11 febrero 2013

Querido Santo Padre


Le acompañamos en estos momentos en los que ya todos conocemos su decisión de renunciar al pontificado debido al decaimiento físico, con efectos a las 20 horas del día 28 de febrero. Han sido casi ocho años intensos en los que hemos aprendido a poner la razón en la fe, y la fe en la razón. Y aún más, ahora vamos a aprender de su coherencia y de su firme voluntad de servir a Dios siempre, pues lo leímos en la entrevista publicada en "La luz del mundo", y lo que dijo lo ha cumplido. Por eso, Santo Padre, tenemos mucho que agradecerle. Gracias por estos casi 2900 días, sus 24 viajes, innumerables mensajes, encuentros mundiales de las familias y jornadas mundiales de la juventud; de fieles alrededor del sucesor de Pedro en las audiencias, celebraciones eucarísticas, rezos del santo rosario, ángelus, y todas sus oraciones por nosotros, y por toda la Iglesia Universal de Jesucristo. ¡Gracias Santidad!, ¡gracias Benedicto XVI!. Seguiremos rezando por el Papa.

En breve empezará la Cuaresma, para todos los cristianos romanos será un tiempo para amar a Dios profundamente, procurando puntos de mortificación y lucha para que el Espíritu Santo sea oído en el corazón de los integrantes del próximo cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI.

*En la foto, Joseph Ratzinger junto a sus padres y hermanos