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17 abril 2014

Los días santos

En la Última Cena del Señor, Él se entrega para siempre como alimento de nuestra alma. Así, en el memorial que se celebra en el Jueves Santo, en un solo Oficio para todo el día, revivimos, como si estuviéramos en Jerusalén, aquel momento crucial para la humanidad, que ya estaba camino de la redención. En estos días de Semana Santa podemos también dedicar unas horas al recogimiento y acudir a una Iglesia católica aunque estemos en Londres, en París o en la costa levantina, pues participar en estos Oficios memorables y, a la vez, meternos en la cruz de Jesucristo, nos hará un gran bien; además son celebraciones catequéticas, en los que se puede aprovechar para explicar porque el amor de Dios va ligado a la cruz, y en consecuencia porque nuestra vida va también unida a la cruz de cada día, con las contrariedades y problemas que todos vivimos en el devenir diario. Las lecturas de los Oficios nos ayudarán a revivir aquellos días duros y a la vez fuertes que darán paso a la Resurrección de Jesús, aquello en lo que está basada la doctrina católica, pues sin Resurrección ¿De qué hubiera servido la pasión y crucifixión de Jesucristo?.

Igualmente, se puede participar en las procesiones, pues son manifestaciones
populares de amor a los actos que se están celebrando en las iglesias. Llama la atención el esfuerzo que se desarrollan en todas ellas, y si se hace por amor a Dios, el premio final será infinito. Siempre quedará tiempo para tomar el sol, hacer una excursión, y disfrutar de la familia y los amigos, pues también son días que para muchos son de descanso y vacaciones. Y volver a ver la película de Mel Gibson, "La Pasión de Cristo" sería un puntazo!.


Recordar que en el día del Sábado santo están cerradas las iglesias pues se está a la espera de la Resurrección. Al caer la tarde o por la noche, se vuelven abrir para celebrar la Vigilia Pascual. Y el domingo, la ¡Pascua! En ese momento la alegría del cristiano se llenará de un gozo tremendo y todos nos desearemos ¡Felices pascuas!  

13 abril 2014

La reconciliación con Dios

El Señor esté en tu corazón para que te puedas arrepentir y confesar humildemente tus pecados. Con esta frase muchos sacerdotes católicos de la Iglesia universal inician el acto de la confesión cuando un penitente se acerca al confesionario.  Es un saludo especial pues te prepara para respirar hondo y empezar a decir todo aquello que nos ha separado de Dios desde la última confesión. O quizá sea la primera confesión que hacemos en nuestra vida, ¡siempre hay una primera vez!, y estará bien. O quizá después de muchos años, en estos días pasados de la cuaresma nos hemos sentido removidos y nos hemos propuesto la gran aventura de nuestra alma: ir a confesarnos en semana santa para celebrar en el Domingo de Resurrección la vuelta a una nueva primera comunión.

Este acto de la confesión es muy sano para el alma, más que una maratón para las piernas. La iglesia manda a todos los católicos que nos confesemos una vez al año. El santo padre Francisco ha dicho públicamente que se confiesa cada quince días, y no hace mucho dio ejemplo a todos los presbíteros que hay que ponerse a confesar, y él así lo hizo. Así que en esta semana santa, reconciliarse con Dios será el mejor viaje que hagamos por el mundo pues nuestra alma navegará ligera. Y libre de culpa se sentirá felicísima, ¡como nunca!, y como cada uno vive con su alma, cada uno ha de vigilarla y cuidar de ella.

Pero antes, si sabemos, hemos de examinar nuestra conciencia. Si no sabemos, nos vamos al sacerdote que se halle en el confesionario, y con humildad y sin prefacios, pues ¡Hale! Me quiero confesar que hace miles de años que no lo hecho y tengo un nosequé dentro que no se por donde empezar.

Si sabemos confesarnos, o sabemos un más o menos, el examen de conciencia para los casados ha de incluir todas aquellas cosas que hemos hecho, pensado u omitido, desviándonos del amor certero y entero al cónyuge… ¿he mirado con deleite a otros hombres? (o mujeres en caso de ellos) ¿Lo he hecho con ganas de algo más? ¿He cometido adulterio? ¿Cuántas veces? ¿He ayudado a cometer adulterio? ¿Miro páginas web pornográficas?..... ¿He discutido con él agitadamente de banalidades? ¿Lo he desautorizado en público, delante de los hijos o de otras personas?.... Y cosas así.

Sobre todo, hay que tomar notitas de todo el examen, pues a pesar de las bellas palabras del sacerdote, sean las que sean, a veces entra dolor de estómago o se nubla la mente, cuando uno tiene que empezar a decir el montón de faltas y pecados que ha cometido pues no es fácil acusarse.


Os deseo una feliz experiencia para vuestra alma que es lo más bello de nosotros mismos, en esta semana santa. Si la cuidamos, también sabremos cuidar la de nuestro cónyuge, la de nuestros hijos, nietos….la de todos los que nos rodean.

*Compendio de Catecismo, puntos del 295 al 312
* La foto es del día 29-7-2013 en la JMJ de Brasil

20 marzo 2014

Los tres árboles de una colina

Es un cuento para escuchar y luego reflexionar pues la imaginación se transporta de forma bellísima por los montes, los mares y las montañas pero en el entorno de la vida, pasión y cruz de Nuestro Señor Jesucristo. A mi me lo leyeron en una charla de amigas, y todas quedamos impactadas. Es un cuento que también pueden escuchar los niños que ya lean cuentos, hasta los más mayores o mayorísimos de la casa. No se conoce su autor de forma nítida, pero ha dado pie a la reflexión durante siglos, pues lo que sí se sabe es que es antiguo.

