Mostrando entradas con la etiqueta Reflexiones sobre el matrimonio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Reflexiones sobre el matrimonio. Mostrar todas las entradas

28 enero 2012

Redes familiares

El tema del matrimonio sigue en la brecha como una de las cuestiones centrales de la Nueva Evangelización, tema del que oiremos hablar a lo largo de este año 2012. El matrimonio ha de ser evangelizado nuevamente para que evangelice a la sociedad. Los cambios de la segunda parte del siglo pasado, desde los económicos, los filosóficos… sociales, religiosos, etc. azotan como un reactivo. Pero no vamos caminando solos, tenemos a los Santos Padres de la Iglesia y a todos sus pastores para conducir la grey, con todo el amor de Dios.

A su vez tenemos muchos textos, cartas, encíclicas, discursos, homilías, que todavía no hemos asimilado del todo, para poder estudiar mucho más de lo ya sabemos sobre la familia y el matrimonio. Por eso no nos han de desanimar esas cifras agobiantes y alarmantes sobre el aumento de las rupturas respecto de los matrimonios. Parece que un documento clave y de donde surge una revolución en el conocimiento sobre este tema es la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, de 22 de noviembre de 1981, del Beato Juan Pablo II, que a pesar de los años que han pasado desde su edición es de  inagotables frutos.

El Presidente del Consejo Pontificio para la Familia, Cardenal Ennio Antonelli,  en una conferencia reciente que tuve el privilegio de escuchar en esas Jornadas que ya mencioné otro día, la citó constantemente y a su vez destacó la necesidad de afrontar los asuntos candentes que la familia y el matrimonio cristiano padecen. Por eso, y entre otras cosas, recordó y estimuló un proyecto que ya funciona a nivel planetario: las redes familiares (en forma de Foros, Asociaciones, Entidades, Colegios…) en donde las familias se interconectan para trabajar conjuntamente con los mismos propósitos.

En el link adjunto está la exhortación apostólica citada, texto largo y bellísimo para una lectura meditada a corto y largo plazo.

Familiaris Consortio. Vaticano

31 diciembre 2011

Para no cansarnos en nuestra vocación matrimonial

No tiene desperdicio la homilía del Cardenal Rouco Varela, Presidente de la Conferencia Episcopal Española, pronunciada en la misa celebrada en la plaza Colón de Madrid, en ocasión de la celebración litúrgica de la Sagrada Familia del día 30 de diciembre pasado. Es una catequesis para todos sobre el Matrimonio, la familia, los hijos, la vida cristiana, un documento para leer, meditar, rezar, estudiar, enseñar, difundir y sin miedo ponerlo en práctica, a ser posible durante toda la vida.

El siguiente extracto es solo eso un fragmento:

¡Cuánto cuesta hoy a una sociedad tan intensamente influida y condicionada por una visión materialista y egocentrista del hombre y de su historia comprender y aceptar el Evangelio de la vida, del matrimonio y de la familia! No se quiere caer en la cuenta de que si el amor conyugal no es planteado, vivido y realizado en todo momento como una mutua donación entre marido y mujer generosa y gratuitamente abierta a la donación de la vida a los hijos, pierde su autenticidad y, más pronto o más tarde, se pierde a sí mismo.

Homilia del Cardenal Rouco Varela del 30-12-11

22 diciembre 2011

Canto nupcial

En el libro del Cantar de los Cantares podemos leer uno de los cantos de amor más bellos, escritos nunca. Es un canto nupcial y de enamoramiento, y puede sorprender que en la Sagrada Biblia nos encontremos con esos textos. Pero en la Biblia no hay nada baladí, ni por casualidad. Es un Libro inspirado por Dios, donde Él se revela a si mismo, y todo tiene su sentido.

Ese canto nupcial de los esposos que se aman, que se desean y que se perdonan, desde siempre se ha entendido como un canto de amor entre Dios e Israel, y más adelante, entre Jesucristo y su Iglesia, porque la Alianza entre Dios y su pueblo es tan firme como el compromiso de los esposos en el Matrimonio.

