En estas horas no hay calle, paseo, transporte
público, fiesta, comercio, vivienda… en el que no veas a nadie que no esté disfrazo de cualquier cosa que
le haya inspirado la
imaginación. Nadie se confunde, pues lo propio es conocer que
estamos en un carnaval a usanza. La cuestión es pasar un rato divertido en
familia, o con los amigos. Cualquier tontería o cosa puede hacer reír, un
sombrero, unas orejitas de la
Mini Mouse, una peluca afro o todo un vestido hecho a base de
mucha manualidad …. O grandes carrozas que se pasean por las calles de la ciudad,
bien vistosas para llamar la
atención. Incluso podríamos decorar la cena o el almuerzo con
sombrillitas, corazoncitos …
Pero lo importante no siempre es pasarlo bien, lo importante es no perder la cabeza, estar
bajo el control de lo que está bien y de lo que está mal, pues la conciencia
natural indicará el camino, y se mejora muchísimo, os lo aseguro, haciendo uso del ángel custodio, que en la tendencia al desenfreno de estos días va muy
bien ponerlo a trabajar más, pues nos ayudará siempre, si confiamos en él.