11 febrero 2018

Los graciosillos

Tenemos un sentido del humor cruel y negro. Nos reímos de situaciones que nos producen sorpresa, pero si nos paráramos a pensar, solo un momentito, no nos reiríamos. Eso nos pasa muchas veces cuando alguien se cae, por ejemplo, se produce una situación cómica de la que te ríes por naturaleza. O cuando en nuestro trabajo, un compañero que es chino pero que habla español, se enfada y se enfada ¡tanto! que habla deprisa y por supuesto sin poder pronunciar la letra erre. Allí, en aquel departamento los compañeros se parten de la risa oyendo a una persona hablar y hablar enfadada sin pronunciar la erre, como si fuera un chiste. Y, en realidad aquella persona, puede sentirse ofendida por carcajeo de los colegas.

Igualmente, pasa con los dichosos memes que ponen de vuelta y media a los maridos, y las esposas o sus amistades se ríen a mandíbula batiente. 

Pero ¿realmente nos reiríamos si tuviéramos enterrado al marido en el jardín o deseamos que se esfume como la niebla para vivir tranquilas?


Claro está que me refiero a situaciones normales y habituales, pues las otras, las que están sumidas en estados de violencia o en tramitación de divorcios diversos, lo que dirían sería eso de “El mejor hombre, colgado”, como me aconsejaron a mí, antes de casarme.

28 enero 2018

¡Hola bebé!


Las mismas mujeres que gritan y se manifiestan en contra del presidente de los Estados, profiriendo insultos y quejas, son las mismas mujeres que están a favor de disponer de su propio cuerpo para decidir sobe la vida o la muerte de los hijos de su vientre, celebrando así los 45 años de la ley del aborto en Estados Unidos. No quiero manifestar mi aprobación ni desaprobación a la política que desarrolla este presidente. Sin embargo se ha dicho de él y de su equipo que han reducido la ayuda estatal a las organizaciones internacionales y nacionales que promueven y ejecutan el aborto. Todas las que vocean en contra de este personaje peculiar, pero que ha sido elegido en las urnas y que resulta molestoso, saben que tiene clara una cosa: está a favor de la vida desde su concepción en el vientre de la madre.

En cambio en España pagamos impuestos para que una parte sufrague los gastos de los asesinatos de niños y niñas antes de nacer. Creo que las que vocean (aquí también) no se dan cuenta que el aborto no resuelve los problemas de aquella mujer ni, a gran escala, los de la sociedad. Se ha escrito mucho al respecto. Solo quiero comentar que el aborto es milenario. Ahora las mujeres no se revientan el vientre con agujas de tejer u otros artilugios y mueren desangradas con el hijo de su vientre. Ahora sobreviven más mujeres a esa intervención maliciosa porque se hace en condiciones asépticas y de control sanitario, y en muchos casos a cargo del erario público, pero sigue siendo un crimen.

Pero tantos esfuerzos ¿para qué?

Los que estamos a favor de la vida pedimos que los presupuestos para efectuar abortos sean trasladados a la ayuda a la vida y a la adopción. Muchas parejas desean tener hijos y no pueden, y han de viajar por el mundo para adoptar. La ayuda durante el embarazo es primordial para que tu hijo nazca. Y después ese hijo o hija podrá tener la opción a unos padres que lo cuidaran en tu nombre, de esta manera no colaborarás con el genocidio más grande conocido que es el aborto. Y siempre te quedará en tu corazón haber dado la vida a un ser que ha nacido de ti misma. Es maravilloso.

A veces, las madres se encuentran en situaciones muy similares. No hay que colaborar con el mal. Hay que ayudar a las hijas a tener ese hijo o hija maravilloso, el tema no es pagar o ir a la seguridad social a abortar, ni que sea lo más fácil del mundo, pues la vida de un ser humano no tiene precio, en cambio el peso en la conciencia es infinito y para siempre.

Ánimo, madre, sigue adelante, rezaremos por ti. Acuérdate de que al nacer tu hijo, en el mismo centro sanitario  (En España) se puede dar en adopción.

  

07 enero 2018

La nulidad matrimonial canónica

  
Mis dedos se han alejado del teclado por unas semanas. La frialdad a la hora de ponerme a escribir ha sido como la epidemia de gripes, constipados y catarros que estamos viviendo. Cierta música de película de ambiente oriental, de animación con osos pandas, tortugas y otros animalitos, ha dado en la nota que me ha despertado después de tantos estornudos, dolores de cabeza, toses, mucosidades, y diversos estados de ánimo.

Por fin, hoy, querido lector, estoy de nuevo en activo con este tecleo que no molesta y que acompaña al que se pone ante una pantalla. Y como en cualquier familia, también en la mía se ha hablado, en estos días entrañables de la Navidad, de divorcio y nulidades matrimoniales. Parece que la activación de los procesos canónicos de nulidad, resolviendo los asuntos con más rapidez y diligencia, hace posible que las parejas rotas cuyos miembros viven con otras personas diferentes a su cónyuge inicial, encuentren en este proceso una solución a su situación irregular ante la Iglesia Católica, de acuerdo con las modificaciones del derecho canónico a partir del Motu Propio del Papa Francisco del 15 de agosto de 2015.