 
¡La voz de mi amado!
Ahí viene, saltando por las montañas,
brincando por las colinas.
Mi amado es como una gacela,
como un ciervo joven.
Ahí está: se detiene
detrás de nuestro muro;
mira por la ventana,
espía por el enrejado.
Habla mi amado, y me dice:
"¡Levántate, amada mía,
y ven, hermosa mía!
Porque ya pasó el invierno,
cesaron y se fueron las lluvias.
Aparecieron las flores sobre la tierra,
llegó el tiempo de las canciones,
y se oye en nuestra tierra
el arrullo de la tórtola.
La
higuera dio sus primeros frutos
y las viñas en flor exhalan su perfume.
¡Levántate, amada mía,
y ven, hermosa mía!
Paloma mía, que anidas
en las grietas de las rocas,
en lugares escarpados,
muéstrame tu rostro,
déjame oír tu voz;
porque tu voz es suave
y es hermoso tu semblante".

Fragmento del Cantar de los Cantares, 2,8-14

18 diciembre 2011

Transmitir la fe en el matrimonio

Jesús provenía de una larga genealogía desde Abraham, y podemos recordarla leyendo:

Evangelio de San Mateo 1, 1-17:

"Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.
Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos.
Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram.
Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón.
Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isa.
Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías.
Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa.
Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías.
Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías.
Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías.
Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia.
Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel.
Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor.
Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud.
Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob;
y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.
De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la   deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce."


Esa relación de generaciones nos ayuda a contemplar el misterio de la sagrada familia de Nazaret. Llevado a nuestra familia también podemos hacer nuestro árbol genealógico y ver en él la historia sagrada de cada matrimonio de nuestros antepasados y veremos como de padres a hijos se ha ido transmitiendo  la fe o bien se ha transmitido la tradición de un espíritu mundano. Esa meditación del Evangelio ayuda a ver la necesidad creciente y constante de que no solo en las iglesias vivamos la fe sino también en el seno de cada matrimonio, de cada familia, día a día, minuto a minuto.

15 diciembre 2011

En el eclipse de Dios

Nos acercamos al día en el que celebraremos la sagrada familia de Belén. Si estuviéramos en esa población de Tierra Santa, en Israel, podríamos besar y tocar con nuestras manos el lugar donde dice la tradición que se dio a la luz el Niño Jesús. Son días de encuentros familiares, pero para las familias rotas, en muchos casos, será un drama, porque muchas personas se quedarán solas. Son días, pues, para reflexionar en qué estado se encuentra la familia. Los expertos, a los cuales hemos de hacerles caso si están bien documentados, dicen que la familia está enferma. En ese sentido, hace pocos días se reunió el Consejo Pontificio para la Familia del cual es miembro D. Joaquín Navarro Valls. Como reflexión de lo ocurrido y de los datos que se ofrecieron, publicó un artículo en la web que se cita al pie, y del cual extracto lo siguiente:

No esperemos que el modelo de familia sea –como antaño- “un producto” de las costumbres, más bien ha de ser un “instrumento de modificación” de esas costumbres. Se trata de ofertar a Occidente con enorme paciencia la ética y la antropología que late bajo la bíblica "una caro". Se trata de ser conscientes de que la crisis del matrimonio y la familia probablemente no se debe tanto a razones históricas o sociológicas cuanto a motivos ideológicos. Será en el mundo de las ideas donde habremos de fraguar los cambios. Eso llevará su tiempo. Pero vale la pena.

04 diciembre 2011

En la noche de bodas

Hoy hace una semana fui a la boda de la hija de unos amigos, estaba preciosa, a esta hora el enlace matrimonial ya se había producido. Fue una celebración maravillosa, presidió la elegancia y la simpatía de los novios y sus familiares, y todos los demás invitados intentamos estar a la altura. Pero lo que quiero destacar no es el aspecto festivo que resultó, gracias a Dios, todo perfecto, sino referir la primera lectura de la celebración eucarística. Es un fragmento del Libro de Tobit (o Tobías), del que se dice que fue escrito inicialmente en arameo y en el siglo III o IV antes de Cristo.

Tobías y Sara no solo se dan un tiempo para el amor, sino también un tiempo para Dios, rezando para que les acompañe toda la vida:

En la noche de bodas, Tobías dijo a Sara:
-“Mujer, levántate vamos a rezar, pidiendo a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos proteja”
Se levantó, y empezaron a rezar, pidiendo a Dios que los protegiera. Rezo así:
-“Bendito eres, Dios de nuestros padres, y bendito tu nombre por los siglos de los siglos. Que te bendigan el cielo y todas tus criaturas por los siglos.
Tú creaste a su mujer, Eva: de los dos nació la raza humana.
Tú dijiste: “No está bien que el hombre esté solo, voy a hacerle alguien como él, que le ayude”
Si yo me caso con esta prima mía, no busco satisfacer mi pasión, sino que procedo lealmente. Dígnate apiadarte de ella y de mí y haznos llegar juntos a la vejez.”
Los dos dijeron:
-“Amén, amén”

Libro de Tobias, 8, 4b-8.

