Así dicen los esposos en el Sacramento y en la celebración de su Matrimonio rezan juntos y con la comunidad. ¿Por qué? ¿Porque así se suele hacer? No. Lo hacen porque tienen necesidad, para el largo viaje que han de hacer juntos: un largo viaje que no es a tramos, ¡dura toda la vida! Y necesitan la ayuda de Jesús, para caminar juntos con confianza, para quererse el uno al otro día a día, y perdonarse cada día. Y esto es importante. Saber perdonarse en las familias, porque todos tenemos defectos, ¡todos! A veces hacemos cosas que no son buenas y hacen daño a los demás. Tener el valor de pedir perdón cuando nos equivocamos en la familia… Hace unas semanas dije en esta plaza que para sacar adelante una familia es necesario usar tres palabras. Quisiera repetirlo. Tres palabras: permiso, gracias, perdón. ¡Tres palabras clave! Pedimos permiso para ser respetuosos en la familia. “¿Puedo hacer esto? ¿Te gustaría que hiciese eso?”. Con el lenguaje de pedir permiso. ¡Digamos gracias, gracias por el amor! Pero dime, ¿cuántas veces al día dices gracias a tu mujer, y tú a tu marido? ¡Cuántos días pasan sin pronunciar esta palabra: Gracias! Y la última: perdón: Todos nos equivocamos y a veces alguno se ofende en la familia y en el matrimonio, y algunas veces –digo yo- vuelan los platos, se dicen palabras fuertes, per escuchen este consejo: no acaben la jornada sin hacer las paces. ¡La paz se renueva cada día en la familia! “¡Perdóname!”. Y así se empieza de nuevo. Permiso, gracias, perdón. ¿Lo decimos juntos? (Responden: Sí). ¡Permiso, gracias, perdón! Usemos estas tres palabras en la familia. ¡Perdonarse cada día! (fragmento del discurso referido).

Al día siguiente, en la homilía en la santa misa de clausura de la peregrinación de las familias, en la plaza de san Pedro de Roma, nos invitó a meditar las lecturas del domingo 27 de octubre de 2013.  Se refirió a orar en familia: Todas las familias tenemos necesidad de Dios: todos, todos. Necesidad de su ayuda, de su fuerza, de su bendición, de su misericordia, de su perdón. Y se requiere sencillez. Para rezar en familia se necesita sencillez. Rezar juntos el “Padrenuestro”, alrededor de la mesa, no es algo extraordinario: es fácil. Y rezar juntos el Rosario, en familia, es muy bello, da mucha fuerza. Y rezar también el uno por el otro: el marido por la esposa, la esposa por el marido, los dos por los hijos, los hijos por los padres, por los abuelos… Rezar el uno por el otro. Esto es rezar en familia, y esto hace fuerte la familia: la oración.

También nos invitó a ser familias misioneras de la fe y a conservarla en familia, en las cosas de todos los días. Su última pregunta, diciéndonos que nosotros mismos nos diéramos la respuesta fue: ¿Hay alegría en tu casa? ¿Hay alegría en tu familia? […] En el fondo de este sentimiento de alegría profunda está la presencia de Dios, la presencia de Dios en la familia, está su amor acogedor, misericordioso, respetuoso hacia todos. Y sobre todo, un amor paciente: la paciencia es una virtud de Dios y nos enseña, en familia, a tener este amor paciente, el uno por el otro. Tener paciencia entre nosotros. Amor paciente. Sólo Dios sabe crear la armonía de las diferencias. Si falta el amor de Dios, también la familia pierde la armonía, prevalecen los individualismos, y se apaga la alegría. Por el contrario, la familia que vive la alegría de la fe la comunica espontáneamente, es sal de la tierra y luz del mundo, es levadura para toda la sociedad.



30 octubre 2013

Volver a amar

Según nos explica el señor Alfonso Méndiz en su web sobre Cine y Publicidad, una de nuestras webs favoritas, el vídeo del que adjunto el link ha salvado matrimonios: 

Es un vídeo breve de 5 minutos, mezcla de emoción sincera y pinceladas tragicómicas, que formó parte de aquel precioso filme  “París, je t’aime”. De los 18 cortos allí reunidos, éste de Isabel Coixet es quizás el más valioso.Su historia nos habla de volver a amar cuando el amor parece perdido, o, mejor, cuando los sentimientos se han esfumado. Nos habla de volver a “valorar” al amado: volver a descubrirlo y volver a enamorarse. En el fondo, su mensaje se resume en esto: amar da sentido a nuestra vida, y da sentido a los sacrificios más costosos, a todo lo que podría ser monótono. 

A mi me ha gustado mucho y por eso lo quiero compartir con vosotros. Es muy recomendable, también para los no casados pues cualquiera de nosotros puede ayudar a un familiar, a un amigo, a un hijo... a salvar su matrimonio. 

El video que ha salvado matrimonios

27 octubre 2013

El nombre del Matrimonio

Se explica la historia de una mujer que tenía en su casa un piano, ella lo tocaba con mucha frecuencia, y con mucha insistencia. Ocurrió que un día oyó que sonaba el timbre de su casa, desde la calle. No esperaba a nadie, no solía tener visitas. Así que sorprendida, acudió al recibidor de su casa dándole vueltas, y pensando en quién podría ser. Estuvo tentada en no contestar. Finalmente descolgó el interfono y dijo:
- ¿Quién es?
Una voz ronca y de hombre le respondió -Soy el afinador de pianos.
La mujer se quedó más sorprendida todavía, y gritó ¿Cómo?, ¡si yo no he avisado al afinador!,
Aquella voz le habló, con una sonrisa en los labios imperceptible para ella, diciendo:
- Sí señora, usted no lo ha hecho, pero los vecinos ¡SI!


