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10 diciembre 2014

Bien y en Familia!

En estos días previos a las fiestas de la Navidad, unas dos semanas, vemos las tiendas repletas de gente (entre ellos, nosotros mismos) comprando con ilusión regalos para los diferentes miembros de la familia y amigos a los que veremos por Navidad u otros días, Año Nuevo, la Epifanía. También (los y las que cocinamos) estamos pensando y comprando todo aquello necesario para hacer un almuerzo o una cena de Navidad que guste a los invitados y sea muy preciado para estos días.

Sin embargo, ¡siempre pasan cosas! (a veces desagradables) en estos días festivos. Nos juntamos varias familias, con distintos gustos, caracteres, edades y hemos de ser capaces de convivir en paz. Pero no siempre todos los invitados lo consiguen, pues por definición hay alguien que entra en la celebración con ganas de disparar mal carácter pues no tiene un buen día, o le duele el estómago, o no quiere que le toque a fulanito de tal a su derecha como otros años, o el tocón de turno o el que bebe demasiado, el que solo explica chistes marranos que ya los conocemos, o el que tiene un afán de protagonismo invariable y es el centro de atención de la mesa, porque no hay nadie mejor que él!. En fin, siempre hay alguna persona que sin mala intención es un poco aguafiestas o incluso cargante. Y la cocinera (o el cocinero) después de tantos esfuerzos verá unas cuantas caras largas, por pequeñas rarezas que han surgido de manera espontánea y que molestan a los demás.

Así que será todo un arte la distribución de los invitados alrededor de la mesa; también será de máxima importancia utilizar poca sal en la condimentación de los alimentos para que no le suba la presión a nadie, no sea que después de varias celebraciones acabemos en urgencias por hipertensión. Otro truco es pensar (y apuntar) temas generales sobre música, teatro, cine, posibles viajes, arte en general, para poder hablar sin entrar en cuestiones que generen polémica o conflicto, que con un poco de alcohol más del habitual pueden generar mal estar. Incluso en ocasiones se producen momentos incómodos de silencio, para esos momentos hemos de saber los anfitriones sacar un tema con chispa. También es de agradecer el ambiente cálido, sin agobios de calefacción alta, la casa adornada con sobriedad, un belén bien hecho e intocable, y sobre todo los que invitan no ir en zapatillas y chándal por casa; hoy en día hay muchas prendas de vestir y abalorios para ir más brillante en estas fiestas, sin gastarse mucho dinero o recuperar ropa de fiesta de otros años pues todo lo que brilla sigue estando muy ponible.

Y también rezar, ya desde ahora mismo para que todo vaya bien, que nadie discuta, que no se queme en la cocina nada de nada, y que no haya motivo para que después de las fiestas y nos pregunten ¿bien o en familia?, podamos decir ¡Bien y en Familia!

09 noviembre 2014

Esposo fue

Cuando un día vi como mi marido se desvanecía en la mesa de un restaurante, poniendo los ojos en blanco, pareciendo muerto, se me vino el mundo encima. Era real, nos estaba pasando a nosotros, no era una escena de una película que había visto tantas veces. Grité su nombre un montón de veces, le abofetee, nunca lo había pegado, gracias a Dios!, ni él a mi. Surgieron de las mesas dos médicos, se rehízo. Llegó la ambulancia. Salimos corriendo, yo con mi coche, sola, detrás sin perder de vista el número de la ambulancia. Un rato, conduciendo saltándome los límites legales permitidos, que fue eterno. Ignoraba lo que ocurría en la ambulancia, si se había repetido lo que fuera o pasaba algo peor. Gritaba, rezaba, en apariencia sola, pero Dios no me dejaba de su mano. Siguieron unas horas de buena atención hospitalaria, de llorar, de llamadas telefónicas intensas , de gran apoyo de familiares y de amigos.

Fue un síncope. Y aquí seguimos poniendo remedio al origen del síncope. ¡Gracias a Dios! seguimos de la mano. Pero ¿Cómo me sentí? ¿Qué creía que sentía? ¿Cómo se sienten otras personas como en mi caso? Me sentí como la esposa que había sido de él pues dentro de mí noté como si me arrancaran por un momento algo mío, a mi esposo, con el que había compartido tantos años, los mejores de mi vida.

Y si fueron tan desgarrantes aquellos instantes, cuando sobreviene la muerte efectiva del marido o de la mujer, (o de otro ser querido, por supuesto) el dolor humano no lo podemos llegar ni a imaginar, pues no se puede medir, contar o pesar, incluso ni explicar. Pero es real y certero, y se ha vivir el duelo, digan lo que digan. 

Todos hemos visto en nuestro entorno viudas o viudos que siguen la vida tan cerca del que fuera su esposo o esposa, que se sienten como si todavía estuvieran juntos, aunque caminando a solas. Por ello, ver como en el lenguaje ese dolor es reducido a una sola palabra llamada “viudez” o “viudedad”, es decir, el pasado reducido a un nombre, a un presente nuevo, me produce un sentimiento extraño. Por eso prefiero llamar al supérstite como el Esposo que fue de… o la Esposa que fue de… Y así se debe porque este fue el epitafio de un esposo, el padre de una amiga mía, que dejó sus voluntades escritas –también la esquela-, y quiso que las esquelas que se publicaran a su muerte en los medios no dijeran que era viudo de tal señora, sino Esposo fue de… aquella bella mujer.