Y como estamos en Cuaresma, en un plan apostólico, también se puede organizar una merienda caprichosa, y la que tenga mejor voz o entonación que lo lea. Ya veréis que buen debate se produce.

“Había una vez tres árboles en una colina de un bosque. Hablaban acerca de sus sueños y esperanzas. El primero dijo: "Algún día seré un cofre de tesoros. Estaré lleno de oro, plata y piedras preciosas. Estaré decorado con labrados artísticos y tallados finos; todos verán mi belleza". El segundo árbol dijo, "Algún día seré una poderosa embarcación. Llevare los más grandes reyes y reinas a través de los océanos, e iré a todos los rincones del mundo. Todos se sentirán seguros por mi fortaleza, fuerza y mi poderoso casco". Finalmente el tercer árbol dijo: " Yo quiero crecer para ser el más recto y grande de todos los árboles en el bosque. La gente me verá en la cima de la colina, mirará mis poderosas ramas y pensaran en el Dios de los cielos, y cuan cerca estoy de alcanzarlo. Seré el más grande árbol de todos los tiempos y la gente siempre me recordará". 

Después de unos años de que los árboles se hablaron contándose sus sueños y a la espera de que estos se convirtiesen en realidad, un grupo de leñadores vino donde estaban los árboles. Cuando uno vió al primer árbol dijo: "Este parece un árbol fuerte, creo que podría vender su madera a un carpintero", y comenzó a cortarlo. El árbol estaba muy feliz debido a que sabía que el carpintero podría convertirlo en un cofre para tesoros. El otro leñador, mientras observaba al segundo árbol dijo: "Parece un árbol fuerte, creo que lo podré vender al carpintero del puerto". El segundo árbol se puso muy feliz porque sabía que estaba en camino a convertirse en una poderosa embarcación. El ultimo leñador se acercó al tercer árbol; este estaba muy asustado, pues sabía que si lo cortaban, su sueño nunca se volvería realidad, al no poder crecer más. El leñador dijo entonces: "No necesito nada especial del árbol que corte, así que tomaré éste". Y cortó al tercer árbol.

         Cuando el primer árbol llegó donde el carpintero, fue convertido en un cajón de comida para animales, fue puesto en un portal y llenado con paja. Se sintió muy mal, pues eso no era por lo que tanto había soñado. El segundo árbol fue cortado y convertido en una pequeña balsa de pesca, ni siquiera lo suficientemente grande para navegar en el mar, y fue puesto en un lago. Y vio como sus sueños de ser una gran embarcación cargando reyes había llegado a su final. El tercer árbol fue cortado en largas y pesadas tablas y dejado en la oscuridad de una bodega. Años más tarde, los árboles olvidaron sus sueños y esperanzas de las que tanto habían hablado y soñado.

Entonces un día un hombre y una mujer llegaron al portal. Ella dio a luz un niño, y lo colocó en la paja que había dentro del cajón en que fue transformado el primer árbol. El hombre deseaba haber podido tener una cuna para su bebé, pero este cajón debería serlo. El árbol sintió la importancia de este acontecimiento y supo que había contenido el más grande tesoro de la historia. Años más tarde, un grupo de hombres entraron en la balsa en la cual habían convertido al segundo árbol. Uno de ellos estaba cansado y se durmió en la barca. Mientras ellos estaban en el agua una gran tormenta se desató y el árbol pensó que no sería lo suficientemente fuerte para salvar a los hombres. Los hombres despertaron al que dormía, éste se levantó y dijo con voz potente: “¡Calma! Quédate quieto", y la tormenta y las olas se detuvieron. En ese momento el segundo árbol se dio cuenta de que había llevado al Rey de Reyes y Señor de Señores. Finalmente, un tiempo después alguien vino y tomó al tercer árbol convertido en tablas. 

Fue cargado por las calles al mismo tiempo que la gente escupía, insultaba y golpeaba al Hombre que lo cargaba. Se detuvieron en una pequeña colina y el Hombre fue clavado al árbol y levantado para morir en la cima de la colina. Cuando llegó el domingo, el tercer árbol se dio cuenta de que él fue lo suficientemente fuerte para permanecer erguido en la cima de la colina, y estar tan cerca de Dios como nunca, porque Jesús había sido crucificado en él. Y desde ese momento, la gente siempre lo iba a recordar.” 


03 marzo 2014

Olvidarse de un hijo

En la santa misa dominical de ayer, resonaban las palabras del profeta Isaías referidas a que Dios Padre nunca se olvida de nosotros. Y pone como ejemplo, para que le entendamos, a una madre que habiendo llevado a su hijo en sus entrañas, no actúa como una madre maternal, en la creencia que parece imposible que una madre no pueda ser de otra manera, sin embargo aunque una madre se olvide de su hijo, y aún así, Isaías nos dice que  Dios jamás se olvida de ti.

Esas palabras que fueron escritas hace miles de años, sorprende que sigan siendo actuales, pues los cambios trepidantes de nuestro tiempo presente nos hacen creer muchas veces que lo que fue escrito hace tantísimo tiempo, se quede en el pasado, y forme parte de un sentimentalismo ingenuo, lleno de nostalgia.

