10 diciembre 2012

El alcoholismo mata a las familias


El alcoholismo es una enfermedad que crea la necesidad de la ingesta del alcohol etílico sin dominio de uno mismo. Es una enfermedad que atrapa a muchas personas, y con ellas a sus cónyuges y a sus familias, con consecuencias más allá de ellos mismos y que alcanza a las generaciones futuras, pues es sabido que la ingesta del alcohol destruye el cerebro y la vida.
 
En la película Affliction” (Aflicción) del año 1997, interpretada de forma espléndida por Nick Nolte, también por James Coburn que mereció el Oscar al mejor actor secundario, junto a Sissy Spacek, entre otros, vemos el retrato y la evolución de una familia cuyo detrimento lo ha producido el alcoholismo persistente de un miembro de la familia. La acción discurre en un lugar de Estados Unidos, en pleno invierno y completamente nevado. Un accidente de caza que podría encubrir un asesinato, porque el muerto era un sindicalista que al parecer estorbaba en el progreso de un proyecto de crecimiento comercial de la población, va a desencadenar en el protagonista un comportamiento extraño que nos va a mantener en vilo y con interés. El guión tiene un narrador que aparecerá en escena hacia la última parte del film, y en el último minuto, nos desvelará el grave y sorprendente desenlace.

08 diciembre 2012

La Virgen María ha permanecido pura


En un día como hoy, en el que celebramos con gozo la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, podemos aprender un poco más de lo trascendente de este dogma acudiendo, como se nos viene recomendando, a la fuente de la doctrina, es decir, al Catecismo de la Iglesia Católica. Este Año de la Fe es una buena ocasión para iniciar una lectura pausada de todo el libro, de 2865 puntos a cual de ellos más importante. 

En el capítulo dedicado al Credo, oración que resume toda la doctrina cristiana, en cuatro puntos se explica qué significa y por qué María, la Madre de Dios, desde el momento de su concepción estaba libre de pecado, a diferencia de todos nosotros, de todos los seres humanos, que hemos nacido heridos con el pecado original.

Hemos de recordar que la Inmaculada Concepción de María no solo es patrona de España, sino también de los Estados Unidos de América, Portugal, Corea, Nicaragua, El Salvador, Filipinas y Polonia.

La Inmaculada Concepción

490 Para ser la Madre del Salvador, María fue "dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante" (LG 56). El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como "llena de gracia" (Lc 1, 28). En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente conducida por la gracia de Dios.

491 A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lc 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX:
«... la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus: DS, 2803).

492 Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción" (LG 56), le viene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo" (LG 53). El Padre la ha "bendecido [...] con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo" (Ef 1, 3) más que a ninguna otra persona creada. Él la ha "elegido en él antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor" (cf. Ef 1, 4).

493 Los Padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios "la Toda Santa" (Panaghia), la celebran "como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada y hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo" (LG 56). Por la gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida.”

*El cuadro es de Murillo, La Inmaculada del Escorial

03 diciembre 2012

Los campeones del Adviento


Y en este mes de diciembre, bastante frío, nos vamos a encontrar con el dilema de siempre: la sobriedad propia del tiempo de Adviento que para los cristianos es un tiempo fuerte penitencial, frente al constante reclamo del gasto que se ha asociado a las fiestas navideñas. Nos va a costar mucho no comprarlo todo pues con tantas luces, ofertas, brillos, guirnaldas y tal y que cual, seremos unos campeones si no nos pasamos del presupuesto que nos hayamos marcado. Además vamos a celebrar la llegada de san Nicolás el día 6, que ya ha salido de España para dirigirse a los Países Bajos, especialmente Bélgica, pues este santo es quien regala a los niños belgas los juguetes y las ilusiones; en España se queda una representación del santo para la comunidad belga-española. El día 8 celebraremos, con mucha alegría, el dogma de la concepción Inmaculada de María, patrona de España, aquí fue donde hace siglos surgió, preferentemente, esta devoción a la Virgen Santísima. Ya hemos celebrado san Francisco Javier, seguirá santa Lucía y más adelante el protomártir san Esteban y los Santos Inocentes. Pero sin lugar a dudas la segunda gran fiesta cristiana es el Nacimiento de Nuestro Señor (la primera es la Pascua de Resurrección) el día 25 de diciembre, fiesta universal y planetaria, que coincide con el solsticio de invierno.
 
