19 octubre 2013

¡Estoy ojiplática!

Es decir ¡Asombrada! ¡Sorprendida!  Pues hemos conseguido publicar ¡400! artículos nuevos y diferentes sobre el matrimonio católico en 946 días con 55816 visitas de todo el mundo especialmente de América, de norte a sur; de Europa, a resaltar España, Alemania y Rusia; y de Asia ¡China!; y más lejos de nosotros ¡Australia! Si nos sigues en el Twitter, 927 twitts. Y todo ello sin publicidad. 
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Mi marido, Joan, y yo os damos las gracias por tanto entusiasmo 
en seguir leyéndonos y twitteando.

17 octubre 2013

Amor fiel y exclusivo

Releer los textos del Magisterio de la Iglesia abre siempre luces en nuestra alma y en nuestro corazón sensible. Por ello es muy recomendable volver a ellos para hacer un repaso o iniciar una lectura interesante. 

Hoy proponemos la Encíclica Humanae Vitae la cual se centra en el tema de la transmisión de la vida, concedida a los esposos como colaboradores de Dios. Esta encíclica la publicó Su Santidad Pablo VI el 25 de julio de 1968. En los puntos 8 y 9 el Papa escribe sobre el amor conyugal al cual le atribuye las características de: amor humano, total, fiel y exclusivo hasta la muerte, y fecundo. Estos aspectos básicos nos pueden llevar a la reflexión interior de cómo vivimos en el seno de nuestro matrimonio estas características que lo conforman.

El amor conyugal

8. La verdadera naturaleza y nobleza del amor conyugal se revelan cuando éste es considerado en su fuente suprema, Dios, que es Amor, "el Padre de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra". El matrimonio no es, por tanto, efecto de la casualidad o producto de la evolución de fuerzas naturales inconscientes; es una sabia institución del Creador para realizar en la humanidad su designio de amor. Los esposos, mediante su recíproca donación personal, propia y exclusiva de ellos, tienden a la comunión de sus seres en orden a un mutuo perfeccionamiento personal, para
colaborar con Dios en la generación y en la educación de nuevas vidas.
En los bautizados el matrimonio reviste, además, la dignidad de signo sacramental de la gracia, en cuanto representa la unión de Cristo y de la Iglesia.

Sus características


9. Bajo esta luz aparecen claramente las notas y las exigencias características del amor conyugal, siendo de suma importancia tener una idea exacta de ellas. Es, ante todo, un amor plenamente humano, es decir, sensible y espiritual al mismo tiempo. No es por tanto una simple efusión del instinto y del sentimiento sino que es también y principalmente un acto de la voluntad libre, destinado a mantenerse y a crecer mediante las alegrías y los dolores de la vida cotidiana, de forma que los esposos se conviertan en un solo corazón y en una sola alma y juntos alcancen su perfección humana. Es un amor total, esto es, una forma singular de amistad personal, con la cual los esposos
comparten generosamente todo, sin reservas indebidas o cálculos egoístas. Quien ama de verdad a su propio consorte, no lo ama sólo por lo que de él recibe sino por sí mismo, gozoso de poderlo enriquecer con el don de sí.

Es un amor fiel y exclusivo hasta la muerte. Así lo conciben el esposo y la esposa el día en que asumen libremente y con plena conciencia el empeño del vínculo matrimonial. Fidelidad que a veces puede resultar difícil pero que siempre es posible, noble y meritoria; nadie puede negarlo. El ejemplo de numerosos esposos a través de los siglos demuestra que la fidelidad no sólo es connatural al matrimonio sino también manantial de felicidad profunda y duradera.

Es, por fin, un amor fecundo, que no se agota en la comunión entre los esposos sino que está destinado a prolongarse suscitando nuevas vidas. "El matrimonio y el amor conyugal están ordenados por su propia naturaleza a la procreación y educación de la prole. Los hijos son, sin duda, el don más excelente del matrimonio y contribuyen sobremanera al bien de los propios padres". 


Encíclica Humanae Vitae

15 octubre 2013

Vivir a tu lado

Cada día surgen más ejemplos de personas longevas. En España viven 8680 hombres y mujeres de más de 100!! Años. Los estudios gerontológicos indican que se vive más años pero en el caso de que la persona haya podido vivir una vida ordenada y metódica, estabilidad que la posibilita el seno del matrimonio con hijos, por la necesidad de establecer un orden de horarios y actividades familiares, además de las alegrías que siempre aportan los más pequeños, emoción que se transmite por generaciones, disfrutando los más pequeños junto a los más mayores de la familia. 