Sin embargo, Isaías no fue solamente un profeta de Israel, fue un hombre emparentado con la casa real de su tiempo, que había nacido en Jerusalén hacia el año 770 aprox. antes de Cristo, estuvo casado y tuvo dos hijos. Isaías, además, fue un firme opositor a la política de alianza de los reyes de Judá con los imperios, pero lo más importante es que llamó a confiar en la alianza con Dios. Así, Isaías fue instrumento de Dios para decir y escribir lo que Dios quiso revelar de si mismo, entendiendo los exegetas que la visión de Isaías fue mesiánica.

Por ello sus palabras no son antiguas, es el mismo Dios quien nos dice ayer, antes y hoy, que Él nunca se olvida de nosotros. En cambio ¿Cuántas madres se olvidan de sus hijos, en sus propias entrañas? ¿Cuántas madres desde entonces realmente han desechado a ese hijo y voluntariamente se han puesto en manos de abortistas y criminales sin escrúpulos? A pesar de de tanto horror, jamás, ni una vez, Dios se olvida de ti, ni de mí.
  
*Sión decía: <<El Señor me abandonó, mi Señor se ha olvidado de mí>> ¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré!

Libro del profeta Isaías 49, 14-15.
Sexto domingo del tiempo ordinario




29 diciembre 2013

La familia cristiana

"Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre la prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos, y cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas. La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados".

El Libro del Eclesiástico 3,2-6.12-14

15 diciembre 2013

El Papa-imán

El Papa Francisco es un gran padre para todos. Es un Papa que nos hace pensar. Nos habla y nos
escribe con un gran corazón lleno de amor, pero con un lenguaje claro, sin embudos, sin palabras que no podamos entender. Está llegando a todos los confines de la tierra que le quieran escuchar y le estamos escuchando los cristianos, los increyentes, los paganos, los hijos pródigo y los conversos, todos!. De esta manera no hay día que este Papa aparezca, no solo en los medios de comunicación y digitales católicos, sino también en los más sorprendentes de opinión opuesta a la Iglesia. En fin, es un Papa-imán que nos está atrayendo a todos a seguir Jesucristo. Y en éstas estamos el equipo del blog leyendo y a la vez estudiando la Exhortación Apostólica EVANGELII GAUDIUM que nos hace ver la Alegría del Evangelio, en toda su extensión, con un lenguaje nuevo para un pontífice. No es mi tarea resumir un texto profundo de esta magnitud, por lo que animo a su lectura, pues hace pensar, y es importante pararse y detenerse a pensar. Vamos corriendo siempre, y este texto nos detiene, no impela, nos hace atractivo el Evangelio, nos anima a la fe firme. El texto es muy amplio, refiere muchos temas dirigidos a los laicos, a los sacerdotes, a las personas consagradas y a toda la humanidad.


Ahora trascribo la referencia que hace el Papa sobre la familia, que es nuestro tema central, y al pie el link del texto original de la web de vaticano.

"66. La familia atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de los vínculos se vuelve especialmente grave porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros, y donde los padres transmiten la fe a sus hijos. El matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno. Pero el aporte indispensable del matrimonio a la sociedad supera el nivel de la emotividad y el de las necesidades circunstanciales de la pareja. Como enseñan los Obispos franceses, no procede «del sentimiento amoroso, efímero por definición, sino de la profundidad del compromiso asumido por los esposos que aceptan entrar en una unión de vida total»[60].

67. El individualismo posmoderno y globalizado favorece un estilo de vida que debilita el desarrollo y la estabilidad de los vínculos entre las personas, y que desnaturaliza los vínculos familiares. La acción pastoral debe mostrar mejor todavía que la relación con nuestro Padre exige y alienta una comunión que sane, promueva y afiance los vínculos interpersonales. Mientras en el mundo, especialmente en algunos países, reaparecen diversas formas de guerras y enfrentamientos, los cristianos insistimos en nuestra propuesta de reconocer al otro, de sanar las heridas, de construir puentes, de estrechar lazos y de ayudarnos «mutuamente a llevar las cargas» (Ga 6,2). Por otra parte, hoy surgen muchas formas de asociación para la defensa de derechos y para la consecución de nobles objetivos. Así se manifiesta una sed de participación de numerosos ciudadanos que quieren ser constructores del desarrollo social y cultural."



07 diciembre 2013

Educación sin carencias

¡Cuánto nos preocupa la educación de nuestros hijos! Y las madres nos deshacemos para protegerlos, enseñarlos, amarlos, y miles de cosas más. Pero quizá también, nos excedemos, probablemente sin darnos cuenta, y los educamos sin que sufran carencias, y luego de mayores no saben luchar para obtener un trabajo o para mantenerlo, o para saber aceptar las decepciones de la vida cotidiana o la ausencia de las alegrías constantes. En cuanto a la fe ¿Seríamos nosotras capaces de empujarlos al martirio para salvar su alma y la de sus hermanos? ¿Vivimos la virtud de la fortaleza con tanta profundidad que salga de nosotras ese gran amor por Dios como para devolverle a nuestros hijos, que son y han sido desde antes del de su concepción hijos de Dios?

