27 diciembre 2011

El árbol cristiano

En el variado entorno en el que vivimos y sobrevivimos nos dicen que árbol de Navidad es solo un adorno. Pues no, el árbol de Navidad tiene un origen cristiano y un gran sentido teológico.

El árbol contiene tres árboles. El primero es el árbol de la Vida, el árbol del Paraíso, donde puso Dios la creación del mundo, y donde nos puso a nosotros. El segundo árbol es el árbol del Mal que también estaba en el Edén, y del que probaron nuestros padres el fruto prohibido; por eso les colgamos cosas; durante muchos años eran bolas de cristal, luego el plástico se ha cogido el relevo, pero fijaros! con colores atractivos y brillantes, tentadores como la manzana de Eva. El tercer árbol, y más escondido, es el árbol de la Luz y de la Cruz, por eso les ponemos guirnaldas de colores que se encienden y apagan, luces y más luces. Y por fin acabadas las fiestas de las navideñas, el árbol muere, como Cristo para realizar nuestra redención.

Ese es nuestro árbol de Navidad cristiano, aunque sea de fibra óptica o de plástico, aunque lo replantemos o lo reciclemos para hacer abono, pero ese es su contenido, toda una gran catequesis, algo  estupendo para comentar en los encuentros familiares de estos días entrañables.

24 diciembre 2011

Navidad y esperanza

Hoy es Nochebuena y mañana Navidad.... estas horas que faltan son emocionantes y estan llenas de ilusiones pues muy pronto celebraremos el aniversario de nuestra redención. Estamos ya enredadas en miles de tareas domésticas y familiares para hacer más agradable la vida a los demás, con buenas cenas y almuerzos navideños, y algún regalo, a cada cual como haya podido ser, pues lo importante es estar en familia junto al portal de Belén.

Que seáis muy felices, que logremos un buen ambiente familiar, sofocando con cariño y amor aquel punto de ignición que hay en todas las familia, procurando que no seamos nosotros mismos, y a vivir en paz, un buen consejo que me dieron y os lo transmito para que llegue a los dos hemisferios de seguidores de habla hispana o no. Desde esta web os deseamos una entrañable Navidad llena de esperanza en Dios.

22 diciembre 2011

Canto nupcial

En el libro del Cantar de los Cantares podemos leer uno de los cantos de amor más bellos, escritos nunca. Es un canto nupcial y de enamoramiento, y puede sorprender que en la Sagrada Biblia nos encontremos con esos textos. Pero en la Biblia no hay nada baladí, ni por casualidad. Es un Libro inspirado por Dios, donde Él se revela a si mismo, y todo tiene su sentido.

Ese canto nupcial de los esposos que se aman, que se desean y que se perdonan, desde siempre se ha entendido como un canto de amor entre Dios e Israel, y más adelante, entre Jesucristo y su Iglesia, porque la Alianza entre Dios y su pueblo es tan firme como el compromiso de los esposos en el Matrimonio.

 
¡La voz de mi amado!
Ahí viene, saltando por las montañas,
brincando por las colinas.
Mi amado es como una gacela,
como un ciervo joven.
Ahí está: se detiene
detrás de nuestro muro;
mira por la ventana,
espía por el enrejado.
Habla mi amado, y me dice:
"¡Levántate, amada mía,
y ven, hermosa mía!
Porque ya pasó el invierno,
cesaron y se fueron las lluvias.
Aparecieron las flores sobre la tierra,
llegó el tiempo de las canciones,
y se oye en nuestra tierra
el arrullo de la tórtola.
La
higuera dio sus primeros frutos
y las viñas en flor exhalan su perfume.
¡Levántate, amada mía,
y ven, hermosa mía!
Paloma mía, que anidas
en las grietas de las rocas,
en lugares escarpados,
muéstrame tu rostro,
déjame oír tu voz;
porque tu voz es suave
y es hermoso tu semblante".

Fragmento del Cantar de los Cantares, 2,8-14

20 diciembre 2011

Nos vamos al invierno

El mar embravecido se lleva por delante playas, espigones, barcos, mariscos, negocios, trabajos y por ende el presente de muchas familias. Esas tempestades a algunos les atraen a la vista porque es todo un espectáculo siempre distinto, a otros el mar les produce respeto, y a otros les rompe el corazón por las desgracias que llegan.

