28 junio 2015

El verdadero amor

La caridad no es solamente dar limosna al pobre o al desvalido, o ser voluntario de una entidad social, la caridad es amor y lo engloba todo, como dice san Pablo en la 1a. Carta a los Corintios 13: 4-8.

El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá.

25 junio 2015

Rezar por el sínodo

Los estudios preparatorios al sínodo extraordinario de obispos sobre la Familia, que se celebrará el próximo otoño, siguen su curso. El Santo Padre Francisco en las audiencias públicas de los miércoles continuamente nos da una catequesis sobre la familia y el matrimonio, no solo a los novios  y casados, sino a todos los fieles en general para que conozcan lo que dice la voz de la Iglesia sobre la familia. El Papa, a su vez, en las meditaciones diarias de la misa en Santa Marta, incide en los temas que hoy preocupan a la Iglesia. Todo ello nos está removiendo el corazón, pues la preocupación de la Iglesia por la familia y el matrimonio no es una cuestión oportunista, ni un sarpullido que va durar una primavera, no, en absoluto. La familia y el matrimonio se están resquebrajando por conductas inadecuadas en nuestra familia doméstica. La política del descarte está a la orden del día, media humanidad descarta a la otra media. Por lo tanto hay que ir al fondo del problema, ahondar no solo en temas de circunstancias y del entorno sino también en temas de fondo, de la vida interior de las almas. De ahí que sean tan importantes estos trabajos que se están desarrollando.

Por ello, la familia de Nazaret es nuestro modelo y a la cual el Papa Francisco nos pidió que rezáramos por el próximo sínodo.Ciertamente los obispos hace varios meses que trabajan, pero las oraciones que elevemos a partir de ahora  nunca quedarán en saco roto, Dios las atiende siempre:

Jesús, María y José,
En ustedes contemplamos
El esplendor del amor verdadero,
A ustedes nos dirigimos con confianza.
Sagrada Familia de Nazaret,
Haz que también nuestras familias
Sean lugares de comunión y cenáculos de oración,
Auténticas escuelas del Evangelio
Y pequeñas Iglesias domésticas.
Sagrada Familia de Nazaret,
Que nunca más en las familias se vivan experiencias
De violencia, cerrazón y división:
Que todo el que haya sido herido o escandalizado
Conozca pronto el consuelo y la sanación.
Sagrada Familia de Nazaret,
Que el próximo Sínodo de los Obispos
Pueda despertar en todos la conciencia
Del carácter sagrado e inviolable de la familia,
Su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José,
Escuchen y atiendan nuestra súplica. Amén”. Francisco

21 junio 2015

Conducir la familia hoy

El divorcio está al alcance de la voluntad de cada uno pero nosotros vamos a ser positivos e iremos en otra dirección. Trabajaremos en la defensa del núcleo natural de la humanidad, la familia, para que esté abierta a la vida con maternidad y paternidad responsables; para que el trabajo de los hijos no solo sea jugar y estudiar, sino también para que colaboraren en las tareas domésticas; para que tanto el papá como la mamá se repartan las tareas según las capacidades y el tiempo; para que todos los miembros de la familia tengan el dominio de sí para no dejarse llevar por la sociedad de consumo, las marcas, las últimas novedades electrónicas, etc. así la sobriedad presidirá los gastos. Y para que la familia rece unida, que el amor lo presida todo, pues se trata de llevar adelante el proyecto que Dios ha querido para cada uno de nosotros.

Este modelo de familia que para muchos tiene sabor rancio y antiguo, es sin duda lo que mantiene el crecimiento y desarrollo de la humanidad. Se va adaptando a los tiempos y a los medios que ofrece el tiempo en el que se vive. Hoy en día, por ejemplo, no sabemos vivir sin lavadora; cuando se estropea se produce una especie de cataclismo doméstico y hay que acudir a otros miembros de la familia con bolsas para que nos laven la ropa, o a la buena vecina, o a las tintorerías y lavanderías, mientras arreglan la dichosa lavadora o compramos otra. Estos medios materiales (es decir, los electrodomésticos y los medios electrónicos) mejoran el funcionamiento de la familia pero no la destruyen. Lo que la destruye es el egoísmo, el ser Yo el centro y ser Yo lo más importante de mi entorno.