Estas y unas cuantas preguntas más, nos pueden surgir de la lectura y meditación de este texto bíblico, del Segundo Libro de los Macabeos, en el que una madre de siete hijos los impulsa a no ceder ante la presión de un rey pagano, y pecar así contra Dios. Es esa madre una mujer fuerte y valiente, como tantísimas mujeres del siglo XX que dieron testimonio de una fe inquebrantable, motivo por el que el siglo XX fue calificado por el beato Juan Pablo II, el siglo de los mártires. Una reflexión sobre la educación en la fe de nuestros hijos para este tiempo de Adviento.  




"En aquellos días, arrestaron a siete hermanos con su madre.  El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la ley. Pero ninguno más admirable y digno de recuerdo que la madre. Viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un día, lo soportó con entereza, esperando en el Señor. Con noble actitud, uniendo un temple viril a la ternura femenina, fue animando a cada uno, y les decía en su lengua: "Yo no sé cómo aparecisteis en mi seno; yo no os di el aliento ni la vida, ni ordené los elementos vuestro organismo. Fue el creador del universo, el que modela la raza humana y determina el origen de todo. Él, con su misericordia, os devolverá el aliento y la vida, si ahora os sacrificáis por la ley."Antíoco creyó que la mujer lo despreciaba, y sospechó que lo estaba insultando. Todavía quedaba el más pequeño, y el rey intentaba persuadirlo, no sólo con palabras, sino que le juraba que si renegaba de sus tradiciones lo haría rico y feliz, lo tendría por amigo y le daría algún cargo. Pero como el muchacho no hacía ningún caso, el rey llamó a la madre y le rogaba que aconsejase al chiquillo para su bien. Tanto le insistió, que la madre accedió a persuadir al hijo; se inclinó hacia él y, riéndose del cruel tirano, habló así en su idioma: "Hijo mío, ten piedad de mí, que te llevé nueve meses en el seno, te amamanté y crié tres años y te he alimentado hasta que te has hecho un joven. Hijo mío, te lo suplico, mira el cielo y la tierra, fíjate en todo lo que contiene y verás que Dios lo creó todo de la nada, y el mismo origen tiene el hombre. No temas a ese verdugo, no desmerezcas de tus hermanos y acepta la muerte. Así, por la misericordia de Dios, te recobraré junto con ellos."Estaba todavía hablando, cuando el muchacho dijo: "¿Qué esperáis? No me someto al decreto real. Yo obedezco los preceptos de la ley dada a nuestros antepasados por medio de Moisés. Pero tú, que has tramado toda clase de crímenes contra los hebreos, no escaparás de las manos de Dios."


Segundo Libro de los Macabeos 7,1.20-31

27 octubre 2013

El nombre del Matrimonio

Se explica la historia de una mujer que tenía en su casa un piano, ella lo tocaba con mucha frecuencia, y con mucha insistencia. Ocurrió que un día oyó que sonaba el timbre de su casa, desde la calle. No esperaba a nadie, no solía tener visitas. Así que sorprendida, acudió al recibidor de su casa dándole vueltas, y pensando en quién podría ser. Estuvo tentada en no contestar. Finalmente descolgó el interfono y dijo:
- ¿Quién es?
Una voz ronca y de hombre le respondió -Soy el afinador de pianos.
La mujer se quedó más sorprendida todavía, y gritó ¿Cómo?, ¡si yo no he avisado al afinador!,
Aquella voz le habló, con una sonrisa en los labios imperceptible para ella, diciendo:
- Sí señora, usted no lo ha hecho, pero los vecinos ¡SI!


Y efectivamente, no llamamos al afinador. Pero no esperemos a que alguien lo haga por nosotros. Hemos de tener en cuenta que nuestra vida, es decir todo aquello que hagamos, tiene repercusiones buenas o malas hacia los demás. Siempre reciben las consecuencias más inmediatas, los que están más cerca, nuestro esposo (esposa, en el caso de ellos), los hijos, otros familiares, vecinos, compañeros de trabajo… Todos somos responsables de las almas que nos rodean, para bien o para mal. Si sobreabundamos en vida interior, nuestra repercusión hacia los demás será más buena. Y para ello hemos de REZAR, y eso no significa haberse santiguado ayer…sino cada día, y hacer una ratito de oración, leer el Evangelio y también algún libro espiritual o de vida de santos, rezarle a la Virgen santísima un rosario, y por supuesto oír la santa misa. Todo eso nos hará crecer en vida interior. 

Y además cuando recemos por los demás, decir los nombres, sus propios nombres. En el Matrimonio, el  nombre es el de nuestro marido, ese es el nombre básico de nuestra vida, e ir añadiendo todos y todos los nombres de los demás. Pues rezar no es un complemento, es el fundamento de nuestra vida para llevar almas a Dios, pues lo que realmente queremos es llegar al Cielo y encontrarlas a todas!

21 julio 2013

¿Aprovechamos el tiempo?

Se dice que era  un señor muy aguerrido y quería aprovechar el tiempo en todo momento para hacer apostolado y llevar almas a Dios. Así que cuando subía a un tren, cosa que hacía muy a menudo, decía ¿Hay algún católico por aquí? Ante tal pregunta, los viajeros se quedaban estupefactos… Y decía ¡“Yo lo soy”!…. De esa manera iniciaba una conversación. Quizá no tengamos que ser tan sorpresivos por donde vayamos pero podemos hacer que se note que somos católicos. Pues el tiempo es un elemento que forma parte de la creación divina, y aunque para Dios no hay tiempo porque Él es infinitamente eterno, para la naturaleza humana es un elemento incontrolable con el que pasamos la vida entera. Sin embargo, Dios nos va a pedir cuenta de cómo lo hemos aprovechado.