19 noviembre 2011

Reflexiones sobre la sacramentalidad

Ni los que llevamos más de treinta años de matrimonio podemos presumir que sabemos mucho sobre el matrimonio. Para crecer en el amor y junto a tu marido (o ellos junto a su esposa) hay que formarse y performarse constantemente. El texto que sigue se refiere a un aspecto fundamental: la sacramentalidad, pues la gracia del sacramento es lo que lo mantiene realmente vivo.

El profesor extraordinario de Teología del Sacramento del Matrimonio en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, Sr. Miguel Paz LC, resume el evangelio del matrimonio así:

(extracto del artículo adjunto)

" El amor entre el hombre y la mujer, fundado sobre su diferencia -complementariedad sexual, que les hace ser uno para al otro y les abre a la transmisión de la vida humana, alcanza su digna realización en el matrimonio, el cual, a la luz del plan divino de salvación, es imagen y participación en el mundo visible y sensible del amor único, indisoluble y fecundo de Dios por la humanidad, que encuentra su plenitud en el amor entre Cristo y la Iglesia, imagen y participación a su vez del amor entre el Padre y el Hijo, el Espíritu Santo, en el seno de la Trinidad."


ZENIT: La sacramentalidad del matrimonio

06 noviembre 2011

Vivir en el corazón del otro

Kensington Palace, Londres
En el noviazgo, en los primeros años del matrimonio apetece y dices con mucha facilidad palabras, expresiones, cosillas monas, y todas se refieren a que a tu marido (o a tu esposa, en el caso de ellos) lo quieres mucho, que no podrías vivir sin él (o sin ella). A veces, ocurre que a lo largo del tiempo pasan cosas que parece que el amor y las palabras se han enfriado. Uno y otra “hacemos” de todo por él o por ella pero ¿realmente él o ella es el centro de mi interés?

Os propongo un parón de ocho minutos para reflexionar mientras escuchamos a Mn. Costa, un sacerdote de Barcelona (España), muy conocido entre la juventud  pues habla con claridad a los jóvenes, a los novios, a los matrimonios, y nos enseña muchísimas cosas, sobre eso: el amor, el matrimonio y la familia. Y todo lo que dice no solo es para los jóvenes, es para todos.

Mn. Costa, fragmento de una conferencia en el IESE

06 octubre 2011

Santificarse en el matrimonio


El 6 de octubre de 2002 el Beato Juan Pablo II canonizó al beato Josemaria Escrivá, y en aquella homilía le llamó el santo de la vida ordinaria. Las enseñanzas de este santo nos dan conocimiento del mucho bien que podemos hacer a nuestras familias, a nuestro marido, a nuestro trabajo profesional, a todo lo que hacemos, incluso aunque estemos enfermos.
He extractado un fragmento de la homilía El Matrimonio, vocación cristiana, predicada en el año 1970, y recopilada en el libro “Es Cristo que pasa".
"El matrimonio no es, para un cristiano, una simple institución social, ni mucho menos un remedio para las debilidades humanas: es una auténtica vocación sobrenatural. Sacramento grande en Cristo y en la Iglesia, dice San Pablo, y, a la vez e inseparablemente, contrato que un hombre y una mujer hacen para siempre, porque —queramos o no— el matrimonio instituido por Jesucristo es indisoluble: signo sagrado que santifica, acción de Jesús, que invade el alma de los que se casan y les invita a seguirle, transformando toda la vida matrimonial en un andar divino en la tierra.

Los casados están llamados a santificar su matrimonio y a santificarse en esa unión; cometerían por eso un grave error, si edificaran su conducta espiritual a espaldas y al margen de su hogar. La vida familiar, las relaciones conyugales, el cuidado y la educación de los hijos, el esfuerzo por sacar económicamente adelante a la familia y por asegurarla y mejorarla, el trato con las otras personas que constituyen la comunidad social, todo eso son situaciones humanas y corrientes que los esposos cristianos deben sobrenaturalizar.