Todo ello conlleva a trabajar en cualquier tarea doméstica, profesional o de voluntariado, llenando de trabajo bien cumplido el inexorable minuto de sesenta segundos, como así escribió el británico Ruyard Kipling de cuya esposa, Carrie, se decía que la flojera y la Sra. Kipling no podían estar en el mismo lugar.


11 octubre 2013

la emoción de la ira

¿Cuántas veces nos enzarzamos en discusiones en el seno del matrimonio? Es evidente que hay que hablar, dialogar, discutir, poner en común, llegar acuerdos, pactos…. Pero no siempre ponemos buen tono, nos enfadamos, nos sube la presión, tenemos ganas de pronunciar palabradotas, las decimos…, en definitiva, nos desgastamos y faltamos a la caridad. Veamos pues si gestionando bien las emociones, es decir, aplicando las herramientas de la inteligencia emocional, podremos ser capaces de conversar, escuchar, hablar, aunar posiciones, sin demasiado desgaste y además felices.

Hay temas muy importantes en el matrimonio que requieren horas como pueda ser la educación de los hijos o la suscripción de una hipoteca; otras veces, es simplemente decidir sobre qué marca de macarrones hay que comprar para cocinarlos con un buen picadillo de carne. No todo es igual de importante ni con todo hemos de poner la misma energía. En lo que ahora llamamos inteligencia emocional*, uno de los campos es el de identificar las emociones humanas básicas y qué desgaste de energía realizamos con ellas.

Par el caso de aquella reacción emocional como consecuencia de la ira, una reacción bastante difícil de controlar, podríamos estudiar y reflexionar algunas frases y escoger una o más para utilizarlas en aquellos momentos en los que a veces nos parece que estamos en medio de un territorio comanche. Utilizando nuestro auto conocimiento, nos pararemos a escuchar, a no decir burradas, a valorar otras posiciones, y a amar mucho más a nuestro esposo (o esposa en caso de ellos).

(Supuesto práctico) Hemos de partir de la base que ahora nos encontramos pensando en una situación que nos ha generado un buen enfadado, hemos reaccionado mal, hemos gritado, incluso con palabras malsonantes y de nada ha servido todo el lío que se ha montado. En frío, nos damos cuenta de ello, lo cual ya es valiente porque estamos examinando nuestra conducta. Así que, ahora, con serenidad, haremos la elección de una (o más) frases que nos ayuden a dialogar de nuevo pero con tranquilidad, sin demasiado desgaste, pues cualquier discusión puede dejarte hecho polvo, y minar el matrimonio.

Los pensamientos han de intentar ser positivos, aquí van unos cuántos, el resto es cosa vuestra:

Esta vez no me ha salido bien
La próxima vez será mejor
Yo puedo
“Tú si que vales”
“Chin! Pues algo tendré que aprender”
Basta!!
Adelante!
He tenido un mal día
A la tercera va la vencida
Suerte y al toro!
Mañana será otro día
El No ya lo tienes
Para y piensa


*Mis saludos a la psicóloga Mónica Lapeyra

05 octubre 2013

Amar en los sueños

La eutanasia legal o ilegal es directamente matar a una persona que nos hace sufrir o la vemos sufrir tanto que no lo podemos soportar. Sin embargo es de admirar y copiar el ejemplo de muchas personas que pudiendo suprimir esa carga emocional tan impresionante, la convierten en esperanza, poniéndose en manos de Dios. Así vemos el transcurso de los 29 años de la vida de una una mujer que los vivió en estado de coma, llamada Anne Saphiro, cuyo esposo la cuidó sin respiro durante todos esos años. Ella durmió extensamente todo ese tiempo y Martin la cuidó hasta el extremo. Ahora esta historia se ha despertado de nuevo para hacernos ver que aún y a pesar del sufrimiento de esos sueños casi sin fin, nuestra actitud de amor, de paciencia y esperanza nos puede hacer personas todavía mejores, más llenas de Dios por nuestra identificación con Jesucristo y sin ensuciarnos las manos con un homicidio. Anne y Martin se habían casado para siempre, ella entró en coma a los 50 años y se despertó a los 79, y sobrevivió a la muerte de Martin de tal manera que llegó a vivir hasta los 90 años!