Ahora nos encontramos en un tiempo rodeado de vacaciones, turistas, tormentas de verano, medusas, playitas… y parece que no sea el momento para hablar del aprovechamiento del tiempo, pues ¿de qué valen los muchos planes que hagamos para septiembre, octubre o el año que viene si no sabemos nada de nuestro futuro? Pero esto son cuentas humanas. Lo importante es cómo hemos vivido hasta hoy para emprender el vuelo y hacerlo mejor mañana, y de cara a Dios. Pues si Dios hoy nos viene a buscar no podremos decirle… No sabía que hoy me llamarías!

Todo lo que poseemos son dones de Dios, tanto los bienes materiales, como las capacidades y las virtudes humanas. Todo pasa por nuestras manos, pero estamos de paso, como lo es una ciudad cosmopolita en la que vives y de la que prácticamente no conoces a nadie, porque, a pesar de estar rodeados de muchísima gente que la visita, tan solo la ves una vez en la vida. Es sorprendente como nos da la sensación de que el tiempo se escapa de nosotros como si fueran plumas  al viento. Así que en estos días de sol, de excursiones, de aguas marinas calientes, y fiestas llenas de refrescos y helados… en un pequeño parón, tostándonos al sol, podríamos preguntarnos ¿Cómo consigo que no se me escape ese momento para hacer o decir algo a… mi esposo, mis hijos, mis nueras, a esa amiga difícil? ¿Cómo puedo ponerme en manos de Dios para que no pierda ninguna oportunidad de encomendarle mi trabajo, mis esfuerzos, mis errores, mis fracasos? 


Pasa el tiempo como los trenes de mercancías, largos, muy largos, llenos de materiales diversos… pero también los hay vacíos, ¡Qué mal iríamos si nuestros vagones del tiempo fueran vacíos! … ¿Cuáles se nos han escapado? Es probable que lo hayamos hecho un poco mal o regular, y lo habremos observado después de una íntima auto crítica, un examen de conciencia, pero ahí está el perdón de Dios para el alivio de nuestra alma. También en verano se puede practicar el sacramento de la confesión, pues es muy ¡refrescante! Y a continuación, recomenzar y encomendarse pues la misericordia de Dios todo lo alcanza.

06 julio 2013

Prometer amor para siempre es posible


Hemos visto al santo padre Francisco, junto al Papa emérito, presentar su primera encíclica, escrita a cuatro manos, como los medios ya la han querido nombrar. La imagen nos ha sorprendido de nuevo, pero a la vez nos ha transmitido una gran humildad. Vamos a leer este nuevo texto papal Lumen Fidei * (La luz de la fe) para formarnos minuto a minuto sobre la Fe que profesamos.

Transcribimos un breve extracto, los puntos 52 y 53 dedicados al matrimonio y la familia.        

"Fe y familia
52. En el camino de Abrahán hacia la ciudad futura, la Carta a los Hebreos se refiere a una bendición que se transmite de padres a hijos (cf. Hb 11,20-21). El primer ámbito que la fe ilumina en la ciudad de los hombres es la familia. Pienso sobre todo en el matrimonio, como unión estable de un hombre y una mujer: nace de su amor, signo y presencia del amor de Dios, del reconocimiento y la aceptación de la bondad de la diferenciación sexual, que permite a los cónyuges unirse en una sola carne (cf. Gn 2,24) y ser capaces de engendrar una vida nueva, manifestación de la bondad del Creador, de su sabiduría y de su designio de amor. Fundados en este amor, hombre y mujer pueden prometerse amor mutuo con un gesto que compromete toda la vida y que recuerda tantos rasgos de la fe. Prometer un amor para siempre es posible cuando se descubre un plan que sobrepasa los propios proyectos, que nos sostiene y nos permite entregar totalmente nuestro futuro a la persona amada. La fe, además, ayuda a captar en toda su profundidad y riqueza la generación de los hijos, porque hace reconocer en ella el amor creador que nos da y nos confía el misterio de una nueva persona. En este sentido, Sara llegó a ser madre por la fe, contando con la fidelidad de Dios a sus promesas (cf. Hb 11,11).

53. En la familia, la fe está presente en todas las etapas de la vida, comenzando por la infancia: los niños aprenden a fiarse del amor de sus padres. Por eso, es importante que los padres cultiven prácticas comunes de fe en la familia, que acompañen el crecimiento en la fe de los hijos. Sobre todo los jóvenes, que atraviesan una edad tan compleja, rica e importante para la fe, deben sentir la cercanía y la atención de la familia y de la comunidad eclesial en su camino de crecimiento en la fe. Todos hemos visto cómo, en las Jornadas Mundiales de la Juventud, los jóvenes manifiestan la alegría de la fe, el compromiso de vivir una fe cada vez más sólida y generosa. Los jóvenes aspiran a una vida grande. El encuentro con Cristo, el dejarse aferrar y guiar por su amor, amplía el horizonte de la existencia, le da una esperanza sólida que no defrauda. La fe no es un refugio para gente pusilánime, sino que ensancha la vida. Hace descubrir una gran llamada, la vocación al amor, y asegura que este amor es digno de fe, que vale la pena ponerse en sus manos, porque está fundado en la fidelidad de Dios, más fuerte que todas nuestras debilidades."