10 octubre 2014

El mundo en 4 minutos

Desde muy pequeños podemos observar en nuestros hijos, sobrinos y ahora nietos, esa manera de ser y ese querer conocer e interesarse por muchas cosas. Y parece mentira pero no lo es que la geografía pura y llanamente le puede llegar a interesar a un niño desde muy pequeñito. Este es el caso de Edu Collin que ahora ya tiene casi 19 años. 

Recuerdo perfectamente que con 4 añitos mientras los mayores, en las reuniones familiares estábamos venga de hablar y de hablar, él venga de pasar páginas y páginas de libros llenos de mapas del mundo, de continentes, de países, regiones, ciudades. Todos los mapas le gustaban. Fue creciendo y con sus padres y hermanos venga de viajes, aquí y allá. En definitiva para Edu no hay secretos de fronteras, limites, cabos, estuarios, golfos, penínsulas, islas, mares, océanos… Date 4 minutos y 41 segundos y compruébalo!

09 septiembre 2014

Mirar o no mirar

Que los hombres sean visuales y las mujeres auditivas son características  que vamos
reconociendo de una manera natural en nuestros semejantes. Sobre la percepción visual se iniciaron los estudios en el siglo XX, por lo que no hemos de remontarnos a la Edad Media y profundizar en el pasado. Sin embargo, ello no significa que no ocurriese de modo parecido desde que el hombre y la mujer pisaron la tierra. Los estudios de psicología al respecto, refieren que el ojo, en si mismo, es pobre para verlo todo. Pero la percepción visual va más allá del ojo, porque recibimos unos estímulos externos, además del de la vista, relacionándose todo ello con el conocimiento y las reacciones inconscientes.

¿Por qué un hombre se gira para mirar a una mujer que ha salido de su casa a medio vestir?  ¿Por qué en el conocimiento y en el subconsciente hay visualizaciones que estimulan siempre. ¿Por qué a una mujer le gusta ir con poca ropa? Evidentemente hay mucho que decir porque nosotras también tenemos percepción visual y ellos también son auditivos. Pero a partir de ahí, para vivir el Matrimonio en paz lo mejor es mirar hacia otro lado, cuando se trate de alguien que no sea tu cónyuge. En otro sentido, hay que vestirse con ropa (parece una redundancia, pero no lo es) para que los demás, si te miran, vean a una mujer que no desate el instinto como si fueras una presa en celo.

Es realmente una lástima y un error que muchos productos de moda, por el hecho de estar de moda, aboquen a la mujer, niñas, adolescentes y mayores, a ir con unas bragas de ropa de tejano, que, sin pensar más allá, se las ponen con cualquier cosa y salen a la calle pensando que son un primor. Hemos de pensar que eso degrada realmente a la mujer.


Gracias a Dios! como un día u otro hará frío y la ropa no puede ser más corta, para la próxima temporada otoño/invierno 2015, vuelven para nosotras las faldas y los vestidos largos, que con unas botas, el cuerpo de la mujer se esbeltecerá y dejaremos de ver carnes anónimas a tutiplén. 

05 septiembre 2014

Humor doméstico

¡Qué agradable es ver como sonríe la gente! Pues suele costar un montón extender el rictus de tal manera que regalemos una sonrisa al que tenemos enfrente. En cambio, es una forma de practicar la caridad con el prójimo, y costará (a veces mucho, a veces poco) hasta convertirlo en un hábito bueno, intrínseco a uno mismo, manifestándolo externamente aunque nos encontremos mal o muy mal.

En ese sentido, ayudan mucho esas personas que tienen la cualidad del humor innato, y llevan una agenda de chistes que en cualquier reunión la abren y te mondas de la risa. O aquellos y aquellas que dibujan viñetas graciosas y ocurrentes, entre otros estilos. Cuando abrimos una revista o un periódico (digital o papel), a veces vamos en busca de ese chiste, cuyo autor con anterioridad a tu búsqueda ya había desplegado su ingenio para que en cualquier momento tú o yo nos rompamos a reír. Y las situaciones cotidianas y domésticas suelen ser el hilo perfecto para hacer un embrollo ficticio o para describir la realidad. Y al caso de esto me llegó una viñeta graciosa y realista en la que se describe al hombre despistado (existen muchos) y padre de familia; a la mujer y madre la retrata atareada en muchas cosas, cargada de paciencia, y, sobre todo, en actitud de resignación de lo que es siempre igual no se va a poder cambiar. 


No hay que agobiarse, cada día tiene su afán. Si ellos no encuentran nada en su propia casa, es algo corriente; y si nosotras tenemos en la cabeza el contenido de todos los cajones, armarios, lacenas, muebles y demás del domicilio familiar, es tan normal como necesario. Así los dos, marido y mujer, se complementan (o nos complementamos). Claro! que nosotras con un carro de paciencia añadido.

