15 noviembre 2011

Sin compasión

En cierta ocasión me sentí invisible y recordé una entrevista a un psiquiatra publicada en el periódico La Vanguardia de Barcelona, sobre ese estado en el que algunas mujeres se pueden sentir después de años de matrimonio ya que sus maridos correspondientes no las ven; gracias a Dios, solo fue una sensación pasajera pues de lo contrario habría ido en busca de aquel profesional. Pero ocurre que pueda pasar que te sientas toro y además de lidia, y no por la fuerza que tiene o por sus 600 Kg. de peso, sino porque hay días en que la puerta de la calle de tu casa es como la del toril… sales, empiezas a correr, te defiendes con tus armas, tu inteligencia, tu trabajo, tu oración, y toma castaña! te clavan una lanza en pleno costado; las prisas ya no son prisas, es una carrera de obstáculos, y toma banderilla de colores!. Y venga de lidiar, al marido (con mucho cariño), a las responsabilidades, a los jefes, a las jefas, a los jefes añadidos por las circunstancias, y toma pareja de más banderillas de colores! Por fin exhausta, piensas…. compasión, por favor! Pues no, aparece, de luces, el inefable, el torero, el mejor del entorno y donde más duele, hasta el fondo, y antes de chistar,  toma espada!, Muerta ya echas a llorar. Menos mal, vuelves a casa y ves que la puerta ya tiene otro aspecto y que tu balcón sigue lleno de flores a pesar de la tormenta, y te sube el ánimo. Menuda pesadilla…. ¿me pasó de verdad o estaba en un vagón del metro?  Mejor me voy a dormir, y miro de enganchar el sueño, de nuevo, para ver cómo acaba, ¿o me pasará como al protagonista de El dia de la Marmota?

14 noviembre 2011

Usando la inteligencia

El Inocente, es el título de una película que se recomienda verla de un tirón, aunque dure un poquito más de dos horas. Si estás en casa, has de procurar la previsión de ese tiempo como si estuvieras en el cine, pues con las interrupciones propias y naturales del hogar, teléfono, preguntas de unos y otros, pierdes la trama, ya que la película, que al principio parece un poco frívola debido a su personaje guaperas y resultón, con un buen coche, chofer y mucho éxito, realmente llega a un punto en el que te sientes como el propio Mick Hallet, ¿cómo me saldré de ésta?

El título original es The Lincoln lawyer (2011) y la cosa va de abogados, fiscales, criminales, policías normales o corruptos, asesinatos, prostitución, pero la gracia está en la historia de la defensa de un caso,  aparentement simple de resolver, sobre todo por los métodos o instrumentos, no siempre demasiados limpios, que utiliza el protagonista; pero el quid estará en su inteligencia, y menos mal! pues parece que en el mundo de hoy salgan las cosas sin pensar.

He leído que se trata de un drama en formato thriller, pero yo no diría tanto, y no por lo de thriller, sino por lo de drama. Lo que si quiero destacar es esa tangencial situación amorosa de Hallet con su ex mujer o su esposa, pues el guión juega constantemente de que se gustan, se quieren, o se discuten, que están juntos o separados, y que Hallet según los fines de semana se hace cargo de la hija de ambos; no hay triángulos amorosos. Así que como esto del divorcio o las separaciones se lleva más que la fidelidad matrimonial, la pareja vive su vida, pero curiosamente son fieles a ellos mismos. También hay besos y abrazos entrelazados y tal pero si estás en casa haces correr la peli, y no ves lo que no has de ver. En otra época USA le hubiera puesto un happy end a estos amores.A mi me gustó, quizá porque me gustan los temas jurídicos, pero en la película no resultan complicados.

10 noviembre 2011

Amamos lo que conocemos

La espiritualidad no se impone sino que se filtra en el alma por la acción de la gracia y de la libertad natural del ser humano. Así que la doctrina católica se ha de enseñar, además es el mandamiento nuevo de Jesucristo “id y predicad el Evangelio”. Pues lo que no se sabe no se conoce, y si no se conoce no se ama, y si no se ama no se alimenta el alma.

Por eso se habla de crisis de valores, ya que éstos no se conocen porque no se enseñan y por lo tanto no se aprenden, y si no se conocen y no se aprenden el amor no forma parte del alimento de nadie.

Y de ahí las riñas, discusiones entre cónyuges, entre familiares y otros miembros de la familia, de vecinos y ciudadanos, de regiones y comunidades, y del mundo mundial.