Así que si en estas próximas cuatro semanas vamos a una iglesia católica, y el sacerdote está celebrando la santa misa, no nos va a sorprender que el revestimiento sea de color morado, y no porque estuviera celebrando una misa de difuntos o te hubieras aerotransportado al tiempo de Cuaresma. El tema es que el color litúrgico del Adviento es también morado porque es el color de la penitencia, ese color que nos recuerda el dolor, tan sencillamente como el color que se pone aquel ojo que ha recibido un golpe, o la pierna... Sí, sí! ese mismo color que nos hemos visto más de una vez en nuestro cuerpo. Por ello, el Adviento al ser un tiempo fuerte para la sobriedad, quizá nos hará más daño pasar de largo los bellos escaparates sin comprarnos un montón de cosas que nos enamoran, que un golpe en la misma espinilla, Aysssssss! 

01 diciembre 2012

La venganza amorosa


El perdón es un acto de humildad muy grande y uno de los más difíciles de acometer, porque no solo se trata de expresar que perdonas sino que además olvidas, y limpias todo tipo de rencor. Para los católicos corresponde también acudir al sacramento de la confesión. Es fácil pedir perdón si le pisas a alguien un pie en el metro o si has hecho mal tu trabajo y el jefe te corrige. Pero es difícil perdonar si tu esposa ha cometido adulterio, o tu marido ha vaciado la cuenta corriente en juegos de azar. Podríamos, cualquiera de nosotros, poner muchos ejemplos de las veces que hemos pedido perdón a… nuestros padres, a nuestros hijos, a nuestros amigos… pero quizá tengamos una lista más larga todavía de las veces que nos hubiera gustado que nos hubieran pedido perdón a nosotros. Sin embargo, el perdonar es un trabajo diario de amor y generosidad constante, no se consigue solo con nuestras fuerzas. De otro modo, mellará en nuestro corazón un sentimiento de rencor y venganza inmensos y poco a poco nos sentiremos más infelices y seremos más crueles. En todo esto pensé cuando leía la trágica historia del rey Pedro I de Portugal, del que se visita su tumba en el monasterio de Alcobaça (Portugal); está enterrado frente a su amada Inés de Castro, el cual creía que al momento de la resurrección de los muertos lo primero que vería sería el rostro de Doña Inés.

No obstante, el amor a Doña Inés le llevó a una vida turbulenta y llena de crímenes. El rey Alfonso IV (S. XIV) escogió esposa a Don Pedro, la infanta de Castilla, Doña Costanza. Ya casado se enamoró de Doña Inés, una mujer de la corte y dama de compañía de su esposa.  En vida de ésta, Don Pedro y Doña Inés tuvieron cuatro hijos. Así que cuando Doña Constanza murió, se casaron en secreto pues el rey Alfonso IV pretendía que Don Pedro se casase de nuevo pero con otra mujer. Como el rey no aceptó el matrimonio de su hijo, mandó asesinar a Doña Inés. En un arrebato imparable de ira, Don Pedro inició una guerra contra su padre, motivo que provocó la división del reino de Portugal. Los embates siguieron hasta que murió de viejo el rey Alfonso. Por derecho propio, Don Pedro, llamado ahora Pedro I le sucedió en el trono. Lo primero que hizo fue buscar a los asesinos de Doña Inés y la vengó:  aún vivos los asesinos les hizo sacar los corazones, uno por el pecho y otro por la espalda y luego los hizo quemar. A continuación, mandó desenterrar a Doña Inés, el cuerpo lo puso en un trono y toda la corte tuvo que besarle como reina la mano a la difunta….

La historia de la venganza está repleta de más actos crueles, pero aquí nos quedamos. Don Pedro vengó a su amada, pero nunca fue feliz, y está por ver lo que verá el día de la resurrección pues para todos es un misterio.

27 noviembre 2012

El amor a Dios nos une

¿Y qué tiene Ucrania (Europa) que visita este blog? o ¿qué tiene este blog que le gusta a los ucranianos? o ¿En qué se parecen los brasileños a los ucranianos o éstos a los chilenos para que desde lugares tan lejanos entre sí y distintos visiten este blog?...Sencillamente creo que es por el ESPIRITU CRISTIANO que puebla la tierra y que nos une, pues la doctrina cristiana es universal y el matrimonio cristiano también. Dicho de otro modo: se trata de un mensaje planetario que es bueno para todos.

En la foto, la Catedral de Santa Sofía, Kiev (capital de Ucrania)

25 noviembre 2012

Las bodas falsas


A pesar de que no esté muy de moda casarse, las parejas se siguen casando, gracias a Dios. Yo siempre pienso que si un hombre y una mujer deciden casarse, aunque solo sea por la vía civil, hay que dar tiempo al tiempo pues cada alma va a su paso, pero siempre con el apoyo de nuestra oración más de una pasará por el altar. Sin embargo, lo que es deleznable es que la ceremonia de la boda “parezca” religiosa y luego se trate de teatro.

Esto es así porque ya forma parte de las propuestas de algunas empresas que organizan bodas (ya sean restaurantes, catering o de otro tipo) que ofrezcan a los novios no solamente una variedad de menús gustosísimos, ornamentos florales magníficos, músicos, bailes y bailarines…, sino también actores que se disfrazarán de sacerdotes “para que todo parezca más real”.