24 agosto 2014

El récord Guinness del Matrimonio


Una visita casi obligada en Dublín, capital de Irlanda, es recorrer la fábrica de la cerveza Guinness, donde el arpa de Irlanda es un identificativo. Es un entretenimiento asegurado, y durante varias horas. El edificio de la fábrica que pueden visitar los turistas es de siete plantas. Es evidente que explican cómo se fabrica la cerveza, desde sus inicios hasta los cambios de hoy en día, pero es más que eso. La séptima planta es circular, desde la cual puede verse toda la ciudad de Dublín, sobre todo en un día claro y soleado, con una pinta de cerveza en la mano, incluida en la entrada. Toda la visita resulta hasta interesante, incluso puedes obtener un certificado de servir la cerveza con destreza. También te explican quien fue el primer Sr. Arthur Guinness pues la cerveza más famosa del mundo la pensó y la hizo un irlandés, y de ahí nacieron también las anotaciones curiosas de cómo beber o servir mejor la cerveza y pequeñas curiosidades cerveceras, hasta convertirse (al cabo de muchos años) esos tipos de récords en los ya famosos Récords Guinness, que normalmente son de cosas pocos habituales. Como es el caso del matrimonio norteamericano de Zelmyra y Herbert Fischer que duró 87 años, batiendo el récord Guinness del matrimonio más longevo del mundo.

Cuesta entender que haya sido así, ¿verdad? Fueron 87 años de matrimonio hasta que la muerte los separó, cuando Herbert murió a la edad de 105 años! Y el mejor legado: 5 hijos, 10 nietos, 9 bisnietos y 1 tataranieto, aun estando vivos. Dios bendito!


La noticia que enlazamos hoy es una entrevista, publicada en Religionenlibertad, que les hicieron siendo ya Récord Guinness, la cual recoge con sencillez unos consejos de oro para llevar el matrimonio hasta el último aliento.

* La foto es de mi viaje a Irlanda, julio 2014

20 julio 2014

El mejor colega, el marido

Mi amiga Mireya, a la vuelta de un funeral de una compañera de profesión que murió de repente a punto de jubilarse, se mantuvo pensativa. Nos fuimos a tomar un café con hielo, hacía mucho calor. Apenas articuló palabra. No le dije nada, pero a los dos sorbos refrescantes, como un torbellino empezó una especie de  monólogo. La dejé hablar.
¿No te ha ocurrido que en la fase más negativa del día, piensas que te ha tocado vivir en el peor de los momentos de la historia de la humanidad? cómo lo de hoy, ¡no hay nada peor!; ¡qué vaya época nos ha tocado vivir! En esa tesitura negativa, cuántos refranes o frases populares nos vienen a la cabeza, desde la más antigua a la más moderna, expresiones como: “cualquier tiempo pasado fue mejor”, “cómo está el mundo Facundo”, “adónde iremos a parar” y “esto no hay quien lo pare”,  o “¡qué fuerte! tío”. Pero no son más que la primera prueba de que estas cosas han ocurrido siempre.
Y esto podemos aplicarlo muy fácilmente a nuestro matrimonio (me sigue diciendo Mireya). Los años han pasado. El carácter se ha afianzado, y no siempre para mejor. Aquel chico del que me enamoré está muy lejos del señor que tengo a mi lado hoy. Me aburro a menudo. No me entiende. Piensa más en él que en mí…. ¿Y de quién me enamoré? ¿Qué vi en él que me atrajo al conocerle mejor? ¿Qué me hizo pensar en casarme con él? ¿Cuál fue mi planteamiento de vida en común? ¿Recuerdo lo felices que éramos al darnos el sí?
Mireya, parece una auto-encuesta, ¿me lo estás preguntando? - Pues sí, lo es.
Tenemos que hacer ese ejercicio de memoria emotiva de vez en cuando y revivir esos momentos, no para dejarnos llevar por la nostalgia de que “cualquier tiempo pasado…”, sino para renovar esos sentimientos, esas sensaciones, ese planteamiento de vida ilusionado que hicimos en su momento, como cuando, al viajar a Tierra Santa, en Caná  renovamos los votos.
-¡Yo también lo hice!
Porque, para nosotras, él es el mejor. Él es quien nos hace seguir hacia adelante hoy. Es el compañero fiel de tantas aventuras y desventuras, ¡es él! Y ahora, tenemos que abrir la ventana al aire fresco de nuestra existencia presente en común, que Dios nos otorga, y rechazar las ideas de sueños inútiles. En vez de eso, soñar con nuevas aventuras diarias juntos: de compañía, de silencio compartido porque no es necesario decir nada, de paseos por los parques de nuestra ciudad, de aficiones divertidas para reír a dúo, de miradas a nuestros hijos, y nietos si los tenemos, sintiendo que somos un equipo estupendo; de pequeños o grandes viajes para los que nos compraremos un camisón atractivo, para descubrir a dúo paisajes y gentes. Así nos sentiremos “colegas” de nuestro marido, no “soportadoras oficiales de sus cosas”.
 Y es que toda esta fraseología nostálgica de la que te hablaba al principio, no hace más que demostrarnos que la nuestra no es ni la mejor ni la peor época vivida por el ser humano, que lo nuestro no es de cenizos, que “antes”, aplícalo al intervalo de tiempo que quieras, también pasaban cosas. Y quién sabe, si peores o mejores. ¿O había de todo, como en botica? Yo me inclino a esto último. Creo fuertemente en el “hoy y ahora”, en vivir el momento que nos toca vivir y sacar el mejor  partido de ello, para nosotros y para los demás. Porque ¿sabes? El ayer no existe y el mañana aún no está inventado. También es una frase hecha ¿ o no?
- Mireya, no te puedo rebatir en nada, ¡me encanta escucharte!.


