17 octubre 2011

Esas gratas coincidencias

Cuantas veces decimos sin pensar “fíjate qué coincidencia” o qué casualidad, eh!”, porque todo eso que confluye parece que sea un conjunto de cosas perfectas o un caos en orden. Y hasta en lo más simple, estoy convencida de que la coincidencia es Providencia.

Pasó que salimos mi marido y yo por la tarde del sábado camino del domicilio de unos amigos a celebrar la onomástica de la anfitriona. Íbamos con tiempo para llegar a la hora que nos habían dicho. Se trataba de atravesar la ciudad en el Subway o Metro (como decimos en mi país); el tiempo de espera del convoy en un sábado es superior al habitual y además teníamos que hacer transbordo  para cambiar de línea. Sin embargo, todo fue a tiro. Pisamos el andén y en ambos casos entraba el convoy. Llegamos a la estación de destino con más de veinte minutos de anticipación, todo un record de extrema puntualidad. Sin embargo no era cuestión de llegar tan pronto, también es de mala educación presentarse en una casa antes de la hora, además a ti misma eso también te molesta porque estás acabando los preparativos, o te estás dando el último toque para estar más estupenda, todavía!

Así que decidimos sentarnos en un banco de una placita que había cerca de la salida del Metro. Y en esa decisión vimos una iglesia, sin la Cruz exterior pues parte del recinto de su entorno se había convertido en un Centro Cívico del Ayuntamiento, cosa muy habitual en estos tiempos de secularización. Gracias a Dios vimos que estaba la puerta abierta, y nos dijimos “Así haremos la visita al Señor”. Mientras discurría nuestra oración, todo aquello que íbamos oyendo percibimos que era una homilía dentro de una celebración eucarística. Mis oídos se sorprendían a cada palabra, era una catequesis sobre el Matrimonio, el sacerdote había hecho un resumen doctrinal y humano de una vida matrimonial. Al principio creía que era como una manía mía… siempre pensando en el mismo tema, me decía, pero no, Rafael y Teresa cumplían y celebraban aquel día 50 años! de matrimonio. 

Mi marido y yo nos íbamos diciendo cosas, todas monas…Siguió la renovación de promesas matrimoniales, y él y yo recordamos que ya las habíamos renovado dos veces; subieron al presbiterio los hijos y nietos, y estuvieron junto a sus padres y abuelos en aquel momento tan feliz. Una vez renovado el compromiso, los hijos les regalaron unos anillos. Finalmente el Matrimonio leyó lo que nos faltaba a mi marido y a mí para soltar una lágrima de cocodrilo cada uno: Bendito seas Señor por haberme dado por regalo a Teresa… Bendito seas Señor por haberme dado por regalo a Rafael. A esta pareja estupenda no la conocemos personalmente pero nos emocionamos igualmente con su felicidad.

Y ya se vino el momento de irnos a casa de nuestros amigos, llegamos con la puntualidad esperada, sin embargo con una inyección de ilusión y de amor inesperada, providencial, claro!

15 octubre 2011

¿somos invasivas?

Cuando una ama de verdad y ese amor va dirigido a las personas y no a las cosas, se siente tan dada a los demás que darías hasta la vida. Además sabiendo que en el Cielo se está mejor ¿por qué no exprimirse hasta ese punto? Pero la visión humana nos lleva a errores, ¿qué quieren los demás de mi? Quizá lo que quieren es que sólo estés disponible cuando te necesiten, o que simplemente les dejes en paz, no ser tan invasivas, cosa que cuesta muchísimo!.
El exceso de instinto maternal o la ausencia de su control nos lleva en muchos casos a ser pesadas, preguntonas, curiosas. Y eso que les queríamos tanto! Y tanto que la hemos fastidiado…

Darse es darnos lo sabemos, pero siempre los afectos a las personas incluso a las más próximas, las de consaguinidad directa, para no equivocarnos, primero hay que pasarlas por Cristo. Luego la practica constante de la templanza, una gran virtud dónde las haya y por ello difícil, nos permitirá exprimirnos con todo el amor del mundo pero sin molestar a nadie, y si nos volvemos a equivocar …¿me disculpas, por favor?

12 octubre 2011

Viva la Virgen del Pilar!

Según una antiquísima y venerada tradición, la Virgen Santísima, cuando aún vivía en carne mortal, se apareció al Apóstol Santiago el Mayor, en Zaragoza (Aragón-España), acompañada de ángeles que le traían una columna o pilar como signo de su presencia. En la aparición Nuestra Señora consoló y reconfortó al Apóstol, a quien prometió su asistencia maternal en la evangelización que estaba llevando a cabo en la Hispania Romana.


Posteriormente,  coincidió que en el día de esta celebración, el 12 de octubre de 1492, según explican las crónicas de aquel tiempo, Cristóbal Colón y todos sus aventureros descubrieron América al pisar tierra firme, aunque ellos  pensaban que eran las Indias.

Primero fue el viaje verosímil del Apóstol y luego el de la India Hispánica, en cualquier caso, por un motivo o por otro hoy se celebra en España, y en muchas partes del mundo, la fiesta de Nuestra Señora del Pilar. A pesar de vivir en una época en que los sentimientos patrióticos están entremezclados, todos podemos decirle a la Virgen:

¡Madre Mía, te miro
Y me quedo tranquila,
Gracias Madre del Cielo!

08 octubre 2011

Yo me salgo del cine!