El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica lo dice de esta manera:

80. ¿Cómo se difunde esta Buena Noticia?
425-429
Desde el primer momento, los discípulos desearon ardientemente anunciar a Cristo, a fin de llevar a todos los hombres a la fe en Él. También hoy, el deseo de evangelizar y catequizar, es decir, de revelar en la persona de Cristo todo el designio de Dios, y de poner a la humanidad en comunión con Jesús, nace de este conocimiento amoroso de Cristo.

07 noviembre 2011

Sonríe, por favor!

Cada día tiene su chiste me dijo un amigo un día, y no era de chistes de lo que iba la conversación, pero por salir de paso y no quejarse así lo largó. Y esto de no quejarse y de reírse de la vida y de uno mismo está muy bien pues  hace la vida más agradable a los demás. También podríamos decir que cada día tiene su afán, como dicen los clásicos. Pero en cualquier caso lo mejor es practicar mucho la risoterapia pues las mal dadas ya llegan sin pedirlas ni quererlas.

Espero que os haya gustado el chiste del día, una de las primeras seguidoras (no anónimas), mi querida Amparo, me lo envió para todos vosotros.

06 noviembre 2011

Vivir en el corazón del otro

Kensington Palace, Londres
En el noviazgo, en los primeros años del matrimonio apetece y dices con mucha facilidad palabras, expresiones, cosillas monas, y todas se refieren a que a tu marido (o a tu esposa, en el caso de ellos) lo quieres mucho, que no podrías vivir sin él (o sin ella). A veces, ocurre que a lo largo del tiempo pasan cosas que parece que el amor y las palabras se han enfriado. Uno y otra “hacemos” de todo por él o por ella pero ¿realmente él o ella es el centro de mi interés?

Os propongo un parón de ocho minutos para reflexionar mientras escuchamos a Mn. Costa, un sacerdote de Barcelona (España), muy conocido entre la juventud  pues habla con claridad a los jóvenes, a los novios, a los matrimonios, y nos enseña muchísimas cosas, sobre eso: el amor, el matrimonio y la familia. Y todo lo que dice no solo es para los jóvenes, es para todos.

Mn. Costa, fragmento de una conferencia en el IESE

05 noviembre 2011

¿Bailamos?

Parece que llega el fin de semana y le entra a una el estrés de hacer muchas cosas, todas aquellas que por falta de tiempo se han pospuesto, compras, lecturas de libros novelescos, películas, ¿y bailar? A mi me encanta bailar, pero al marido le gusta menos así que hay que aprovechar un ratito romántico y doméstico. Por el pasillo de casa, por el salón, (incluso en la cocina), pueden ser lugares perfectos,  los dos abrazados y cantando es muy divertido, y si hay hijos en casa se partirán de la risa viendo a sus padres haciendo “tonterías” (según ellos)…… pero reírse de eso es muy bueno. Y claro como ya tenemos unos años las músicas de Dean Martin y Frank Sinatra nos resultan familiares, y las letras de las canciones siguen siendo actualidad.

02 noviembre 2011

Ejecutivos en paro

Durante décadas hemos visto películas de hombres de éxito en el amor y en los negocios, triunfantes, guapos, casi héroes en todo lo que emprendían. Luego con tanto valiente tenías la tentación de comparar lo que tenías en casa…. Pero vale más no pensar en eso no sea que sobrevenga el desánimo fruto de una fantasía. Sin embargo, todos son modas, pues la realidad ya sabemos que es otra, y vemos también  muchas historias parecidas a la vida misma.

En la película The company man  hay mucho de esto último. Se trata de tres hombres, ejecutivos, que trabajan en la misma empresa, ganan mucho dinero y se lo gastan en honores, coches, casas, viajes, sin medida pues su vida no les cabía en la cabeza que pudiera ser otra. En un momento todo se derrumba, se prescinde de ellos por muy buenos que sean en su trabajo y por muchos años de antigüedad que tengan en la empresa. Así que iremos viendo cómo se reconducen en su nueva vida, llena de impagos y agobios. Resaltan la codicia del ejecutor de las resoluciones y la lujuria del que se pensaba incombustible, pero también el apoyo familiar incondicional. Destaca la persistencia en el amor y la confianza por parte de la esposa del protagonista, cosa que se insiste a lo largo del guión como un elemento de peso, de ahí el éxito de que él salga adelante; uno de los otros dos tiene un final dramático. En ningún caso se ven escenas obscenas o violentas, pero se intuyen, cosa que es suficiente y muy de agradecer. Los cinco del cartel, a cual mejor en su personaje.