En la carta mensual del prelado del Opus Dei que ha dirigido a los fieles de la prelatura y a todo aquel que la quiera leer en este mes de junio de 2015, dice lo siguiente:

“Me atrevo a afirmar que, en una buena parte, la triste crisis que padece ahora la sociedad hunde sus raíces en el descuido del hogar. Si el padre, la madre, los hijos, se ocuparan con mayor atención de la casa, responsabilizándose con alegría de los diversos quehaceres, se incrementaría la calidad humana; se propagaría la caridad sincera que Cristo ha venido a traernos, y se evitarían muchas causas de conflictos.[…] Que no olviden —escribió san Josemaría— que el secreto de la felicidad conyugal está en lo cotidiano, no en ensueños. Está en encontrar la alegría escondida que da la llegada al hogar; en el trato cariñoso con los hijos; en el trabajo de todos los días, en el que colabora la familia entera; en el buen humor ante las dificultades, que hay que afrontar con deportividad; en el aprovechamiento también de todos los adelantos que nos proporciona la civilización, para hacer la casa agradable, la vida más sencilla, la formación más eficaz”.


Estas palabras, meditadas y puestas en común en la familia, nos pueden ayudar a conducir el hogar familiar. 

14 junio 2015

¡PLAYAS TEXTILES POR FAVOR!

Es curioso comprobar que si nos queda tiempo libre nos lanzamos de lleno al ocio. Imágenes de playas con bañistas, tanto en días laborables como festivos, por la mañana o por la tarde, las vemos desde hace varias semanas. Así que el sector servicios estará muy contento pues sin duda está en alza. Pero también el sector textil habrá podido comprobar que ha vendido más bikinis que otros años, ¿o no? Las imágenes de mujeres con el cuerpo al aire parece que van en declive, sobre todo porque habrán visto sus cuerpos o parte de ellos volando por la nube de Internet sin su consentimiento expreso, y a saber con qué fines. Siempre es mejor cubrirse y muchas mujeres, gracias a Dios!, han vuelto al bikini o al bañador.

Hay muchas razones para no ir en cueros por nuestras playas y piscinas. Por un lado, es más higiénico y va en propio beneficio y en el de la comunidad (la familiar, la de vecinos, la sociedad, etc.) evita contagios de bacterias, gérmenes, hongos, enfermedades en la piel, etc. También por pudor, para cubrir lo que es privadamente propio, y porque además es moralmente correcto. Y por último, a la vista está que cubrirse el cuerpo es mucho más elegante, simplemente. Un bañador, por ejemplo, favorece siempre, tanto a los delgados (o delgadas) como a los que están más gruesos (o gruesas), pues el bañador completo estiliza más la figura que las dos piezas del bikini, que suelen ser minúsculas. El bañador, al estar confeccionado con más ropa, se ven más los tejidos y los colores, avivando el aspecto general del bañista. A su vez, gastamos un tiempo muy divertido combinando los colores del bañador con la ingente de complementos que existen hoy en el mercado. En ese sentido, podemos echar un vistazo a las revistas de moda. Allí veremos a las modelos de pasarela con bañadores, con vestidos informales largos o cortos, y con aberturas laterales muy sexys; con pamelas y grandes gafas de sol. No olvidemos los pies, las sandalias con piezas que brillan y florecillas, las hay en muchas chinerías a muy buen precio.


Por lo tanto concluyo, como cada año por estas fechas, repitiendo: 
¡PLAYAS TEXTILES, POR FAVOR!

12 junio 2015

El adulterio y otros pecados

Los pecados contra la sexualidad natural no son algo de nuestro tiempo sino una tendencia propia de la naturaleza humana, que se frena utilizando la voluntad. Los deseos sexuales son algo completamente natural, y por lo tanto en sí mismos no son malos. Pero poner el freno a esa posible satisfacción física es también gozoso porque es el resultado del autocontrol, el dominio de uno mismo, que elevándolo al orden sobrenatural, es un triunfo a nuestras luchas diarias.

No obstante, en ese combate personal aparecen tentaciones relacionadas con la sexualidad impropia, es decir, aquella que se desarrolla en un entorno contra natura, como por ejemplo satisfacer el deseo sexual con animales. O con personas del mismo sexo. También aquella que se desarrolla con personas de diferente sexo por promiscuidad, falta de control en las pasiones, ignorancia, enfermedad, etc. Por último, la masturbación en si misma, con o sin ayuda de cosas, objetos o animales. En fin, unas experiencias que nada tienen que ver con el amor esponsal entre un hombre y una mujer, en el cual se desarrolla una sexualidad abierta a la vida, por amor y también con el interés de satisfacer el placer sexual, individual y mutuo. 