15 julio 2014

Mujer helicóptero

El Raval es un barrio de Barcelona que se ha puesto de moda por su transformación cultural. De forma habitual se desarrollan, en paralelo, muchas actividades de diversas características. Recientemente tuve ocasión de ir con mi marido al XI Encuentro del arciprestazgo Rambla - Poble sec . Resultó muy interesante recorrer la historia de la Casa de la Caridad de Barcelona hasta la actualidad y a la vez conocer un poco más el proyecto Raval Cultural, promovido por el ayuntamiento de la Ciudad.

Justo cuando se iniciaron las charlas de aquella tarde al aire libre en el Pati Manning, en donde tiene su entrada principal la iglesia de Santa Maria de Montalegre, empezó a sobrevolar un helicóptero. Al principio parecía como un barrido de la zona, a corta distancia. Pero volvió, y volvió. Empezó a resultar molestoso. Identificamos que era de la Policía. Las especulaciones, entre algunas personas, surgieron fácilmente, como la persecución a un delincuente o la manifestación reclamando esto y lo otro, aquí y allí, etc.  Los ponentes tuvieron que adecuarse a la situación pues efectivamente el helicóptero pasó a ser incordiante. Llegados al final e iniciándose el coloquio, el helicóptero se fue definitivamente por donde había venido.

Aquello me dio que pensar en lo que nos gusta a las mujeres controlar nuestro entorno. Unas veces por exceso de orden y otras por celos. Sobrevolamos constantemente sobre la vida de nuestro esposo y de nuestros hijos (entre otros entornos) y en ocasiones no atinamos que con ello estropeamos algo maravilloso como lo es la confianza en ellos. Es evidente que debemos saber muchas cosas de nuestros hijos, de nuestro esposo, de nuestro matrimonio. Pero la vida de cada persona no es como una nevera que la abrimos y hacemos lista de lo que nos falta y de lo que todavía tenemos al fresco.


Por eso pensé que no deberíamos ser esposas, ni madres, ni suegras helicóptero pues podemos llegar a ser realmente muy molestosas, desagradables e inoportunas, y no valdrá la excusa de que lo hacíamos por amor. En definitiva, la mejor manera de dar amor es la de no molestar.

02 julio 2014

Prevenir problemas

En el Matrimonio pueden surgir problemas desde el primer día después de la boda y se arrastren hasta producir rupturas inimaginables. El enamoramiento ciega muchas veces a los novios para poder hablar, en profundidad, de muchas cosas que puedan generar discusiones y con ello, el miedo a perder al otro. Pero hay que hablarlo todo, sobre todo para evitar daños colaterales.

El artículo que os presento, firmado por Ignacio Crespí de Valldaura, publicado en la web negocios.com el 16 de junio de 2014, sin entrar a fondo en los problemas, en pocas líneas relaciona una serie de temas, no muchos, que hay que tener en cuenta antes de casarse.

Si ya estás casado, también son temas que hay que despachar con el cónyuge, pues, sin descanso, se ha de trabajar por una vida matrimonial de larga duración. Siempre será mejor prevenir los problemas antes que tener que ahogarse en soluciones.

29 junio 2014

Actos de amor

¡Qué sufridores son algunos maridos! sin dejar de menospreciar lo que sufrimos muchas esposas con las cosas de ellos. Sin embargo la complementariedad entre las unas y los otros es lo que hace perdurar la madurez matrimonial.

Sin ir más lejos, respecto del deporte de equipo con pelota rodando que todos sabemos que mueve a las masas, compuestas en su mayoría por hombres que se sulfuran, que gritan, que vocean, que se lo pasan bomba con su equipo y se malhumoran cuando pierde, ahí estamos nosotras, sufridoras, siguiendo las noticias del mercado de jugadores, la lista de pichichis y de los mejores goleadores, los colores de las equipaciones, el suben-bajen de la liga, los ataques a los colores del contrario, los cambios de mister, de capitanes, de presidentes, de colegiados, de los colores de las zapatillas de los porteros, de las palabras malsonantes de alguno que ha perdido el norte en mitad del juego, la complicación que supone entender las competiciones internacionales, los periodistas de una bando o de otro, las lágrimas del perdedor… en fin qué os voy a decir. Pues todo esto, aunque nos pueda interesar realmente poco a algunas esposas, forma parte del querer matrimonial para poder convivir con una de las pasiones del esposo. Aquí no vamos a añadir las idas y venidas de médicos y centros hospitalarios, pues en esto sufrimos ambos cónyuges.

¿Y ellos?, ¿De qué cosas, sufren por nosotras? Hay tantos ejemplos, que se me hace difícil empezar ni tan siquiera una lista de aproximación. Sin embargo, puedo poner un ejemplo. Imaginaros que a pesar de los años, a ti te gusta el ballet, (o las Sevillanas…) y además, a pesar de los años, te has vuelto a poner el maillot y las zapatillas de media punta, y recibes clases. Llegado el fin de curso lectivo escolar,  también hay festival de fin de curso de ballet (o de Sevillanas). Y como pintas canas, actúas de presentadora del acto, ataviada para la ocasión como si se tratara de un evento que proyección televisiva. Ahí estás tú, en tu momento estelar, presentando el acto, y saliendo al escenario en varias ocasiones. Y, por esos escasos minutos magníficos de gloria, tu marido, paciente entre los pacientes, ha de tragarse todo un festival de niñas y jóvenes bailando para que sus papás estén contentos y ellas se preparen para un futuro profesional, más o menos inmediato. Él pensará que es un rollo morrocotudo, primero porque no le gusta el ballet ni las sevillanas, segundo porque ninguna de las niñas ni jóvenes son de la familia, y tercero, porque él ya te ha acompañado a diversos teatros a ver ballet y está ciertamente saturado. Sin embargo, llegó al teatro puntualmente, aparcó el coche en buen sitio, el coche no se lo llevó la grúa y además fue muy objetivo a la hora de aplaudirte. Por ende, volvisteis a casa juntos, muy contentos.

