Yo me salgo del cine!

En estos tiempos en los que la Verdad no gusta como respuesta, hay quien se sigue haciendo la misma pregunta, ¿Quién dices tú que es la Verdad? Y llevado todo este planteamiento al cine nos encontramos con una película llena de elipsis, imágenes figurativas, cosas referenciales, que para verla hay que saber lo que se va a ver previamente. Para una persona que no tiene vida interior es muy difícil seguirla, y para quien la tiene en algunos momentos es revulsiva. La capacidad abstractiva es casi obligatoria para entenderla, y aun así no es de extrañar que haya gente que se salga de la sala de proyección. Yo estaba en mi casa tranquilamente y la vi en dos partes, y mi conclusión es que no me gustó y no la recomiendo ni al peor enemigo.

La película El Árbol de la Vida es angustiosa y aqui la música juega un papel muy importante, y gira entorno a una familia en la que nadie es feliz; hay violencia física, psicológica y un fracaso constante en las relaciones y en el amor. Presenta a un Dios lejano, frío, cruel. Por otra parte, el episodio de la Creación del mundo es lo único bonito de la película, y el hilo de esperanza que al final se vislumbra, en el que, por fin, alguien dibuja una sonrisa. Sin lugar a dudas los actores destacan en su valor dramático. No es una repetición del mismo guión de la película del mismo nombre del año 1957, interpretada por Cliff y la bella Taylor.

Entradas populares de este blog

Pilares matrimoniales

El matrimonio de Moisés a lo largo de los tiempos

La gracia sacramental del matrimonio católico