Aún y a pesar del propio matrimonio, el atice de las tentaciones también puede aparecer: intentos de cambio de pareja consentido, masturbaciones de ensoñaciones con otra persona, visión de películas porno en pareja para estimular nuevas experiencias que embrujen las propias, y más!

Si nos remontamos a diez o doce siglos antes de Cristo, al libro bíblico del Deuteronomio, atribuido a Moisés, leemos como Moisés le recuerda al pueblo de Israel, liberado de la esclavitud de Egipto, las maldiciones de Jahvé por conductas reprobables antes de entrar en la tierra prometida. Entre muchas ellas leemos: (Deuteronomio 27)

Las doce maldiciones

27:14 Los levitas tomarán la palabra y dirán en alta voz a todos los hombres de Israel:

27:15 Maldito sea el hombre que hace un ídolo  tallado o de metal fundido —abominación para el Señor, obra de un artesano— y lo guarda en un lugar oculto. Y todo el pueblo responderá: Amén.

27:16 Maldito sea el que menosprecia a su padre o a su madre. Y todo el pueblo responderá: Amén.

27:17 Maldito sea el que desplaza los límites de la propiedad de su vecino. Y todo el pueblo responderá: Amén.

27:18 Maldito sea el que aparta a un ciego del camino.  Y todo el pueblo responderá: Amén.

27:19 Maldito sea el que conculca el derecho del extranjero,  del huérfano o de la viuda. Y todo el pueblo responderá: Amén.

27:20 Maldito sea el que se acuesta con la mujer de su padre, porque de esa manera descubre el borde de la manta de su padre. Y todo el pueblo responderá: Amén.

27:21 Maldito sea el que se acuesta con un animal. Y todo el pueblo responderá: Amén.

27:22 Maldito sea el que se acuesta con su hermana, la hija de su padre o de su madre. Y todo el pueblo responderá: Amén.

27:23 Maldito sea el que se acuesta con su suegra. Y todo el pueblo responderá: Amén
.
27:24 Maldito sea el que mata ocultamente a su prójimo. Y todo el pueblo responderá: Amén.

27:25 Maldito sea el que se deja sobornar para quitar la vida a un inocente. Y todo el pueblo responderá: Amén.

27:26 Maldito sea el que no respeta ni cumple las palabras de esta Ley. Y todo el pueblo responderá: Amén.

Todo este panorama pecaminoso va construyendo unas estructuras de pecados, algunos de ellos de sexualidad dentro y fuera del matrimonio. Sabemos que el adulterio es pecado mortal, pero también lo son otras experiencias relacionadas con la sexualidad, como las citadas.

Por ello es bueno tomar el control de uno mismo, cuidar el matrimonio cada día, despertar la lívido natural creada en el propio matrimonio, no buscar experiencias de película, estar alerta en las vacaciones, las fiestas, las excursiones, la playa, las piscinas, etc. de lo que pronto disfrutaremos, pues con el calor las tentaciones pueden aumentar. El cambio de actividad del verano ha de ser un tiempo para unirse más y redescubrir en el cónyuge aquello que habíamos olvidado.

*El cuadro: El carro de heno, de El Bosco


31 mayo 2015

Superar la adversidad

La resiliencia es la capacidad de un sistema de soportar y recuperarse ante desastres y perturbaciones. Este concepto se usa en ingeniería y en tecnología pues la capacidad de los materiales, elementos y objetos se ha de calcular para poder determinar cual de ellos es conveniente. Sin embargo este vocablo está extendido a otros entornos de aplicaciones como es el psicológico, que lo define como la capacidad de las personas de sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas.

Quizá nos veamos retratados en algún momento de nuestra vida superando y sobreponiéndonos a calamidades, disgustos y dramas realmente muy importantes, viendo como nuestra cuerda se iba estirando sin romperse nunca dando de sí lo inimaginable hasta la fecha. Por ello es probable que hayamos sido resilientes. Sin duda, nuestras capacidades, virtudes y defectos han tenido mucho qué decir en esos momentos. Pero son muchas las persones resilientes que sienten en su fuero interno que es Dios, y no ellos mismos, quien les ha salvado, pues aún siendo cierto que la voluntad y las capacidades tienen muchísimo qué ver en si somos o no resilientes, también hay que añadir la Fe cristiana. Una persona por muy capaz y resistente que sea a todo y se sobreponga a todo, sabe en el fondo de su alma que si ha conseguido superarse es gracias a Dios o a él mismo.