24 junio 2013

Resolución de conflictos

En la formación continuada laboral viene siendo habitual la relativa a la resolución de conflictos. Estos conflictos se plantean a todos los niveles, en horizontal como en vertical, tanto de responsabilidad como material, por ello es necesario tener instrumentos para poder resolver un problema de relaciones interpersonales. Obviamente esos instrumentos pueden transportarse a la vida diaria con el buen ánimo de establecer una cordial vida familiar. Cuando este conflicto se produce con el marido, con un hijo adolescente, con la vecina, con la compañera de la mesa de al lado, con la propia madre…etc. hay que plantearse (y así lo recomiendan) lo siguiente ¿Qué puedo hacer yo para resolver el problema? En ese planteamiento no cabe buscar culpables ni retirar el saludo, ni rallarle el coche a nadie. Con estas burradas no resolveríamos el conflicto, sino que además perderíamos el trabajo, reñiríamos con la familia o la amiga te giraría la cara. En las prácticas de esos cursos formativos, como se trabajan situaciones que pueden ser reales sin serlo, descubres que siempre se puede hacer algo positivo para resolver el conflicto.


Visto desde el punto de vista ascético nos hallamos ante una lucha por la paciencia, pues si la practicamos seremos capaces de ver ese qué podemos hacer para resolver un conflicto. Pues Mediante la paciencia poseeréis vuestra alma, decía san Lucas (21,19). 

La paciencia es raíz y custodia de todas las virtudes. Es una virtud necesaria para ser fieles a Dios y estar alegres. Primero, claro está, paciencia con nosotros mismos como decía san Francisco de Sales; luego, paciencia con los demás, y por último, con las contrariedades de la vida corriente. Son tres focos importantes. Nadie salvo Dios (y la Virgen Santísima) es perfecto, lo sabemos, y por lo tanto tenemos defectos, y uno de ellos más gordo que los otros, al cual tendimos más habitualmente, de ahí la paciencia con uno mismo. La paciencia con los demás se refiere a tenerla y gastarla con los familiares, el esposo, los hijos, los hermanos, etc... Pues en la convivencia diaria es donde se ve y se vive el mal carácter debido a la impaciencia y a la ira. San Pablo decía que la caridad es paciente. Y si se pierde la paciencia perderemos bienes mayores, decía san Agustín. Esta maravillosa virtud nos lleva a soportar sin quejas la vida diaria, que la vivimos en una sociedad del hoy y ahora. Por ello, la paciencia ejercitada habitualmente nos llevará con inteligencia a resolver ese conflicto, familiar o laboral pues es un don del Espíritu Santo que nos hace entender a los demás, aunque para ello necesitemos tiempo, es decir, paciencia.

15 junio 2013

Hijos del prodigio de Dios

Todos somos hijos de Dios, creados por Él y a su imagen y semejanza, nacidos de los medios que Él mismo creó antes y predestinados así. Y desde los tiempos que Él sabe mejor que la ciencia, allí empezó la raza humana para el bien de Dios y de la humanidad. Siempre su mano creadora ha intervenido pues creó la naturaleza humana de tal forma que el mundo desde que es el mundo que conocemos se ha ido poblando sin fin. Sin embargo, a pesar de que seamos tan ciegos de no ser capaces de ver los prodigios de Dios, su diestra mano la impuso en aquél y en aquellos en los que depositó el origen de una gran descendencia, sin ser obstáculo la esterilidad manifiesta y propia de la edad de la mujer camino del envejecimiento. Pero si Dios creó el mundo y las almas, el tiempo, el presente y el futuro, convirtiendo todo en eterno, la esterilidad femenina no iba a ser tampoco ningún obstáculo, aunque sí lo es y lo era para los ojos humanos. Los prodigios de Dios se revelan en cada instante de nuestra respiración, de nuestra vida, y de nuestros ardientes deseos propios de la naturaleza humana, como lo es el deseo de nuestra proyección a través de la prole, de nuestros hijos y nietos. Por ello el deseo ardiente de tener hijos y la preocupación de que estos “no lleguen” han inquietado a muchos matrimonios desde los tiempos más antiguos de nuestra humanidad. Y la mano prodigiosa de Dios para conceder esa petición después de mucha entrega y oración a Dios, ha quedado reflejada en el Antiguo Testamento, como acto revelado por Dios y para efecto eterno de las generaciones humanas futuras.

Joseph Ratzinger, el Papa Emérito, en “La Infancia de Jesús” nos ofrece un estudio profundo de la encarnación, nacimiento e infancia de Jesucristo, no sin hallar la preparación y el anuncio a todo ello en la Sagrada Escritura. 

Allí leí la belleza de esos hijos prodigiosos de Dios, que por su amor vinieron al mundo para el bien de todos nosotros. 