La fe y la esperanza se han de manifestar en el sosiego con que se enfocan los problemas, pequeños o grandes, que en todos los hogares ocurren, en la ilusión con que se persevera en el cumplimiento del propio deber. La caridad lo llenará así todo, y llevará a compartir las alegrías y los posibles sinsabores; a saber sonreír, olvidándose de las propias preocupaciones para atender a los demás; a escuchar al otro cónyuge o a los hijos, mostrándoles que de verdad se les quiere y comprende; a pasar por alto menudos roces sin importancia que el egoísmo podría convertir en montañas; a poner un gran amor en los pequeños servicios de que está compuesta la convivencia diaria.

Santificar el hogar día a día, crear, con el cariño, un auténtico ambiente de familia: de eso se trata. Para santificar cada jornada, se han de ejercitar muchas virtudes cristianas; las teologales en primer lugar y, luego, todas las otras: la prudencia, la lealtad, la sinceridad, la humildad, el trabajo, la alegría... Hablando del matrimonio, de la vida matrimonial, es necesario comenzar con una referencia clara al amor de los cónyuges."


Todos los libros de San Josemaria

21 septiembre 2011

El Matrimonio en el YOUCAT

El YOUCAT empezó como un libro pero es más que un libro: es el Catecismo Joven  de la Iglesia Católica, y en su portada dice algo muy especial: “Este libro es un regalo personal del Santo Padre”, con este mensaje de cariño los jóvenes que acudieron a la JMJ de Madrid el pasado mes de agosto de 2011, y previamente se habían inscrito, encontraron este regalo de Benedicto XVI en su mochila. En el prólogo y en la contraportada les anima diciendo: “¡Estudiad el catecismo!, es mi deseo más ardiente, formad grupos de trabajo y redes, intercambiad opiniones en internet”.  



Pero ¿qué dice el YOUCAT sobre el matrimonio? ¿Cómo se expresa para que los jóvenes lo entiendan y no tengan miedo a este reto?
En la Segunda Parte, llamada Cómo celebramos los misterios cristianos, está el sacramento del matrimonio, junto al del Orden, en los sacramentos al servicio de la comunidad. Le dedica de los puntos 260 al 271, con notas marginales de textos bíblicos, citas de Padres de la Iglesia, de santos y de filósofos, así como las citas correspondientes al Catecismo de la Iglesia Católica.

“El sacramento del Matrimonio se lleva a cabo mediante una promesa hecha ante Dios y ante la Iglesia, que es aceptada y sellada por Dios y se consuma por la unión corporal de los esposos. Dado que es Dios mismo quien anuda el vínculo del matrimonio sacramental, este vínculo une hasta la muerte de uno de los contrayentes”.

(Punto 261 del YOUCAT)

web del YOUCAT

20 septiembre 2011

Fidelidad ¿al cónyuge o al móvil?

Al parecer durante el verano, cuando se toma el sol, se comen gambas al ajillo, se cabecea en el mar, te pones crema solar, o subes a una cumbre hasta las nubes, es cuando se planifica cómo y cuando divorciarse. Eso dicen los que controlan el registro de demandas judiciales de divorcio, pues concluyen que a lo largo del mes de septiembre es el mes, por excelencia, en el que más demandas se presentan ante el juzgado correspondiente. También, pues, y más en los últimos años, es el mes en el que los medios de comunicación tienen recurrente la publicación o edición de la gran y triste noticia de que en España hay más rupturas y divorcios que matrimonios en vigor.

En la entrevista publicada en zenit.org al presidente del Instituto de Política Familiar de España, Sr. Eduardo Hertfelder, se hace un repaso muy interesante de la situación. Abarca desde las cifras alarmantes, la descripción del estado de la cuestión, y también de las soluciones. Resultan llamativas muchas cosas: que existe un periodo de fidelidad en el contrato con una compañía de telefonía de tiempo superior al que estipula la ley para el matrimonio; que soluciones tan buenas como los centros de orientación familiar tengan tan poco eco en las administraciones públicas españolas; que la lista de las ayudas a las familias se reduzca a una línea; y que con el divorcio exprés hemos vuelto a doce siglos antes de Cristo con la carta de repudio.