En fin, ellos y nosotras somos sufrientes, siempre hacemos algo, o nos gusta algo, que el otro soporta por amor. Estas cosas son realmente actos de amor, que no han de cambiarse por nada, pero que es necesario recordarlos para seguir haciéndolos y alimentar de amor día a día el Matrimonio.


21 junio 2014

La lista del amor

Un amigo de mi marido le envió desde Facebook una lista fantástica de aquellas cosas que podemos hacer para mantener vivo el amor en el Matrimonio por muchos años. Son buenas ideas. Con ellas se puede hacer una reflexión sobre los detalles de amor y cariño que tenemos con nuestro cónyuge. Después podremos observar todo aquello que no hacemos pero lo intentaremos.También nos pondremos contentos porque muy probablemente hacemos muchas de las cosas que están en la lista, pero sin embargo a otras personas que conocemos les puede costar muchísimo llevarlas a cabo.

Además esta lista se puede imprimir y pasarla a esos familiares y amigos que necesitan un empujoncito para evitar que ahoguen la llama del amor. Sin duda, también es útil para hacer una charla con matrimonios amigos, para poder ampliar la lista con muchas cosas más. O enviar el link de este blog a toda tu lista de contactos. Esto sería ¡la bomba!, muchas gracias!!!!

De momento, os propongo las 50 ideas, cosas, promesas… de la lista y cada cual que vaya añadiendo.

  1. Comenzar cada día con un beso
  2. Usar siempre su anillo de bodas
  3. Salir juntos una vez a la semana
  4. Aceptar sus diferencias
  5. Ser cortés
  6. Ser bondadoso
  7. Hacerse regalos
  8. Sonreír con frecuencia
  9. Tocarse
  10. Hablar de los sueños
  11. Elegir una canción para que sea "nuestra canción"
  12. Frotarse la espalda
  13. Reír juntos
  14. Enviarse cartas sin un motivo especial
  15. Hacer lo que a la otra persona le gusta, antes que él o ella lo pida
  16. Escucharse
  17. Alentarse
  18. Buscar los detalles
  19. Saber las necesidades mutuas
  20. Prepararle el desayuno a la otra persona
  21. Elogiar dos veces por día
  22. Llamarse durante el día
  23. Calmarse
  24. Tomarse de las manos
  25. Mimarse
  26. Preguntarle al otro su opinión
  27. Mostrar respeto
  28. Recibir al otro con alegría cuando vuelve a casa
  29. Mostrarse de la mejor forma
  30. Guiñarse el ojo
  31. Festejar los cumpleaños en gran manera
  32. Pedir perdón
  33. Perdonar
  34. Organizar una escapada romántica
  35. Preguntar: "¿Qué puedo hacer para que seas más feliz?"
  36. Ser positivo
  37. Ser amable
  38. Ser accesible
  39.  Responder rápidamente a los pedidos del otro
  40. Hablar de su amor
  41. Recordar los momentos favoritos pasados juntos
  42. Tratar con cortesía a los amigos y familiares del otro
  43. Enviar flores para el cumpleaños para el aniversario y sin motivos
  44. Aceptar cuando se está equivocado
  45. Ser sensible 
  46. Orar por el otro diariamente
  47. Observar juntos las puestas de sol
  48. Decir con frecuencia "te amo"
  49. Terminar el día con un abrazo
  50. Buscar llegar al cielo juntos……

08 junio 2014

El tiempo es libre

En las empresas y en la vida cotidiana de las familias, la excelencia ahora se llama aprovechar el tiempo, para poder conciliar el trabajo y la familia. Las empresas más productivas no son aquellas en las que los empleados trabajan más horas sino aquellas en las que sus empleados aprovechan mejor el tiempo. Las distracciones siempre son el causante de muchos problemas. En el hogar, por ejemplo, salvo que puedas programar el horno, la máquina de cocinar, o dispongas de un reloj programador, lo más normal es que en muchas ocasiones se queme la comida, el caldo se quede sin agua, el arroz se pegue a la paella, y cosas por estilo, porque estabas haciendo, a la par, otras tareas. En el trabajo profesional si te distraes, no dejas trabajar a los demás, pierdes el tiempo en memeces y tu trabajo resultará mediocre. 

Así que hay un medio, muy utilizado en las últimas décadas, que en sus nuevas versiones nos va ayudar a conciliar el trabajo con la familia. Del siguiente artículo del Sr. Roger Romance, Planta cara a las distracciones para ser más productivo, obtendremos unas sugerencias muy interesantes.