Y en el apartado del anuncio a Zacarías sobre el mensaje del nacimiento del Bautista, Ratzinger escribe:


En primer lugar encontramos las historias similares de la promesa de un niño engendrado por padres estériles, que justo por eso aparece como alguien que ha sido donado por Dios mismo. Pensemos sobre todo en el anuncio del nacimiento de Isaac, el heredero de aquella promesa que Dios había hecho a Abraham como don: << Cuando vuelva a verte, dentro del tiempo de costumbre, Sara, habrá tenido un hijo … Abraham y Sara eran ancianos. De edad avanzada, y Sara ya no tenía sus períodos. Sara se rió por lo bajo… Pero el Señor dijo a Abraham: “Por qué se ha reído Sara? … ¿Hay algo difícil para Dios?”>> (Gn 18, 10-14). Muy similar es también la historia del nacimiento de Samuel. Ana, su madre, era estéril. Después de su oración apasionada, el sacerdote Elí le prometió que Dios respondería a su petición. Quedó encinta y consagró su hijo Samuel al Señor (cf.1S1). Juan está por tanto en la gran estela de los que han nacido de padres estériles gracias a una intervención prodigiosa de ese Dios, para quien nada es imposible. Puesto que proviene de Dios de un modo particular, pertenece totalmente a Dios y, por otro lado, precisamente por eso está enteramente a disposición de los hombres para conducirlos a Dios.

13 junio 2013

Viudas santas

En el santoral de la Iglesia Católica podemos encontrar infinidad de nombres de hombres y mujeres de los que se ha constatado que a lo largo te su vida han vivido con heroicidad las virtudes humanas y la teologales. En el caso de mujeres santas, cuando buscamos sus imágenes en muchos casos las vemos vestidas de monjas, con el hábito pertinente de la orden religiosa en la que ingresaron y en la que se comprometieron con los votos de pobreza y castidad. Sin embargo, y esto es lo interesante, antes de tomar el hábito habían sido esposas y madres, habían vivido penalidades económicas,  destierros o guerras, y problemas del mundo como cualquier esposa, pero al enviudar, se retiraron a hacer oración, ensambladas para siempre con Jesucristo. Por eso la lectura de la vida de los santos nos acerca a la realidad de que se puede vivir la santidad en la rutina de cada día en el estado de un laico normal y corriente. Pues a pesar de tomar el hábito, al enviudar en los casos que cito a continuación vivieron la santidad antes de casarse, en el matrimonio y en la viudedad.

 
Vemos pues que santa Joaquina de Vedruna (Barcelona – España, 1873-1854) se casó a los 16 años, tuvo 9 hijos, muchos nietos y a los 33 años enviudó. A partir de esa fecha entró a formar parte de la orden  Carmelitas Calzadas y a los 47 años fundó la Comunidad de las hermanas Carmelitas de la Caridad; al morir a los 71 años había fundado conventos, escuelas y hospitales en diversos sitios de España. Se puede decir que fue una santa emprendedora y una gran mujer de oración.

Santa Rita de Cascia, (Cascia-Italia, 1381-1457) conocida en el mundo como la patrona de los imposibles, y de la que se hizo una película biográfica muy digna (2004), también se casó muy joven con un hombre que formaba parte de una de las dos familias rivales de la región, tuvo dos hijos varones, gemelos, que murieron de peste, después de conseguir a base de mucha oración la paz en la región donde siempre había peleas entre dos familias, al enviudar entró milagrosamente a formar parte del convento de Santa María Magdalena de la orden de san Agustín, en Cascia (Italia). Allí vivió hasta los 76 años, sufriendo los estigmas de Jesucristo, entregada a la oración y a las más exacerbadas penitencias. 

13 mayo 2013

Acordaos ¡Oh piadosísima Madre!


Hoy, día 13 de mayo, en el corazón del mes de María, celebramos la advocación de la Virgen de Nuestra Señora de Fátima. Su santuario está en la población de dicho nombre, en Portugal a 116 Km. de Lisboa.  Es un día para recordar que Nuestra Madre del cielo nos ayuda siempre, y todos los cristianos católicos tenemos ese gran regalo de Dios, que es su Madre. Todavía no es dogma pero sabemos que sin haberse declarado por la Iglesia oficialmente, es intercesora y mediadora de todos porque 

Jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro haya sido abandonado de vos. Animado en esta confianza a vos también acudo ¡Oh Madre, virgen de las Vírgenes!, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer antes vuestra presencia soberana. ¡Oh Madre de Dios! nos desechéis mis súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén”. *

*oración de san Bernardo

20 abril 2013

Los milagros de la oración


Leí recientemente una historia antigua y de amor, de una esposa que rezaba por su amado esposo. Debido a confiar en la oración se produjo un acontecimiento sorprendente:

“Se cuenta que no ha mucho tiempo sucedió que cierto hombre fue hecho prisionero por sus enemigos y conducido a un punto lejano de su patria. Y como estuviese allí mucho tiempo y su mujer no le viera venir de la cautividad, le juzgó muerto, y como tal ofrecía por él sacrificios todas las semanas. Y cuantas veces su mujer ofrecía sacrificios por la absolución de su alma, otras tantas se le desataban las cadenas de su cautiverio. Vuelto más tarde a su pueblo, refirió con admiración a su mujer cómo las cadenas que le sujetaban en su calabozo se desataban por sí solas en determinados días de cada semana. Considerando su mujer los días y horas en que esto sucediera, reconoció que quedaba libre cuando era ofrecido por su alma el Santo Sacrificio, según ella pudo recordar”.*

Así que la confianza en la oración nunca se pierde y se rompen cada día muchas cadenas gracias a las oraciones de otros. Encomendar a las personas, tanto las que conocemos como las que no hemos visto jamás, es siempre grato a Dios.