En estos tiempos en los que la Verdad no gusta como respuesta, hay quien se sigue haciendo la misma pregunta, ¿Quién dices tú que es la Verdad? Y llevado todo este planteamiento al cine nos encontramos con una película llena de elipsis, imágenes figurativas, cosas referenciales, que para verla hay que saber lo que se va a ver previamente. Para una persona que no tiene vida interior es muy difícil seguirla, y para quien la tiene en algunos momentos es revulsiva. La capacidad abstractiva es casi obligatoria para entenderla, y aun así no es de extrañar que haya gente que se salga de la sala de proyección. Yo estaba en mi casa tranquilamente y la vi en dos partes, y mi conclusión es que no me gustó y no la recomiendo ni al peor enemigo.

La película El Árbol de la Vida es angustiosa y aqui la música juega un papel muy importante, y gira entorno a una familia en la que nadie es feliz; hay violencia física, psicológica y un fracaso constante en las relaciones y en el amor. Presenta a un Dios lejano, frío, cruel. Por otra parte, el episodio de la Creación del mundo es lo único bonito de la película, y el hilo de esperanza que al final se vislumbra, en el que, por fin, alguien dibuja una sonrisa. Sin lugar a dudas los actores destacan en su valor dramático. No es una repetición del mismo guión de la película del mismo nombre del año 1957, interpretada por Cliff y la bella Taylor.

06 octubre 2011

Santificarse en el matrimonio


El 6 de octubre de 2002 el Beato Juan Pablo II canonizó al beato Josemaria Escrivá, y en aquella homilía le llamó el santo de la vida ordinaria. Las enseñanzas de este santo nos dan conocimiento del mucho bien que podemos hacer a nuestras familias, a nuestro marido, a nuestro trabajo profesional, a todo lo que hacemos, incluso aunque estemos enfermos.
He extractado un fragmento de la homilía El Matrimonio, vocación cristiana, predicada en el año 1970, y recopilada en el libro “Es Cristo que pasa".
"El matrimonio no es, para un cristiano, una simple institución social, ni mucho menos un remedio para las debilidades humanas: es una auténtica vocación sobrenatural. Sacramento grande en Cristo y en la Iglesia, dice San Pablo, y, a la vez e inseparablemente, contrato que un hombre y una mujer hacen para siempre, porque —queramos o no— el matrimonio instituido por Jesucristo es indisoluble: signo sagrado que santifica, acción de Jesús, que invade el alma de los que se casan y les invita a seguirle, transformando toda la vida matrimonial en un andar divino en la tierra.

Los casados están llamados a santificar su matrimonio y a santificarse en esa unión; cometerían por eso un grave error, si edificaran su conducta espiritual a espaldas y al margen de su hogar. La vida familiar, las relaciones conyugales, el cuidado y la educación de los hijos, el esfuerzo por sacar económicamente adelante a la familia y por asegurarla y mejorarla, el trato con las otras personas que constituyen la comunidad social, todo eso son situaciones humanas y corrientes que los esposos cristianos deben sobrenaturalizar.

La fe y la esperanza se han de manifestar en el sosiego con que se enfocan los problemas, pequeños o grandes, que en todos los hogares ocurren, en la ilusión con que se persevera en el cumplimiento del propio deber. La caridad lo llenará así todo, y llevará a compartir las alegrías y los posibles sinsabores; a saber sonreír, olvidándose de las propias preocupaciones para atender a los demás; a escuchar al otro cónyuge o a los hijos, mostrándoles que de verdad se les quiere y comprende; a pasar por alto menudos roces sin importancia que el egoísmo podría convertir en montañas; a poner un gran amor en los pequeños servicios de que está compuesta la convivencia diaria.

Santificar el hogar día a día, crear, con el cariño, un auténtico ambiente de familia: de eso se trata. Para santificar cada jornada, se han de ejercitar muchas virtudes cristianas; las teologales en primer lugar y, luego, todas las otras: la prudencia, la lealtad, la sinceridad, la humildad, el trabajo, la alegría... Hablando del matrimonio, de la vida matrimonial, es necesario comenzar con una referencia clara al amor de los cónyuges."


Todos los libros de San Josemaria

03 octubre 2011

Cita doctrinal del Youcat (II): la indisolubilidad

Es muy conveniente que se entiendan los conceptos doctrinales para poderlos llevar a la práctica y además explicarlos. En el YOUCAT (El Catecismo joven de la Iglesia Católica) podemos leer cosas que quizá ya conocemos pero con un lenguaje muy llevadero y tan claro que no da pie a confusión. El Matrimonio de nuestro tiempo vive perturbaciones sociales muy importantes, y parece que ya no podamos explicar que el Matrimonio cristiano es indisoluble.

Pero el YOUCAT nos ayuda muchísimo y nos dice cosas muy concretas:

¿Por qué es indisoluble el matrimonio?

El matrimonio es indisoluble por tres razones. Por un lado porque corresponde a la esencia del amor el entregarse mutuamente sin reservas; luego porque es una imagen de la fidelidad incondicional de Dios a su creación; y es también indisoluble finalmente porque representa la entrega de Cristo a su Iglesia, que llegó hasta la muerte en Cruz. (Punto 263)

02 octubre 2011

Hacer feliz a la gente

Los que me seguís ya sabéis que esa bebida refrescante que la llamaban  La Chispa de la vida me gusta, me cae bien y me mejora! Así que como soy una persona corriente que le pasa lo que a mucha gente en el mundo, esos fabricantes hicieron un anuncio de su propia historia pensando en todos. Y ya han pasado 125 años haciendo feliz a la gente.

Hay muchos anuncios de este producto pero a mi me ha gustado uno en especial por su valores familiares, por el amor, el cariño, la familia, y por supuesto la alegría.

Y como nuestros encuentros son virtuales, haremos como si estuviéramos todos reunidos: compartir un momento de publicidad… y brindaremos por el amor y la paz!
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