Aunque se atreve a predecir el futuro, un poco penoso, nosotros con nuestro empeño en el amor a nuestro matrimonio podríamos provocar un desvío en esa tendencia.
Entrevista a Hertfelder en zenit.org

14 septiembre 2011

Informes sobre el Matrimonio

La institución del Matrimonio tiene un fondo divino y  religioso en todas partes del mundo y de la historia. Fue creada y dirigida hacia la felicidad y el bien de los cónjuges y de su prole.  En todas sus vertientes sociales y económicas influye en el ir y venir de un país y de una sociedad. En este esquema, cada vez más a menudo estudiosos en sociología, psicología, antropología y economía estudian el comportamiento humano fuera, antes, en y después del matrimonio. Recientemente se ha publicado un informe muy interesante sobre el Matrimonio en América.

La web del link adjunto ofrece un resumen en cifras que nos da pie a muchas cosas, entre ellas a preocuparnos en cuidar y respetar más esta institución, empezando por el que vivimos cada uno en su casa.

10 septiembre 2011

Rezar en familia

"Una familia que reza unida, se mantiene unida; una familia que ora es una familia que se salva. Actuad de manera que vuestras casas sean lugares de fe cristiana y de virtud, mediante la oración rezada de todos juntos."

Fragmento del Discurso de Juan Pablo II, a las Familias, en el domingo 25 de marzo de 1984


Juan Pablo II, La Santa Sede

31 agosto 2011

La vocación al Matrimonio

En esta vigilia de oración, os invito a pedir a Dios que os ayude a descubrir vuestra vocación en la sociedad y en la Iglesia y a perseverar en ella con alegría y fidelidad. Vale la pena acoger en nuestro interior la llamada de Cristo y seguir con valentía y generosidad el camino que él nos proponga.

A muchos, el Señor los llama al matrimonio, en el que un hombre y una mujer, formando una sola carne (cf. Gn 2, 24), se realizan en una profunda vida de comunión. Es un horizonte luminoso y exigente a la vez. Un proyecto de amor verdadero que se renueva y ahonda cada día compartiendo alegrías y dificultades, y que se caracteriza por una entrega de la totalidad de la persona. Por eso, reconocer la belleza y bondad del matrimonio, significa ser conscientes de que solo un ámbito de fidelidad e indisolubilidad, así como de apertura al don divino de la vida, es el adecuado a la grandeza y dignidad del amor matrimonial.

A otros, en cambio, Cristo los llama a seguirlo más de cerca en el sacerdocio o en la vida consagrada. Qué hermoso es saber que Jesús te busca, se fija en ti y con su voz inconfundible te dice también a ti: «¡Sígueme!» (cf. Mc 2,14).


(Fragmento) Vigilia de oración con los jóvenes, Homilía del Santo Padre Benedicto XVI, Aeropuerto Cuatro Vientos de Madrid, Sábado 20 de agosto de 2011

29 julio 2011

Doctora de la Iglesia Católica

“La acción del Espíritu Santo en las almas” es un libro de lectura espiritual de Alexis Riaud, que  se editó por primera vez en 1983 y se ha reeditado muchas más. Y en estos libros tan bellos que nos enseñan tantas cosas interesantes y buenas de Dios, hay referencias a textos de santos, que por su categoría celestial nos pueden ayudar un montón es ascética y virtudes.

En ese libro se cita a Santa Teresita de Lisieux (o del Niño Jesús y la Santa Faz), que en una carta dirigida a su hermana Paulina le decía:

El matrimonio es una hermosura para aquellos que Dios llama a ese estado; el pecado es lo que lo desfigura y lo mancha.

14 mayo 2011

Unidos por la pasión


Venus y marte unidos por el amor.
Paolo Veronese

Ya hice referencia *  de la vida, de la persona y de la santidad de San Agustín de Tagaste, destacando un pequeño párrafo de  Las Confesiones referido al Matrimonio. Ahora quiero aportar una nueva cita del mismo libro pero relativo al estado que ahora llaman Pareja de Hecho. San Agustín también vivió en concubinato en los años de su juventud y tuvo un hijo fuera del matrimonio, de todo lo cual se lamenta, pero él entonces estaba apartado de Dios y no veía el Matrimonio con visión sobrenatural, es decir, como una vocación de cara a Dios. 

Pero como para Dios no hay imposibles, Jesucristo instituyó los sacramentos de la Confesión y del Matrimonio, entre otros; así que de la Pareja de Hecho, en muchos casos, después de una buena confesión, puede llegar a convertirse en un matrimonio cristiano.