* San Gregorio Magno. Homilía sobre los Evangelios, 37. 
Cita de “Hablar con Dios" de Francisco Fernández Carvajal, viernes de la tercera semana de pascua.

16 abril 2013

Llamados a la vida


Es el título de uno de los libros de Jacques Philippe, autor de gran capacidad pedagógica a la hora de exponer temas relativos a la vida interior de las almas. Con sus textos aprendemos a llevar a la práctica nuestra vocación cristiana, en la vida cotidiana y familiar, profesional, de piedad, etc... 

Llamados a la vida nos adentra en esa cotidianidad, a veces compleja, porque nuestros sentimientos humanos se mezclan con la vocación de amar a Dios sobre todas las cosas que por ende nos pide aceptar la cruz de cada día, pues si Dios nos entregó a su Hijo por entero, nos pide que hagamos lo mismo, sin fisuras, sin ahorrarnos nada para nosotros, como nada le ahorró a Jesucristo en su vida mortal.

Realmente Philippe escribe cosas que pensamos y parece que estemos hablando con él cuando pone ejemplos de asuntos o cosas que a todos nos pueden ocurrir. Sobre todo en momentos difíciles una puede pensar “para qué me casé?” o “Yo no me casé para esto!”, “Es un castigo de Dios lo que me pasa?”, o tantas preguntas similares, y en este pequeño libro se encuentran las respuestas. Te impela a amar a Dios mucho más, en plena libertad, pues la llamada a la vida es en definitiva aceptar la voluntad de Dios libremente, pero no una vez, es decir en aquel momento exultante, lleno de belleza, en el que le dices, Dios Amado Mío, lo que Tú quieras, cuando Tú quieras y cuando Tú quieras, sino en cada minuto de tu existencia, en cada exhalación de tu respiración. Pero ahí está la lucha del cristiano, una lucha feliz por y para alcanzar el cielo.

31 marzo 2013

¡Felices Pascuas a todos!


El que no cree en la Resurrección del Señor no es cristiano, o dicho de otra manera, el sello del cristiano es su fe y goce ante la Resurrección del Señor, pues son conceptos inseparables entre si. 

Por eso podemos decir con júbilo: ¡Alégrese el cielo, goce la tierra! 

"Este día ha brillado para nosotros con el resplandor del sepulcro más que si resplandeciera con el sol. Oh luz bella, has revestido de súbita claridad a los que vivían en tinieblas y sombras de muerte. Porque al descender Cristo a los infiernos, su eterna noche ha resplandecido inmediatamente y han cesado los lamentos de los afligidos.”*

* Eusebio El Galicano. Siglo V,  monje y obispo.

17 marzo 2013

Rezas por el matrimonio?


Corre por las redes sociales una oración del santo padre Francisco con la que nos invita a rezar por muchísimas personas: cercanas, altas, pequeñas.....débiles, entre ellas, los Matrimonios, y por ti mismo!. 

La llama  UNA ORACIÓN EN CADA DEDO:

1. El pulgar es el más cercano a ti. Así que empieza orando por quienes están más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por nuestros seres queridos es "una dulce obligación"

2. El siguiente dedo es el índice. Ora por quienes enseñan, instruyen y sanan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás. Tenlos siempre presentes en tus oraciones.

3. El siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora por el presidente, los congresistas, los empresarios y los gerentes. Estas personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión pública...Necesitan la guía de Dios.

4. El cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda, es nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano. Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los matrimonios.

5. Y por último está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los dedos, que es como debemos vernos ante Dios y los demás. Como dice la Biblia "los últimos serán los primeros". Tu meñique debe recordarte orar por ti... Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos verás tus propias necesidades en la perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las tuyas.

Papa Francisco

07 marzo 2013

Hemos adoptado un cardenal


En las redes sociales ya se ha extendido una web en la que puedes inscribirte con el nombre y el correo electrónico, y automáticamente la aplicación te asigna un cardenal. Se ha de rezar por él para que escuche las mociones del Espíritu Santo en el cónclave.

Hemos inscrito a Dime, Matrimonio! y nos han asignado al cardenal polaco Stanislaw Dziwisz, muy próximo a nuestro amado Papa, el beato Juan Pablo II.

Desde aquí os proponemos que entréis a la web que citamos y apadrinéis un cardenal, así rezaremos todos los cristianos al unísono, haciendo piña, por el cónclave de cardenales que en pocos días se iniciará.

27 febrero 2013

Oremus pro Beatíssimo Papa nostro


En Roma están concentrados 2973 periodistas acreditados y miles y miles de peregrinos que quieren y pueden estar junto al santo padre Benedicto XVI en las últimas horas de su pontificado. Salvo todos éstos, la inmensa mayoría de católicos estamos en nuestro quehacer diario, y muchos de nosotros  con el corazón afectado y a la vez agradecido a un adiós único y especial que nos brinda Su Santidad.
 
Pero igualmente podremos acompañar al Papa con cosas simbólicas las cuales representan estados de ánimo, unión de voluntades, acompañamiento en el dolor… podremos hacer alguna cosa que a cada persona le evocará una cosa diferente y podrá ser un símbolo que nos una a él en esos momentos, a las 20 horas, en el crepúsculo, del 28 de febrero de 2013, según nuestras fuerzas y acorde con nuestra edad.