05 abril 2012

Los cónyuges cristianos en la Nueva y Eterna Alianza

En el Jueves Santo los católicos participamos en la celebración de la Ultima Cena del Señor; se repiten en ella la institución de los Sacramentos de la Eucaristía y la del Sacerdocio. Reviviremos minuto a minuto todos los hechos ocurridos en aquella sagrada cena de Jesús con sus apóstoles. Pero ¿qué relación podría tener la Eucaristía con el Matrimonio, siendo dos sacramentos distintos?

La Eucaristía es la fuente misma del matrimonio cristiano. En efecto, el sacrificio eucarístico representa la alianza de amor de Cristo con la Iglesia, en cuanto sellada con la sangre de la cruz[145]. Y en este sacrificio de la Nueva y Eterna Alianza los cónyuges cristianos encuentran la raíz de la que brota, que configura interiormente y vivifica desde dentro, su alianza conyugal. En cuanto representación del sacrificio de amor de Cristo por su Iglesia, la Eucaristía es manantial de caridad. Y en el don eucarístico de la caridad la familia cristiana halla el fundamento y el alma de su «comunión» y de su «misión», ya que el Pan eucarístico hace de los diversos miembros de la comunidad familiar un único cuerpo, revelación y participación de la más amplia unidad de la Iglesia; además, la participación en el Cuerpo «entregado» y en la Sangre «derramada» de Cristo se hace fuente inagotable del dinamismo misionero y apostólico de la familia cristiana.

Beato Juan Pablo II, Familiaris Consortio Exhortación Apostólica, artículo 57, segundo párrafo.

(foto del Calvario- Jerusalén)