Por otro lado, los científicos increyentes habrán considerado en las personas resilientes solo sus resistencias físicas y psíquicas llegando a conclusiones humanas de que aquella persona es invencible, como aquel cable de acero pensado y fabricado para ser tan resistente que aguante puentes llenos de vehículos, sin pestañear. 

La fortaleza en la resistencia a las calamidades nos impresiona notablemente ya que no es común en los seres humanos. Por ello, periódicamente, se publican historias, novelas, películas, etc. con ese tipo de protagonistas, que, a su vez, nos pueden ayudar a entender lo que representa la lucha por sobrevivir, historias que se parecen a muchas historias de las guerras que vivieron nuestros padres o abuelos y que tanto las hemos oído explicar.

¿Quién no ha visto la película Hasta donde los pies me lleven u otra más reciente Invencible  o leído el libro Levantarse y Luchar de la presidenta del Instituto Español de Resiliencia, señora Rafaela Santos, cuya colaboradora fue la jurista Laura Martí?. En este libro se detallan historias de personas resilientes, como el caso del secuestro del arquitecto mexicano, señor Bosco Gutierrez.

A lo mejor nuestros dramas particulares no requieren caminar cinco mil kilómetros bajo el frío, la nieve, la persecución y sometido a todo tipo de contrariedades; o estar a la deriva en una lacha de caucho durante 45 días y luego ser torturado durante muchísimos meses por el ejército japonés. Sin embargo, esa lucha diaria en el matrimonio y en la familia, formando parte de unas vidas corrientes sin publicidad en los medios, es igual de importante a los ojos de Dios, que siempre quiere ayudarnos. Pues cada uno de nosotros es siempre diferente al otro. Cada uno tiene sus capacidades y sus resistencias, las cuales se pondrán a prueba de resiliencia a tenor de lo que tengan que enfrentarse en la vida.







20 mayo 2015

Unos suegros estupendos

Los suegros son una institución familiar importante para el matrimonio de nuestros hijos. Pero, los suegros pueden ser un baluarte, un apoyo o un bien en general para ellos; o convertirse en un obstáculo tremendo para la armonía matrimonial. En las relaciones entre yernos o nueras con los suegros se presentan todo tipo de situaciones que se han de saber gestionar desde el primer momento, desde el mismo instante del anuncio de la boda, o incluso en el noviazgo.

En los preparativos de la boda, quizá tú querrías hacer las cosas de otra manera, o bien querrías participar en algo o en algo más, pero ¡alerta! se invade el territorio contrario. La mayoría de las veces se hace de muy buena fe, es decir porque los quieres, tanto al hijo como a la futura nuera, o a la hija como al futuro yerno. Sin embargo, vas metiendo la pata y creando desasidos. Entonces, hay que llegar a la conclusión rápidamente (bien por la propia inteligencia o bien por la mala experiencia vivida) que lo que da resultado es mantenerse al margen de las decisiones de los hijos, salvo que pidan consejo. Por otro lado, es muy recomendable estar siempre disponibles. Unos hijos serán más apegados, otros más desprendidos, da igual, pero, al casarse, los dos esposos son una sola carne y no es lo mismo que el hijo o la hija que tenías en casa.

Estas reflexiones me sorprendían en la cabeza, cuando mi marido y yo veíamos sentados en el sofá de casa la película francesa ¡Dios mío! Pero qué te hemos hecho (2014). Nos reímos muchísimo y nos sentimos solidarios con aquellos padres que habían casado a sus cuatro bellas hijas. Los yernos eran totalmente diferentes en sus creencias, en sus costumbres y en sus orígenes, cosa que en los tiempos actuales es algo corriente. El contraste entre los yernos resultaba explosivo y chocante y ahí los padres de las hijas intentaban hacer lo posible para que no se produjera ningún cataclismo familiar. Sin embargo no siempre las soluciones de los padres eran efectivas, en el sentido de ser efectivas para conseguir la paz familiar o paliar los disgustos.

¡Dios mío! Pero qué te hemos hecho es una película apta, muy amena, taquillera, para pasar un buen rato en…. familia.