En esos años vivía…con una mujer, no unido a ella en lo que se conoce por legítimo matrimonio, sino por mi oscura e insensata pasión; pero vivía solo con una, a la que le guardaba fidelidad. Con ella pude experimentar lo distinto que es el amor conyugal, que ha sido establecido como engendrador de gracia, y el pacto de amor impuro, donde los niños nacen contra voluntad, aunque una vez nacidos se les quiera luego.

* Miserias humanas, etiqueta Pensando que…., 17-4-2011

25 abril 2011

Teología del matrimonio


Vuelvo al tema del amor matrimonial que en estos días pasados parece que lo haya dejado de lado, pero no!, seguimos en la brecha de insistir en lo bueno. Ahora propongo un tema para estudiar: la teología del matrimonio basada en la Antigua Alianza, representada por la unión de Dios con el Pueblo de Israel, y en la Nueva Alianza, representada por la unión de Cristo con la Iglesia, pues la Eucarístia es la fuente misma del Matrimonio cristiano. Un arranque puede ser la enseñanza del próximo beato Juan Pablo II:


Esposos cristianos, vivid en el corazón del sacramento de la alianza, alimentando vuestro matrimonio de la eucatistía e iluminando la eucaristía a través de vuestro sacramento del matrimonio: ¡en ello está en juego el futuro del mundo! En la misa, por el ministerio del sacerdote, el Espíritu del Señor hace del pan y del vino el cuerpo y la sangre del Señor; en y por el sacramento del matrimonio, el Espíritu puede hacer del amor conyugal el amor mismo del Señor. Por el don del Señor, el amor humano puede ser irradiado totalmente por la fuente del amor y manifestar verdaderamente la nueva y eterna Alianza, que reina en él.

19 abril 2011

Para los esposos cristianos

Me ha venido, como a mano, esta oración de petición para los matrimonios, muy bonita para leer juntos, marido y mujer, en estos días fuertes de Semana Santa para fortalecer nuestra unidad espiritual en la adoración al Santísimo Sacramento:

"Estar ahí juntos, como un solo ser según la voluntad del Padre.
Con un solo corazón y una sola alma, - ¿podría ser de otra manera?- adorar el sacramento de la unidad.
Con un solo espíritu, alimentarse de la Palabra.
Juntos, la noche en la que Cristo fue entregado, seguir a quien realiza nuestra unidad conjugal.
Corazón con corazón, aprender a amar hasta el extremo.
Llevar en la comunión de nuestro amor a nuestros hijos, a nuestra familia, a los sacerdotes, a la Iglesia, a todos nuestros hermanos".

EMD Magníficat, Semana Santa 2007, número especial 2.

17 abril 2011

Miserias humanas

Un libro recomendado y muy recomendable es "Las Confesiones" de San Agustín. En él encontramos una declaración de lo más profundo de su interior, de su propia alma, de cómo iba en busca de la verdad y hasta que no halló la Verdad no fue feliz. Estudió mucho, vivió el éxito, probó en exceso los placeres de la vida, del amor, de la sexualidad, de la sensualidad, del beber y del comer, robó... Pero lo más importante de todo fue que se arrepintió y pidió perdón a Dios, y tan profunda fue aflicción que es santo de altar. En ese libro magnífico lo explica. Su lectura nos ayuda a entender nuestras propias miserias. Y aunque fue escrito en el siglo IV, es totalmente actual; además ha sido adaptado al lenguaje de hoy para una mejor comprensión del texto. Entrándonos en la Semana Santa es un momento para leerlo y reflexionar.

"Ojalá hubiera habido alguien que me ayudara a salir de mi miseria, alguien que hubiera encauzado mi deseo de amar; que hubiera orientado mi ansioso deseo de placer para que mis empravecidas olas rompiesen en la playa del matrimonio."

Las Confesiones, (capítulo, Madaura, 365). San Agustín, de Tagaste (354- + 430)

30 marzo 2011

¿Un bien común?

El matrimonio sostiene la sociedad civil y promueve el bien común. Es una consideración muy importante pues  la sociedad se beneficia del orden que supone el matrimonio.
"Amar a alguien es querer su bien y trabajar eficazmente por él. Junto al bien individual, hay un bien relacionado con el vivir social de las personas: el bien común. Es el bien de ese "todos nosotros", formado por individuos, familias y grupos intermedios que se unen en comunidad social"

Caritas in Veritate, Benedicto XVI, 7-7-2009