07 junio 2014

Ir como locas

A veces vamos con el velocímetro al rojo vivo. Queremos llevar a término todo lo que nos proponemos, y además, rápido, corriendo y hasta dando brincos. En esas velocidades nos da la sensación que alguien nos mira. Habíamos salido de casa después de una hora de trabajo doméstico muy intenso. Ni que decir tiene que la madre que ejerce un trabajo profesional ha de multiplicarse en las tareas y en cómo organizarlas, dejando tiempo y ánimo para la improvisación. Porque … cuando amanece un hijo con fiebre, ¿Qué haremos? – Piensas, menos mal que llamé ayer por la noche a mis suegros y se van hacer cargo. Pero se da el caso que el abuelo está jubilado y abuela no, así que hay otra mujer en el panorama familiar que por la noche ya estaba reorganizando su vida, improvisadamente, para tener el nieto en casa, e irse a trabajar… pero esa abuela, al salir a la calle temprano, ya no va rápido, ni corre, ni da brincos, ni le da la sensación que alguien la está mirando pues la experiencia y la madurez son un grado de capitán general, más o menos. Piensas menos mal que ha servido lo que has vivido, como mínimo para poner todo tu empeño en organizarte muy bien con la agenda, pero con mucha dulzura para saber mover las anotaciones con total improvisación.

A todas nos ha pasado ir como locas y darte cuenta que, realmente, a veces te ha pasado que, en toda esa movida matinal, ni te enteras de qué par de zapatos te has puesto, y la sensación de que te están mirando al salir a la calle es cierta. 

Por fin, has llegado al metro para ir a tu trabajo y te has parado. De repente, te has dado cuenta de que llevas un zapato en cada pie, claro! pero de diferente modelo, qué rubor, qué vergüenza, y qué ganas de romperte a reír. Y al llegar a tu destino, el ataque de risa ante tal curiosidad, alegró la mañana, a veces árida por los temas que se tratan, pero llena de comicidad ante tal cambio de tendencia en zapatería. Es decir, has iniciado una nueva moda, sobre todo vintage, para aprovechar al máximo los zapatos que no estén demasiado viejos....o quizá para rescatar aquellos maravillosos que te pusiste una sola vez, el día de tu boda, con los que podrías inventar una nueva combinación!


16 mayo 2014

La mujer honrada

El emperador Julio Cesar nació 100 años antes de Cristo, fue un gran militar y político
de su tiempo. Se casó con Pompeya. Ella debía ser bellísima y más de un varón la deseó poseer. Uno de ellos se obsesionó de tal manera que arguyó el modo de yacer con ella. Así, en los ritos que organizó Pompeya con ocasión de los actos que se iban a celebrar en el año 62 antes de Cristo, y en el que solamente podían participar mujeres, Publio Clodio Pulcro, un joven líder, demagogo y conocido por sus malas artes, se disfrazó de mujer para poder entrar en las fiestas con el solo propósito de saciar su lascivo deseo con Pompeya.

Julio Cesar conoció los hechos y consideró que esa treta era un sacrilegio. Todo ello derivó en la celebración de un juicio de divorcio, declarando en público que él no consideraba a Pompeya responsable de lo que había ocurrido, pero la frase que dictó a continuación pasó a la historia y todavía se sigue utilizando, aunque con un significado más amplio:

La mujer de César no sólo debe ser honrada; además debe parecerlo.


De alguna manera, la moral natural ya indica que es mejor no ponerse en peligro de tentaciones, o no dar pie a ellas, para evitar meternos en líos que acaben muy mal, pues así acaban todos los enredos. Ellos, los varones,  por muy buenos y santos que sean, son visuales, y a nosotras, por naturaleza, nos gusta presumir. Por lo tanto, tendríamos que ser muy aplicadas en la virtud de la templanza, no solo para ser honradas sino también para parecerlo.... sobre todo ahora que empieza el buen tiempo.

08 mayo 2014

70 años casados

El Matrimonio duradero da salud a los cónyuges, a sus hijos, a toda la familia, y revierte en el bien común de la sociedad. En la complementariedad que existe, o debería existir, en el Matrimonio se desarrolla un crecimiento individual y, a la vez, compartido que favorece la prolongación de la vida de cada uno de los dos cónyuges, insisto, de los dos, pues entendemos que el Matrimonio se establece entre dos personas, una mujer y un varón. Huelga decir que no hablamos de matrimonios poligámicos. En esta simbiosis, fusión y unión, los Matrimonios se hacen longevos, tanto que cuando uno de los dos fallece pueda darse el caso que el que sobrevive no lo esté por mucho tiempo, pues el uno sin el otro no puede sobrevivir, como algo natural.


Así lo hemos leído en una noticia publicada en Religión y Libertad  que nos ha llevado a confirmar, nuevamente, lo que las estadísticas, los estudios, y los estudiosos nos han dicho muchas veces, pero que a los divorcistas les cuesta mucho creerlo.

01 mayo 2014

¿Libro o libras?

En cierta ocasión, con una señora que conozco desde hace muchos años y a la que
quiero muchísimo, salí una tarde a tomar un café. Me comentó su plan diario.

Ella había dejado de trabajar cuando se casó para dedicarse a su marido y a su familia, lo cual está muy bien, pues fue una decisión del matrimonio y de común acuerdo, tal cual se han de hacer las cosas. Sin embargo dada su posición económica y al haber tenido sólo dos hijos, su horario era muy holgado y prácticamente podía hacer lo que le daba la gana. Así que, me explicó, cada tarde salía con un grupo de amigas diferente, o bien hacía muchos cursos cortos de formación, o se iba de compras, a la peluquería... etc... En definitiva tenía todas las mañanas y las tardes ocupadas de lunes a viernes, ya que además disponía de asistenta del hogar y tenía que darle órdenes. Lo más divertido de todo es que a pesar de tratarse de actividades agradables, lúdicas y personalísimas, su agitación era tal que una tarde a la semana, me confesó, que libraba. ¿Qué quiere decir que libras? le pregunté, y me contestó: no me pongo nada para hacer.