(Al pie sigue el link de toda la noticia)

01 octubre 2013

Sal y luz

En el matrimonio se dan situaciones que pueden dificultar su paz y su crecimiento. No hay situaciones fáciles. No hay situaciones únicas. No podemos resolverlo todo. No sabemos nada, o casi nada. Por ello hemos de acudir a los moralistas cuando surgen esas situaciones que no entendemos muy bien y por ello nos tiramos a la crítica. Los moralistas son los sacerdotes. Los sacerdotes católicos son los que han de resolver los casos de moral de los cónyuges. A ellos hemos de exponer nuestras consultas, nuestras dudas, pues en materia de moral cristiana son los que saben más. Es conveniente que se traten individualmente los casos, pues cada uno tiene su respuesta aunque muchos se parezcan entre si. 

La Exhortación apostólica “Familiares Consortio”, del beato Juan Pablo II, y que hemos citado ya varias veces en este blog, recoge en abundancia toda la doctrina católica sobre el matrimonio y la familia. Para las situaciones difíciles el Papa se dirige a la ayuda de la comunidad eclesial, no es pues un comentario gratuito que hoy hacemos, es una exhortación del Papa.

“[…]..Otros momentos difíciles en los que la familia tiene necesidad de la ayuda de la comunidad eclesial y de sus pastores pueden ser: la adolescencia inquieta, contestadora y a veces problematizada de los hijos; su matrimonio que les separa de la familia de origen; la incomprensión o la falta de amor por parte de las personas más queridas; el abandono por parte del cónyuge o su pérdida, que abre la dolorosa experiencia de la viudez, de la muerte de un familiar, que mutila y transforma en profundidad el núcleo original de la familia…[…] En estas diversas situaciones no se descuide jamás la oración, fuente de luz y de fuerza, y alimento de la esperanza cristiana.” (Extracto punto 77).

Así se da el caso de matrimonios civiles que por estar bautizados, los cónyuges puedan creerse que están casados ante Dios; o aquellas parejas de cristianos que no se casan, aun pudiendo, para no perder la pensión del estado; o aquellas parejas que estando casadas por la Iglesia, se divorcian y se vuelven a casar por lo civil… todos ellos y todas ellas ¿Pueden oír misa? ¿Pueden comulgar? Estos son planteamientos generales que muchos conocemos. Si se precisa una respuesta porque un familiar o una amistad están en un caso igual o parecido, hay que consultar al sacerdote, y, a ser posible, que la hagan los propios interesados. El Espíritu Santo hará el resto.

De esta manera podremos ser luz, con nuestra oración y consejo, y sal, al ser sembradores de paz y alegría en la familia y en las amistades.

24 septiembre 2013

Para ser santo en el matrimonio

Hay que tener claro una serie de cosas prácticas y recordarlas día tras día. De todas maneras si se consigue recordarlo todo es heroico, y de medalla o condecoración sin necesidad de ir a un campo de batalla, pero nuestro fin último es ir al cielo, o no?:
Vamos a listar 20 cosas:

*Nuestro terreno para la santidad si estás casado, es el Matrimonio.
*La identificación con alguien a imitar es Cristo.
*El nombre del camino hacia el cielo es el nombre de nuestro esposo 
(o esposa, en caso de ellos).
*Todo ha de nacer del amor, de la entrega, no solo de los sentimientos.
*Evitar la idealización de que el cónyuge ya es un santo (o santa, para ellos).
*El enemigo del Matrimonio es la soberbia.
*Evitar el dominio del otro (o de la otra, para ellos).
*El gobierno de la casa, del hogar, ha de llevarse en común. (Alerta! que nosotras somos muy listas y sabemos mucho….)
*Hay repartirse las responsabilidades, según las aptitudes y tareas.
*Evitar la queja constante.
*Buscar el respeto de la autonomía del otro en sus gustos, aficiones, amistades, siempre que no afecte al entorno familiar.
*En la vida espiritual, cada uno tiene su velocidad libremente, cada uno ha de respetar al otro.
*Se ha de dialogar siempre.
*Hacer actividades en común fuera de casa, sin los hijos u otros familiares, los esposos solos (Este campo es difícil).
*En el ambiente laboral, saber poner los medios para evitar hacer confidencias ni recibirlas
*Buscar puntos de unión
**Y preguntarse:
¿Estoy realmente amando a mi marido? (¿Estoy realmente amando a mi esposa?, en caso de ellos)
¿Cuántas veces le he pedido perdón?
¿Cuántas veces le he dicho que le quiero?