Hacia los años 1960, en aras de la liberación laboral y
sexual de la mujer, se instalaron políticas destructivas de la familia pues se
consideraba que tener hijos y dedicarse a la familia era una actividad denigrante para la mujer. Pero a la vista
de los resultados de esas políticas a lo largo de estos cincuenta años, en los
que la tasa de natalidad ha bajado, la población ha envejecido, la esterilidad
masculina y femenina ha aumentado, el crimen del aborto es una práctica habitual,
las rupturas de las familias resultan una lacra para la sociedad y la mujer se
ha convertido en un objeto sexual a todos los niveles, proponer el modelo de la
Familia de Nazaret es más que revolucionario.
En esta página citamos los textos de la
Biblia sobre el modelo de familia, y que leemos en el domingo siguiente a
la Navidad, día en que la
Iglesia Católica nos recuerda que ese modelo es válido en
cualquier lugar. Podemos así revolucionar el mundo, viviendo nuestra
familia, abierta a la vida y manteniéndola unida con mucha caridad, pero siempre con
la ayuda de Dios y de Nuestra Madre del cielo.
Lecturas de la santa misa del Día
de la Sagrada Familia
(domingo después del día de Navidad)
Eclesiástico 3: 2 - 7, 12 - 14
2 Pues el Señor glorifica al padre
en los hijos, y afirma el derecho de la madre sobre su prole.3 Quien honra a su
padre expía sus pecados;4 como el que atesora es quien da gloria a su
madre.5 Quien honra a su padre recibirá contento de sus hijos, y en el día de su
oración será escuchado.6 Quien da gloria al padre vivirá largos días, obedece al
Señor quien da sosiego a su madre:7 como a su Señor sirve a los que le
engendraron.12 Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en su vida no le causes
tristeza.13 Aunque haya perdido la cabeza, sé indulgente, no le desprecies en la
plenitud de tu vigor.14 Pues el servicio hecho al padre no quedará en olvido,
será para ti restauración en lugar de tus pecados.
Salmo
responsorial 128: 1 – 5
1. Canción de las
subidas. Dichosos todos los que temen a Yahveh, los que van por sus caminos.
2. Del trabajo de tus
manos comerás, ¡dichoso tú, que todo te irá bien!
3. Tu esposa será como
parra fecunda en el secreto de tu casa. Tus hijos, como brotes de olivo en
torno a tu mesa.
4. Así
será bendito el hombre que teme a Yahveh.
5. Bendígate Yahveh
desde Sión, que veas en ventura a Jerusalén todos los días de tu vida.
Colosenses 3: 12 - 21
12 Revestíos, pues, como elegidos
de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad,
mansedumbre, paciencia, 13 soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente,
si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor os perdonó, perdonaos también
vosotros.14Y por encima de todo esto, revestíos del amor, que es el vínculo de la perfección.15Y que
la paz de Cristo presida vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados
formando un solo Cuerpo. Y sed agradecidos.16La palabra de Cristo habite en
vosotros con toda su riqueza; instruíos y amonestaos con toda sabiduría, cantad
agradecidos, himnos y cánticos inspirados,17y todo cuanto hagáis, de palabra y
de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio
a Dios Padre.18Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el
Señor.19Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.20Hijos,
obedeced en todo a vuestros padres, porque esto es grato a Dios en el
Señor.21Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que se vuelvan apocados.
Lucas 2: 22 - 40
22 Cuando se cumplieron los días de
la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén
para presentarle al Señor,23 como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón
primogénito será consagrado al Señor 24 y para ofrecer en sacrificio un par de
tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.25 Y he
aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y
piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu
Santo.26 Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte
antes de haber visto al Cristo del Señor.27 Movido por el Espíritu, vino al Templo;
y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley
prescribía sobre él,28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:29«Ahora,
Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz;30 porque
han visto mis ojos tu salvación,31 la que has preparado a la vista de todos los
pueblos,32 luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»33Su
padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.34Simeón les
bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de
muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -35¡y a ti misma una espada
te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de
muchos corazones.»36Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la
tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con
su marido,37 y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba
del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones.38 Como se
presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los
que esperaban la redención de Jerusalén. 39 Así que cumplieron todas las cosas
según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 El niño
crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba
sobre él.