Y efectivamente, no llamamos al afinador. Pero no esperemos a que alguien lo haga por nosotros. Hemos de tener en cuenta que nuestra vida, es decir todo aquello que hagamos, tiene repercusiones buenas o malas hacia los demás. Siempre reciben las consecuencias más inmediatas, los que están más cerca, nuestro esposo (esposa, en el caso de ellos), los hijos, otros familiares, vecinos, compañeros de trabajo… Todos somos responsables de las almas que nos rodean, para bien o para mal. Si sobreabundamos en vida interior, nuestra repercusión hacia los demás será más buena. Y para ello hemos de REZAR, y eso no significa haberse santiguado ayer…sino cada día, y hacer una ratito de oración, leer el Evangelio y también algún libro espiritual o de vida de santos, rezarle a la Virgen santísima un rosario, y por supuesto oír la santa misa. Todo eso nos hará crecer en vida interior. 

Y además cuando recemos por los demás, decir los nombres, sus propios nombres. En el Matrimonio, el  nombre es el de nuestro marido, ese es el nombre básico de nuestra vida, e ir añadiendo todos y todos los nombres de los demás. Pues rezar no es un complemento, es el fundamento de nuestra vida para llevar almas a Dios, pues lo que realmente queremos es llegar al Cielo y encontrarlas a todas!

21 octubre 2013

Yo me quedo con Dios

No va desencaminado el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, el Dr. Juan Antonio Martínez Camino, cuando refiere que el matrimonio homosexual es diabólico, palabras que también se le atribuyen al Papa Francisco, cuando era Arzobispo de Buenos Aires en Argentina. Aquí no nos referimos a las personas que son homosexuales, nada más lejos de nuestro sincero interés. A cada cual se le ha de querer en su condición y con extrema caridad, según nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica. Además son hijos de Dios como cualquiera. Nos referimos a los actos humanos, que pueden ser buenos o malos.

Los actos moralmente malos pueden crear estructuras de pecado, tele dirigidas por el diablo, que existe sin lugar a dudas, pero sin aquel aspecto que le atribuye el teatro o el arte, es decir, no es de color rojo, no tiene cuernos ni larga cola. El diablo es un espíritu malo, que alimenta la maldad y se abasta de personas que desconocen el bien de Dios y las lleva a su interés para destruir, o intentar hacerlo, todo aquello que Dios ha creado y ama. En esas cosas, usa a su antojo, con deliberada maldad, a aquellas personas que practican actos inmorales. A veces estos actos son fruto de la ignorancia, o del vicio, o de la desorientación. En esas debilidades, el diablo se lleva a hombres y mujeres, sin darse ellos cuenta, adónde le apetece. En este sentido, la desviación en contra del matrimonio natural, va creando una estructura peligrosa, equiparando en la base las uniones entre personas del mismo sexo a las uniones heterosexuales. A tal desviación sobre la ley natural, ya se van sumando otras uniones, en aras de no molestar a nadie y de que todo vale, es decir, al relativismo práctico. Hemos leído recientemente, por ejemplo, el caso de aquella mujer que se ha casado consigo misma; o las ya conocidas uniones entre perros, bendecidas por personas; o la señora que se casa con su gato, o cualquier cosa por el estilo. Esta estructura diabólica, compuesta de actos inmorales es lo que se llama estructura de pecado. Aquí no se ataca a las personas, sino a sus actos, pues muchísimas veces no conocemos la moral de los actos que realizamos y nos lleva a errar, incluso a los más puestos y doctos.

En paralelo a esta desvirtuación del matrimonio natural, debido al diabólico plan referido, se está estudiando en Europa el crecimiento de la poligamia por parte de hombres y mujeres musulmanes que, como sabemos, en su religión estos matrimonios están permitidos, mientras el hombre pueda mantener a sus esposas. En cualquier caso, el Matrimonio católico recibe los envites de una sociedad que lo admite casi todo, menos a Dios, aunque esté en peligro su propia naturaleza original. Entiéndase que la unión que no sea entre un hombre y una mujer es totalmente estéril y no reporta nada a la sociedad. Y cualquier tipo de poligamia, es denigrante para las mujeres que forman parte de esa unión y para la sociedad en la que viven, pues la mujer es apartada por el interés sexual y exclusivo de un varón que se encapricha por más de una mujer, relegándolas a ser solamente un objeto de su deseo.


En definitiva, las personas, los seres humanos, podemos hacer el bien o podemos hacer el mal, el cual no siempre lo reconocemos como tal, pero el diablo sí lo sabe. Y aquí nadie se ha de ofender pues nadie es más perfecto que Dios, todos nos equivocamos, y todos ¡todos! tenemos tentaciones hacia el mal.

Así que yo prefiero amar y creer en todo aquello que Dios ha revelado y ha revelado de sí mismo. Y si Dios nos dice que lo mejor para un hombre y una mujer es unirse entre sí, ser una sola carne, multiplicarse y amarse hasta la que la muerte los separe, me quedo con ello y dejo estar otras uniones más materiales que sagradas y que no llevan más que al precipicio de uno mismo.