08 diciembre 2015

Un año para la misericordia

Será un año jubilar en el que podremos ganar y recibir indulgencias que Dios repartirá con justicia divina. Comienza en el día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y acabará en la festividad de Cristo Rey, último día del año litúrgico de 2016.

Pero ¿Qué es la misericordia?
La misericordia es un corazón que siente la desdicha del otro. Es algo que nos remueve que no nos deja impasibles ante el mal del otro. Así es Dios con nosotros.

Jesús es el rostro de la misericordia. Dios es misericordioso desde sus entrañas, este es el motor que ha movido a Dios para enviar a su Hijo. No quiso dejar al hombre a merced del mundo. El mayor milagro es que Dios ha querido venir al mundo adoptando la condición humana. 

Y María recapitula toda la misericordia divina. Ella se limita a proclamar la grandeza del Señor, en el plan de Dios que tiene para Ella. Ella es el recipiente de la gracia de Dios. Es la nueva Eva, la mujer que Dios siempre quiso. Es una mujer joven, sencilla y virgen, redimida y preservada de todo pecado por eso la llamamos Inmaculada, concebida así. Los orientales la llaman la eternamente santa. En definitiva, Ella es el Arca segura en medio del diluvio.


06 diciembre 2015

Un compromiso único y para siempre

Y fuimos de nuevo de boda, mi marido y yo. Aprovechamos para reafirmar nuestros votos mutuos. No hizo falta pronunciar palabra. A nuestra edad matrimonial a veces ya no son necesarias. Nos cogimos de la mano. Y a cada afirmación de los novios, nos apretábamos las manos con dulzura o nos mirábamos a los ojos sonriendo. 

No hubo ninguna simulación, la iglesia era un templo consagrado, la misa era la Eucaristía que instituyó Jesucristo, y el cura era un sacerdote ordenado por el obispo de la diócesis, y además hermano de la novia. Fue real, a diferencia de otras bodas en las que la iglesia ya está desacralizada, el que hace de cura es un actor disfrazado y no ha habido compromiso ni ante la ley humana ni la divina.

Era la boda y la fiesta del compromiso de Carlos y Victoria, los hijos de unos amigos muy entrañables. Carlos y Victoria hicieron realidad su vocación matrimonial, que como tal no es una vocación de segunda clase. Los padres ganaron un hijo y una hija, pero esos padres habían entregado sus hijos a Jesucristo.

Carlos y Victoria, en el noviazgo, construyeron un futuro. Se lo tomaron en serio pues el amor para siempre no se improvisa. El amor matrimonial debe estar fundamentado en Dios y no en las capacidades personales. Vivir el matrimonio sin Dios es difícil, se piensa en que el matrimonio es un estorbo y no se cree en la indisolubilidad. Si se fundamenta en Dios y en la filiación divina, se comprende que se ha de perdonar. Si se fundamenta en la exigencia, no hay posibilidad de abrazar al otro tal como es. Así de bonito habló el sacerdote que los casó.

Luego, nos desplazamos a 40 km de distancia a lo largo de la comarca del Maresme, pero no importaba, así lo habían decidido los novios. El aperitivo fue bajo una carpa en el jardín, toda una maravilla de exquisiteces del chef. Y siguió un banquete nupcial distinguido. Y al caer la noche, el baile. Todo con gran sobriedad y elegancia.


Muchas felicidades para toda la vida, y mucha paz para los malos ratos. Que Dios os acompañe siempre.

Las pinturas son de la artista, señora Merce Flores

28 noviembre 2015

Hablar y escuchar sin violencia

Los asuntos de familia son aquellas cosas, cuestiones, problemas, cosillas, (¡sin violencia, claro!!) herencias, hijos ilegítimos…. que no hace falta airear al resto del mundo, aunque hierva al rojo vivo un periodismo que favorece el morbo de aquellas personas que quieren curiosear en esos asuntillos de gente conocida o bien de gente que se presta al morbo para darse a conocer. Creo, no obstante, que esos asuntos es mejor lavarlos en casa, que todo quede en familia sería lo óptimo, lo cual significa dialogar con los miembros de la familia, ponerse en la piel del otro, escuchar, rectificar la mayoría de las veces, tener mucha paciencia etc. 

Pero la realidad no es así, el orgullo nos domina, y a veces no nos damos ni cuenta. De repente un día nos cierran la boca, y al siguiente ya hemos perdido la confianza y no queremos explicar, comentar ni decir nada, pues no queremos que nos lleven la contraria, creemos que no nos van a entender, no nos interesa la opinión del otro porque uno ya tiene la suya… Y más eteces. Por eso me pareció genial la película protagonizada por Andy García (al que cito con cierta asiduidad) que tiene por título Asuntos de familia (2009, USA). García interpreta a un funcionario de prisiones, un simple carcelero.


El film nos ubica en Nueva York, fuera de Manhattan, en una isla en la que se vive muy bien; el que nace allí no se va y el que llega se queda. La playa la tienen a pie de escalera, para broncearse, evadirse, fumar y relajarse, y contemplar la belleza relativa del entorno. 