En estas cosas se encuentran nuestras parejas en este país paganizado que no solo rechaza a Dios, sino que lo recrea en un escenario burlándose ¿de quién? ¿Quizá de Dios mismo? ¿de los invitados para que se crean lo que no es cierto?…  Creo que es de una hipocresía gravísima ofrecer ese servicio por parte de las empresas organizadoras del acontecimiento pues todo ello resultará una gran mentira porque a los novios no los casará nadie con poder para ello, ni civil ni eclesiástico, y por lo tanto será una farsa, ni se casan ni se embarcan, será una boda sin compromiso dado, ni siquiera entre ellos mismos porque conocen de antemano que su celebración es una pantomima. Por otra parte, si una pareja realmente lo que quiere es una celebración pública con todo el montaje, que haga lo que quiera, pero para ello no son necesarios los actores disfrazados de sacerdotes, que los actores se disfracen de lo que sea y que no se burlen de los sacerdotes, que son hombres consagrados y ordenados para ser Cristo en la tierra, y esto sí que es real y verdadero.

23 noviembre 2012

Asistimos a la destrucción del matrimonio por vía legal

Nos hacemos eco de la Nota sobre la legislación familiar y la crisis económica que ha elaborado la sesión plenaria de la Conferencia Episcopal Española, que emitió ayer, en relación con la sentencia del Tribunal Constitucional Español al respecto de la equiparación del matrimonio entre hombre y mujer, a la unión entre personas del mismo sexo. Como ya comentamos en otro post, la legislación española al realizar dicha equiparación produce un efecto destructivo a la célula natural de la sociedad. La igualdad siempre es populista en un primer momento, con ello se acalla a unos y se enfrenta a otros. Pero no es la solución a los problemas a medio y largo plazo, al contrario. Por eso publicamos toda la nota referida, y el link correspondiente, que nos va ayudar a entender y a reflexionar el problema que definitivamente se ha consolidado en nuestro país.

"La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, ante la sentencia del Tribunal Constitucional del pasado 6 de noviembre, se ve en el deber de recordar que la actual legislación española referente al matrimonio es gravemente injusta. Lo es porque no reconoce netamente la institución del matrimonio en su especificidad, y no protege el derecho de los contrayentes a ser reconocidos en el ordenamiento jurídico como “esposo” y “esposa”; ni garantiza el derecho de los niños y de los jóvenes a ser educados como “esposos” y “esposas” del futuro; ni el derecho de los niños a disfrutar de un padre y de una madre en el seno de una familia estable. No son leyes justas las que no reconocen ni protegen estos derechos tan básicos sin restricción alguna. Por eso, es urgente la reforma de nuestra legislación sobre el matrimonio.

Como hemos dicho en el documento La verdad del amor humano: «No podemos dejar de afirmar con dolor, y también sin temor a incurrir en exageración alguna, que las leyes vigentes en España no reconocen ni protegen al matrimonio en su especificidad. Asistimos a la destrucción del matrimonio por vía legal. Por lo que, convencidos de las consecuencias negativas que esa destrucción conlleva para el bien común, alzamos nuestra voz en pro del matrimonio y de su reconocimiento jurídico. Recordamos además que todos, desde el lugar que ocupamos en la sociedad, hemos de defender y promover el matrimonio y su adecuado tratamiento por las leyes.

Renovamos nuestra llamada a los políticos para que asuman su responsabilidad. La recta razón exige que, en esta materia tan decisiva todos actúen de acuerdo con su conciencia, más allá de cualquier disciplina de partido. Nadie puede refrendar con su voto leyes que dañan tan gravemente las estructuras básicas de la sociedad. Los católicos, en particular, deben tener presente que, como servidores del bien común, han de ser también coherentes con su fe.

Sin la familia, sin la protección del matrimonio y de la natalidad, no habrá salida duradera de la crisis. Así lo pone de manifiesto el ejemplo admirable de la solidaridad de tantas familias en la que abuelos, hijos y nietos se ayudan a salir adelante como solo es posible hacerlo en el seno de una familia estable y sana..
En la vida conyugal y familiar se juega el futuro de las personas y de la sociedad. Expresamos de nuevo a las familias que más sufren la crisis económica, con problemas de vivienda, falta de trabajo, pobreza, etc., nuestra cercanía y la de toda la comunidad católica. Estamos junto a ellas compartiendo nuestros bienes, nuestro afecto y nuestra oración. Del mismo modo, renovamos nuestro compromiso por activar la dimensión caritativa de la comunidad cristiana, promoviendo en nuestras diócesis la atención a los más necesitados."

En la foto, el obispo auxiliar de Madrid y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino (Agencia EFE)


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