Después, como siempre también, llega la calma, el mar se recoge y se suceden los paisajes rotos y los bellísimos atardeceres de finales de otoño para dar pasado al frío, la nieve, el hielo, el sol inclinado y corto, el reuma, la gripe, y a los buenos platos de cuchara, es decir, al invierno. Pero a pesar de aquellos y otros pesares, todo es y será para bien, no hay que dudarlo, firmes en la fe también en esto.

18 diciembre 2011

Transmitir la fe en el matrimonio

Jesús provenía de una larga genealogía desde Abraham, y podemos recordarla leyendo:

Evangelio de San Mateo 1, 1-17:

"Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.
Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos.
Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram.
Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón.
Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isa.
Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías.
Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa.
Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías.
Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías.
Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías.
Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia.
Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel.
Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor.
Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud.
Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob;
y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.
De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la   deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce."


Esa relación de generaciones nos ayuda a contemplar el misterio de la sagrada familia de Nazaret. Llevado a nuestra familia también podemos hacer nuestro árbol genealógico y ver en él la historia sagrada de cada matrimonio de nuestros antepasados y veremos como de padres a hijos se ha ido transmitiendo  la fe o bien se ha transmitido la tradición de un espíritu mundano. Esa meditación del Evangelio ayuda a ver la necesidad creciente y constante de que no solo en las iglesias vivamos la fe sino también en el seno de cada matrimonio, de cada familia, día a día, minuto a minuto.

15 diciembre 2011

En el eclipse de Dios

Nos acercamos al día en el que celebraremos la sagrada familia de Belén. Si estuviéramos en esa población de Tierra Santa, en Israel, podríamos besar y tocar con nuestras manos el lugar donde dice la tradición que se dio a la luz el Niño Jesús. Son días de encuentros familiares, pero para las familias rotas, en muchos casos, será un drama, porque muchas personas se quedarán solas. Son días, pues, para reflexionar en qué estado se encuentra la familia. Los expertos, a los cuales hemos de hacerles caso si están bien documentados, dicen que la familia está enferma. En ese sentido, hace pocos días se reunió el Consejo Pontificio para la Familia del cual es miembro D. Joaquín Navarro Valls. Como reflexión de lo ocurrido y de los datos que se ofrecieron, publicó un artículo en la web que se cita al pie, y del cual extracto lo siguiente:

No esperemos que el modelo de familia sea –como antaño- “un producto” de las costumbres, más bien ha de ser un “instrumento de modificación” de esas costumbres. Se trata de ofertar a Occidente con enorme paciencia la ética y la antropología que late bajo la bíblica "una caro". Se trata de ser conscientes de que la crisis del matrimonio y la familia probablemente no se debe tanto a razones históricas o sociológicas cuanto a motivos ideológicos. Será en el mundo de las ideas donde habremos de fraguar los cambios. Eso llevará su tiempo. Pero vale la pena.

14 diciembre 2011

Los colores de los sueños

Si los pensamientos tuvieran colores llevaríamos la cabeza cubierta de sombreros sorprendentes, porque pensar pensamos, pero hay que ver qué pensamos! El estado de ánimo ayuda a que las fantasías sean catastróficas, desesperadas o de misión imposible o, por fin, relajantes como si estuvieras bajo un pai pai en una playa cálida. Y esa imaginación muchas veces es inútil, te hace perder el tiempo entresoñando; además imaginas para apartate de la realidad porque ésta te resulta difícil de soportar, y te ensueñas con más colores y frivolidades. Pero no es malo soñar, pues si no soñásemos con un mar sin orillas, ese amor que damos no lo sabríamos repartir, por lo tanto hemos de escoger la playa más adecuada. La vida cotidiana no te ensueña pero puedes soñar para mejorarla, incluso para cambiarla, para aplaudirla, para hacer más felices a los demás… a tu esposo, a tus hijos y nietos, a tus padres si gracias a Dios los tienes vivos, a los amigos/as, a los compañeros/as de trabajo…llenándolos de colores frescos y divertidos, con abrazos sintéticos, virtuales y amorosos.