A pesar de tantos aspectos positivos, la relación entre los dos cónyuges, como con los hijos adolescentes, se mantiene en un territorio comanche, siempre en pie de guerra, sin comprenderse en lo más mínimo. Para suavizar las tensiones que generan los personajes, se entremezclan escenas cómicas y chocantes, en el que tienen muy buen juego los personajes secundarios. La parte del desenlace es realmente dramática, muy en sintonía con la realidad de las familias actuales (pasadas y futuras). Pero el follón se ha de solucionar, el espectador no puede quedarse con un nudo en el estómago. Se introduce entonces el diálogo, aunque sea a gritos. Finalmente uno a otro se escuchan… y tú te sonríes y aplaudes en la butaca de tu salón.

26 noviembre 2015

En África quieren al Papa

El Santo Padre Francisco está en el corazón de África: Kenia, Uganda, y la República Centroafricana son sus destinos en estos días. Se le aconsejó que no hiciera el viaje, pero a Francisco solo le preocupan los mosquitos. 

Recemos por él, por las persones que le acompañan y por los colaboradores que han hecho posible que Francisco haga uno de los viajes más importantes de su pontificado. La oración fiel y confiada, nunca cae en saco roto.

14 noviembre 2015

Sembrando el terror


7 atentados de odio y maldad, en #París. Se ha utilizado el nombre de Alá para ejecutar la masacre. Dicen que Alá es Dios. Sin embargo, el poder y la sabiduría de Dios no quiere la barbarie. 

Están equivocados los que lo invocan para ejecutar el mal, sembrar odio y terror, pues Dios, el verdadero Dios, es Amor. 

No cesemos de rezar. 

 

08 noviembre 2015

¿Vivimos en las apariencias?

Las redes sociales también se han convertido en un mundo de apariencias y no de verdades. ¿Todo el que escribe, se cree lo que escribe?

Es una cuestión que podríamos plantearnos pues podemos estar escribiendo, por ejemplo, sobre la unidad y la indisolubilidad del matrimonio como las características firmes del matrimonio, pero a la hora de vivir el propio matrimonio nos desparramamos y la virtud de la templanza queda en un cajón para cuando nos convenga aparentar ser buenas y delicadas esposas, o en su caso, ser buenos y delicadas esposos. ¿Vivimos en la apariencia de un matrimonio ejemplar a los ojos de los demás, y luego al entrar en casa, cada uno hace su vida al margen del otro? ¿Vivimos en la apariencia de ayudar a nuestros hijos y nietos, lo hacemos saber al mundo entero, y luego todo son lamentaciones?

¿Vivimos en la apariencia de ser un buen sacerdote católico, junto al Santo Padre y luego le robamos a la cara? ¿Vivimos en la apariencia de ser un purpurado sabio y genial y luego con el dinero de los pobres lo desvío para el apartamento? ¿Vivimos con todos los derechos que nos da la Ley y luego nos proclamamos independientes al margen de la Ley?

¿Cuántas apariencias somos capaces de representar?


La vida no es una obra de teatro que representamos a la vista de los demás, y luego, cuando conviene, nos desmaquillamos y salimos de las bambalinas. La vida del cuerpo con el alma es un periodo cortísimo dentro de la eternidad, en la que tenemos la oportunidad de vivir como somos pero a imagen y semejanza de Dios. Y Dios no es una apariencia de ser algo y parecer otra cosa, Dios es real, pues Dios mismo es ser y esencia de todo.  

Parece pues que la hipocresía de la que tanto se habla en el Evangelio y que Jesús mismo recrimina a unos y a otros, sigue siendo un pecado vivo y presente del que nadie se escapa de la tentación, y muchos de la comisión.

25 octubre 2015

Ahora o nunca


Es el título de una película española muy divertida. Explica la historia de una pareja de novios que en pocos días se van a casar. ¿Y qué ocurre? Pues efectivamente a la novia le pasa de todo, incluso aquello que con honorabilidad se plantea confesar y puede perjudicar realmente la boda. Y a él, debido a las inclemencias del tiempo y ciertas negligencias al uso, ponen en peligro el enlace. 

La comicidad del planteamiento de los asuntos provoca unas carcajadas que te abren los pulmones, pero sinceramente si lo que le pasa a estos novios tan dulces y simpáticos ocurre en la vida real es para echarse a llorar teniendo muy cerca las personas que más te quieren y te comprenden, y provista de un buen paquete de pañuelos para enjugar las lágrimas. 

En general todas las bodas se planifican con más o menos éxito. Sin embargo hay cosas que se nos escapan de control. Y ahí está el Quid de la película.

¡Gracias a Dios! El amor y el perdón pasan a ser los protagonistas. El enamoramiento de los novios es evidente, pero el deseo profundo de estar seguro de querer vivir el resto de la vida con esa persona escogida, es muy diferente, y este concepto no se entiende sino se practica el perdón.

Así que esta película de la directora María Ripoll protagonizada por Dani Rovira y María Valverde, entre otros actores conocidos, es recomendable para toda la familia, pues los padres respectivos del novio y la novia también tienen su peso así como la futura suegra entrometida, los hermanos, las tietas, los amigos, las amigas... y todos con muy buen humor pues se trata de que se celebre una boda ¡sin parangón!