25 noviembre 2013

Amor a través de un cuadro

Walken es un guarda de seguridad de un museo de la ciudad de Boston. Es un hombre felizmente casado con una peluquera que sueña con un viaje de ambos a las playas de Florida. Hace bien su trabajo, le gusta vigilar el buen estado de conservación de los cuadros y las explicaciones que dan los guías, haciendo las puntualizaciones necesarias, especialmente sobre la pintura de una dama, de mirada lejana y algo triste. Walken está subyugado, y a través del cuadro descubrirá que a quien ama es a su esposa. En el mismo sentido, Freeman está enamorado de otro cuadro, también de una dama, de mirada dulce y directa a los ojos. Freeman vive solo, con sus gatos y en su tiempo libre pinta y reproduce el mismo cuadro en su casa. Esta rutina se verá de repente truncada porque la dirección del museo decide trasladar toda la exposición de cuadros, incluyendo estos dos y una figura de un hombre atlético a un museo de Dinamarca. Junto a otro guarda de seguridad, Macy, que se ve reflejado en la escultura atlética, formado en los marines de la Armada americana y de gran espíritu patriótico, urden un plan glorioso para que sus obras preferidas no salgan del país. Y así lo vamos viendo en la película producida, entre otros, por el mismo Morgan Freeman, llamada El Atraco (USA 2009) siendo su título original The Reist.


Los tres actores Walken, Freeman y Macy, que habitualmente interpretan personajes de hombres duros, a veces malos y feos, aquí nos hacen sonreír, con sus miradas y comportamientos de hombres corrientes, con sus defectos y ocurrencias. Nos hacen pasar un buen rato de cine de sofá porque ellos rodando la película se lo pasaron aún mejor.