08 mayo 2014

70 años casados

El Matrimonio duradero da salud a los cónyuges, a sus hijos, a toda la familia, y revierte en el bien común de la sociedad. En la complementariedad que existe, o debería existir, en el Matrimonio se desarrolla un crecimiento individual y, a la vez, compartido que favorece la prolongación de la vida de cada uno de los dos cónyuges, insisto, de los dos, pues entendemos que el Matrimonio se establece entre dos personas, una mujer y un varón. Huelga decir que no hablamos de matrimonios poligámicos. En esta simbiosis, fusión y unión, los Matrimonios se hacen longevos, tanto que cuando uno de los dos fallece pueda darse el caso que el que sobrevive no lo esté por mucho tiempo, pues el uno sin el otro no puede sobrevivir, como algo natural.


Así lo hemos leído en una noticia publicada en Religión y Libertad  que nos ha llevado a confirmar, nuevamente, lo que las estadísticas, los estudios, y los estudiosos nos han dicho muchas veces, pero que a los divorcistas les cuesta mucho creerlo.