13 marzo 2013

Un Papa comunicador


A los cardenales no les ha costado decidirse, y lo que tanto deseábamos ya lo tenemos. Un Papa comunicador que ha mirado sin aspavientos ni movimientos de ningún tipo al pueblo que le aclamaba, deseoso de conocerle. 

Ha esperado a que acabase el himno del Vaticano y enseguida nos ha puesto a rezar por el Papa Emérito, a rezar por él, y por todos nosotros, la Iglesia Universal. Y lo nunca visto en el balcón del Vaticano: Su Santidad Francisco I se ha arrodillado. Millones de personas hemos seguido estos momentos desde todas partes del mundo.

Su piedad nos ha conectado y todos nosotros nos hemos sentido unidos a él por medio de la oración elevada a Dios mismo. ¡Gracias! Por venir de Argentina para evangelizarnos.