02 agosto 2023

Por favor, no veáis la película Barbie

 Según dicen en muchos medios, la película Barbie es un éxito de visualizaciones, y un aumento en el negocio al entorno del rosa barbie. Pero en las redes sociales han surgido controversias. En el caso de este blog, la hemos visto en una reproducción pirata que también está en internet. Por ello opinamos directamente.


Ni los jóvenes, ni niños ni niñas, han de ver la película, recién estrenada, BARBIE. Históricamente se trataba de una muñeca delgada, encantadora, monísima, muy cara, que tenía toda la colección de vestidos y accesorios posibles, coche, estudios, éxitos, que durante varias generaciones de niñas y niños han jugado con ella. Luego le pusieron un amigo muñeco llamado Ken en todas sus versiones y también con muchos conjuntos, y afeminado.

Surgió que muchos niños y niñas quisieron imitarlos, y empezaron a no comer porque los muñecos no comen y están estupendos. De allí se pusieron de moda las anorexias y bulimias en diversos grados. Se dijo que la culpa no es de las muñecas y que son las niñas o niños (y sus padres) los culpables o los enfermos, porque los juguetes son inofensivos. Después siguieron los dibujos animados de la Barbie, y muchos más muñecos creando el mundo de Barbieland.

Ahora han resurgido a la BARBIE AL MUNDO REAL, convertida en un modelo a seguir, aunque solamente sea un objeto de plástico, pero impulsado con un potente márquetin y fuerza mediática. Se acabaron esas muñecas bebés que las niñas paseaban con sus madres en cochecitos, pues decían que las incitaban a ser madres. En el mundo actual en el que rige la cultura de la muerte, no podía repetirse. Esto lo deja claro al principio de la película: una niña se subleva y destruye con furia todas esas muñecas maternales.

BARBIE es realmente una película para adultos. Sus creadores nos meten en un mundo ficticio, irreal pero atractivo, con actores de carne y hueso, muy guapos que cantan y bailan muy bien, con escenas de acoso, desprecio y de horror a los pies planos. Sin embargo, si te conviertes en BARBIE puedes llegar a ser cualquier tipo de profesional que te propongas. En ningún caso, se dice que se ha de trabajar y estudiar, solo es preciso ser una BARBIE con auténticos zapatos de tacón. Eso sí, con insistencia y reiteradamente el arco iris y los diálogos de ideología de género y trans están presentes.

Barbie viaja al mundo real, y sus creadores de MATTEL, son hombres malos y de negro, no hay ninguna mujer que mande en la empresa pero sí todo tipo de trans. Barbie huye de ella porque el consejo de administración lo que quiere es meterla de nuevo en la caja de la muñeca. El Ken sigue afeminado y en ese mundo quiere hacer algo, y llora porque se siente inútil.

Hacia el final los Ken y las Barbies plantean un enfrentamiento. Bailan y cantan. Y ven que el mundo real es muy duro porque no saben hacer nada y deciden restaurar el BARBIELAND, repartiéndose todos los cargos ejecutivos del mundo. Después de tanta música y mucho baile, los personajes tienen pensamientos humanos. Es entonces cuando la película inyecta numerosísimas imágenes subliminales de mujeres y Barbie decide abandonar el mundo de color de rosa y los zapatos de tacón.

Todo este galimatías de guion está enfocado a embotar todavía más a los espectadores de la película con los mensajes de ideología de género y crear una nueva mujer o una trans con doble vasectomía y de éxito a partir del modelo de una muñeca.

Todo ello, a trocitos o a pieza entera, es gravísimo para la identidad natural del ser humano, la dignidad de todo ser humano, hombre y mujer.

Yo también insisto: padres, madres, abuelos, abuelas, educadores, sacerdotes, proteger a vuestros hijos e hijas, que sean niños y niñas, chicos y chicas, alumnos y almas, no les compliquemos más las cosas. Pues la tendencia natural al mismo sexo o al otro sexo ha existido desde siempre, y en todas las civilizaciones. No nos dejemos engañar: Cambiar de sexo no nos hará más felices, porque eso es una gran mentira, y el rey de la mentira es el demonio.