15 agosto 2013

La fiesta universal de María

En el día que se celebra la Asunción de la Santísima Virgen María, en cuerpo y alma a los cielos, felicitamos a todas las María, Mary, Marie, Mireia, Mireya, Meritxell, Alba, Mariona….Asunción, Asun, Asumpta.. y en todos los idiomas que no hemos citado.  Es la fiesta de Nuestra Señora por antonomasia y la Iglesia católica la celebra en toda su solemnidad por lo que para los católicos, estemos donde estemos, y sea o no fiesta laborable donde vivamos, es día de precepto.

Podríamos recordar de nuevo una bella oración de san Bernardo y que conocemos con el nombre de Acordaos. Sin embargo de este santo podemos referir otra oración, menos conocida pero muy suplicante para aquellos momentos difíciles, de caídas, de tentaciones, de torpezas, circunstancias en la que Nuestra Madre del cielo nunca falla a nuestro reclamo.


¡Mira a la Estrella, invoca a María!

"¡Oh tú que te sientes lejos de la tierra firme, arrastrado por las olas de este mundo, en medio de las borrascas y de las tempestades, si no quieres zozobrar, no quites los ojos de la luz de esta Estrella, invoca a María!.

"Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas en los escollos de las tribulaciones, mira a la Estrella, llama a María.

"Si eres agitado por las ondas de la soberbia, si de la detracción, si de la ambición, si de la emulación, mira a la Estrella, llama a María.

"Si la ira, o la avaricia, o la impureza impelen violentamente la navecilla de tu alma, mira a María.

"Si, turbado a la memoria de la enormidad de tus crímenes, confuso a la vista de la fealdad de tu conciencia, aterrado a la idea del horror del juicio, comienzas a ser sumido en la sima del suelo de la tristeza, en los abismos de la desesperación, piensa en María.

"En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir los sufragios de su intercesión, no te desvíes de los ejemplos de su virtud.


"No te extraviarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en Ella piensas. Si Ella te tiende su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás, si es tu guía; llegarás felizmente al puerto, si Ella te ampara."