Me quedé ¡ojiplática!

Yo no puedo imaginar “no tener nada” una tarde, o que me estrese ir a la peluquería o ir de compras, sin ser compulsivas, claro! Sin embargo, hay quien necesita hacer un parón en sus propias distracciones o pasatiempos. Por eso el mensaje de la foto le debería hacer mucha gracia. A mi también me la hizo cuando la recibí por whatsApp porque si tengo la ocasión de librar ¡me pongo algo! y realmente soy feliz. Lo mejor es llenar la jornada con: un rato de oración mental y vocal, a ser posible también la santa misa, un trabajo santificado y santificable, tanto si es doméstico como profesional, una actividad apostólica, y una dedicación delicada y extrema a la familia. Si queda algo, quizá una hora a la semana, sería de libranza para oxigenar el cerebro, que siempre le irá bien.


Hoy hemos recordado, en el día Primero de Mayo, la fiesta de san José Obrero, conmemoración que instituyó san Juan XXIII para contrarrestar la efervescencia comunista a mediados del siglo XX. Una celebración totalmente oportunísima para celebrar el Día Internacional del Trabajo.

30 marzo 2014

Los lazos familiares

Aquello que nos une a nuestros parientes ascendentes, podemos reflejarlo en nuestro color de ojos, la manera de andar, la tendencia a ciertas enfermedades, el sentido musical, y muchísimas cosas más que los científicos tienden a explicarnos, y, a veces o según las temporadas aciertan. Pues no hay nada más cambiante que la ciencia. Sin embargo, un documento gráfico y/o digital nos da la descripción visual perfecta de quienes nos precedieron. Pues recogiendo una expresión muy repetida: una imagen vale más que mil palabras. Por ello, no hay documento más bonito para recordar que una foto de familia. En ese sentido, yo conservo una de las fotos que más aprecio. En ella aparecemos 4 generaciones por la línea materna: mi bisabuela, mi abuela, mi madre y yo, que en la foto contaba unos 2 o 3 años edad. El buen ocurrente del recuerdo fue mi abuelo materno. Este detalle personal me lo ha evocado una foto que me ha enviado uno de los colaboradores de este blog, en donde pueden verse 6!!! generaciones de mujeres. Es una foto magnífica pues el contenido es maravilloso, una familia unida por unos lazos que se iniciaron hace muchos años y se han seguido conservando, a pesar de las grandes dificultades que muy probablemente habrán tenido que afrontar.


En la medida de lo posible, no hay que desaprovechar la ocasión de plasmar esa imagen, si no para siempre, sí para las generaciones venideras. Gracias a ella, conocerán sus antepasados. Saber de dónde se proviene es un deseo natural muy íntimo, pues el conocimiento de la propia genealogía nos ayuda a arraigarnos a nuestra familia y a nuestro entorno social. Y aunque en la foto solo haya mujeres, intuyo que algún marido de las presentes habrá sido el ocurrente captador de la foto como lo fue mi querido abuelo.

10 marzo 2014

Reponerse a los cambios

La rutina dura muy poco porque sobrevienen los cambios en nuestra vida a  la velocidad en que van todas las cosas del mundo de hoy. Ni los veranos aciagos por el calor, ni las largas noches de invierno y colgados por la nieve, duran tanto como para llegar a aburrirnos. Sin embargo esos cambios a veces nos llevan a nuevos planteamientos en nuestra vida: la muerte de un ser querido y muy cercano;  un volver a Dios de nuevo por el toque de la gracia de la conversión; un trabajo realmente subyugante; la lectura de un libro de un santo que te lleva a mirarte el alma; un atentado terrorista que pasa a espada tu corazón para siempre, ¡Cuánto dolor en un de repente!

En esa tesitura, una buena amiga mía, me ha enviado su testimonio. Ella y su marido han vivido, mano a mano, un grave accidente que ella sufrió. Hoy están bien, los dos se han recuperado, pues ella sufrió sus heridas con fortaleza y él, como todos los maridos, vio caerse el mundo a sus pies. Pero hay que tener esperanza, ellos la tuvieron, por eso ella ahora ha escrito sus impresiones, el bien recibido a pesar de la grave experiencia.
Os lo transcribo.

“Cambios y empatía
Al buscar unas fotos de un viaje a Costa Rica, he vuelto a recordar momentos de esa aventura al otro lado del charco…fue el viaje más estupendo, aventurero y maravilloso que mi marido y yo hemos hecho nunca. Y siempre digo que es muy bueno tener ese recuerdo en común. Muy bueno.
Pues en ese viaje, una mañana yo tomaba el sol en el precioso patio selvático de la casa donde vivíamos, en Robredales, se llamaba. Estaba un poco tristona, un poco melancólica, muy añorada. Yo no me daba cuenta de que me observaba la chica que nos atendía. Apareció de repente, sin haberle pedido nada, con un plato de fruta fresca, limpia y cortada, apetitosa y me dijo: “Tómese esta frutita, le vendrá bien: ¿Porqué está triste?”,  “Por los cambios”, le dije. Y creo que lo entendió. Ellos entienden mucho de nostalgias y sentimientos. Es un gesto que no se me olvida.
Los cambios de ahora, los que acompañan a la jubilación son muy profundos, porque abarcan una faceta nuestra que estaba muy arraigada y llenaba una gran parte de nuestra vida. Y no se trata de la vida de nuestros hijos, sino de la nuestra personal.
Los cambios de aquel viaje fueron un arrancarnos de la cercanía a los que estaban hasta entonces pegados a nuestra vida, los hijos, de forma hasta física, si queréis…y costaron…pero nuestra vida seguía con los mismos hábitos diarios, con las mismas ocupaciones, con el mismo estrés.
Ahora es un parar y arrancar de nuevo. En un nuevo contexto. En una nueva visión de nuestro día a día.
Y me ayuda a pensar.
A pensar sobre mí y sobre las cosas. A mirarme hacia dentro y ver lo que tengo fuera. A dar gracias por todo y pedir por lo que está ahí.
Una de las cosas por las que doy gracias es por haber salido serena de un accidente reciente que me dejó mucho tiempo inactiva ¿Lo estuve realmente? En eso tienen mucho que decir los demás pero yo creo que mi inactividad fue solo “itinerante”. Porque de la otra, la del pensamiento, los deseos y los actos verbales, estuve muy, pero que muy activa ¡Gracias a Dios! De las gentes que conocí y traté en ese tiempo podría escribir otra parrafada pero no lo haré.
No hay mal que por bien no venga y es cierto que ese tiempo me preparó a lo que está viniendo, sin darme cuenta. Aprendí mucho sobre lo que significa la vida, el cariño, las relaciones humanas, sin correr, sin prisas, saboreando las pausas entre cosa y cosa. Disfrutando del tiempo que antes no tenía y aprovechándolo para lo más importante: las personas. Pensar en cómo son los que nos rodean y porqué son así, ayuda a quererles mejor y a disfrutar de su presencia sin pedir a cambio siempre algo: Ayuda a empatizar con las gentes. ¡Y cuánto hay que aprender sobre eso! Nunca sabremos bastante.
Porque, ¿os habéis preguntado a menudo las razones de los errores de los demás? ¿o solamente os disculpáis a vosotros mismos?. Aunque disculpar no es aceptar como bueno lo que no lo es, sí es acercarnos al otro y acompañarlo para ayudarle a ver lo que no va, desde fuera, y así poder remediarlo.
Decía que empatizar, o en el lenguaje de siempre, comprender, es una de las cosas más difíciles y mas estupendas que tenemos los humanos. Por eso me acordaba de la chiquita costarricense….con una mirada sintió lo que yo sentía y se acercó a mí para siquiera apoyarme con unos trozos de papaya y sandía, gratuitos, cortados con cariño.
¡Esa es la empatía que nos atrae!”

Gracias Mireya por tu colaboración!


05 marzo 2014

Hoy empieza la Cuaresma

Con la celebración del miércoles de ceniza, la Iglesia universal abre un periodo de
penitencia, durante la cuaresma y la semana santa. Está estipulado para los católicos que el miércoles de ceniza, los viernes de cuaresma y el Viernes santo, nos abstengamos de comer carne. No obstante, en contrapartida, no nos apoderemos de la nevera y glotoneemos pasteles y gambas al ajillo. Lo que nos pide la Iglesia es que seamos capaces, algunos días, de abstenernos realmente de aquel alimento que  nos gusta pues si los filetes habitualmente no los comemos, no nos atraquemos de vieiras de la Patagonia, en bechamel y gratinadas al horno simplemente porque sea un molusco marino. Hay que entender que la penitencia, es mortificación y la mortificación no es solo eso que en tantas películas utilizan para ridiculizar a los santos, como lo es el uso de las disciplinas, sino que también es mortificación sonreír a esa persona que te cae mal, y ¡anda salero! hacerlo durante todo el tiempo que dura la cuaresma  - que son unas cuantas semanitas - es  una santa mortificación. 

Así que lo que yo os voy a proponer para todos estos días, además de los ayunos y abstinencias propuestas por la Iglesia, es una mejora notable en el Matrimonio. Y si se quiere aplicar un plan de mejora hay que hacer un examen de la propia conciencia. Si de paso quieres hacer una lista de desagravios, para desahogarte irá bien pero solo para eso. La cuaresma es un tiempo de análisis para saber a qué nivel estamos de caridad, de amor. Y no se trata de ese amor de muchos besos y abrazos (también!) se trata de amor puro, de caridad extrema, de sumisión al diálogo y al respeto, de sumisión a la paciencia, para ver en tu marido (en tu esposa) lo mejor de ellos mismos.





23 febrero 2014

¿Quién es mi amante?

Corren corriendo por la red, en formato youtube, unas cortas historias de amor que las llaman AMANTES. De entrada haces como un ay! y piensas ¿De qué va esto? Pero como me lo ha pasado mi marido por correo, bajas el nivel de alerta y lo ves, con espíritu crítico. Luego te reencuentras realmente con la palabra amante y observas el uso o mal uso que se ha hecho del significado de la palabra, desmejorándola muchísimo. Así que como el diccionario de la lengua española no lo ha cambiado, me quedo con su significado original, y, después de la sorpresa, me quedo también desde el principio hasta el final con este corto que nos habla de amor entre un hombre y una mujer.

AMANTES

* En la foto buganvilias de un jardín de Premià de Mar (Barcelona)