Téngase en cuenta que no han cambiado las causas de nulidad, que siguen siendo las mismas, es decir, a lo largo del proceso canónico de nulidad ha de quedar probado que no ha existido matrimonio, por lo que la alianza establecida entre los cónyuges era nula. Esto se ha de seguir probando.

Ni tampoco ha producir escándalo que los procesos de nulidad, si la pareja se haya divorciada con anterioridad, resulten más sencillos o más breves. El divorcio civil disuelve la relación matrimonial en cuanto se trata de bienes muebles e inmuebles, educación y visitas de los hijos, así como la posesión y cuidado de los animales domésticos, entre otras cosas. Si las decisiones sobre estas cosas están resueltas, habrá mucha menos discusión, a mi entender, pues el proceso eclesiástico se centrará en la alianza matrimonial entre los cónyuges y ante Dios, alianza que, aún estando disuelta ante el mundo temporal y la normativa civil, puede que no se declare nula. Pues el matrimonio establecido por los cónyuges ante Dios no se convierte en nulo por una mera infelicidad sobrevenida o por decisiones humanas.

Acompaño, a efectos informativos, el documento firmado por el Santo Padre Francisco en el que se concreta el proceso de nulidad. Es preciso siempre el consejo espiritual y profesional para impulsar un proceso de estas características el cual se inicia ante el Obispo católico del lugar.





03 diciembre 2017

El Matrimonio en la Biblia

Un buen regalo para estas fiestas es el Libro de la Biblia, con el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Para adquirirla, lo mejor es acudir a una librería católica, o una librería especializada en libros religiosos. También consultar sus webs. Hay que estar atentos pues hay versiones de biblias para protestantes. Si quieres una Biblia cristiana y católica lo has de concretar en tu compra. Comprueba si tiene autorización eclesiástica. También se ha de tener en cuenta de que no se trate de resúmenes pues la Palabra de Dios se ha de leer directamente. Una vez comprobado todo esto, también se compra por Internet. Yo os recomiendo la que edita la Universidad de Navarra, en Pamplona.


Y con el guión de la foto podemos consultar la Biblia y empeñarnos un poco más en mejorar nuestro matrimonio, y el de los demás.

31 octubre 2017

Entre sufragios, calabazas y dulces de almendras

El Día de Todos los Santos es una solemnidad cristiana que tiene lugar el 1 de noviembre para las iglesias católicas de rito latino y el primer domingo de Pentecostés en la Iglesia ortodoxa y las católicas de rito bizantino. En este día la Iglesia celebra fiesta solemne por todos aquellos difuntos que, habiendo superado el purgatorio, se han santificado totalmente, han obtenido la visión beatífica y gozan de la vida eterna en la presencia de Dios. Por eso es el día de «todos los santos». No se festeja sólo en honor a los beatos o santos que están en la lista de los canonizados y por los que la Iglesia celebra en un día especial del año; se celebra también en honor a todos los que no están canonizados pero viven ya en la presencia de Dios. No se debe confundir con la Conmemoración de los Fieles Difuntos que se celebra al día siguiente, el 2 de noviembre. (Wikipedia).

Por otro lado, según leemos en otras web, el Halloween es una fiesta de origen pagano que se celebra la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos, y que tiene sus raíces en el antiguo festival celta conocido como Samhain (pronunciado "sow-in"), que significa "fin del verano" y se celebraba al finalizar de la temporada de cosechas en Irlanda ... Durante esa noche se creía que los espíritus de los difuntos caminaban entre los vivos, y se realizaban fiestas y ritos sagrados que incluían la comunicación con los muertos. Además, era habitual colocar una vela encendida en las ventanas para que los muertos "encontrasen su camino".

Así que la fiesta de Todos los Santos es una celebración muy importante para los cristianos católicos y ortodoxos porqué celebramos la existencia del cielo y del purgatorio, y, como consecuencia, la resurrección de los muertos y por ende la Resurrección de Jesucristo, pues si no hubiera sido de esta manera, vana sería nuestra redención y vana sería nuestra fe, según apunta san Pablo.

Es una alegría grandísima saber que el cielo está lleno de hombres y mujeres santos, niños y niñas también, que interceden por nosotros y por nosotras ante Dios, para nuestra salvación. Y en el Día de Difuntos, la Iglesia reza por las almas del purgatorio, un lugar que no es físico, pero que existe y sirve para purificación de nuestras almas, y es antesala del cielo. Se ofrecen misas y sufragios, y se visita con más frecuencia los cementerios, ofreciendo flores y oraciones.

La Resurrección de Cristo se produjo efectivamente. Muchos ojos lo vieron. No se trató de una mera ilusión. También existe el cielo, el lugar donde reside Nuestro Padre Dios, y a dónde queremos ir al momento de nuestra muerte. Y por supuesto existe el purgatorio donde nos purificaremos. El infierno existe, es el lugar donde reside Satanás, el diablo, el mal. En definitiva, son los estados en los que podría estar nuestra alma espiritual después de morir nuestro cuerpo mortal. Por ello hemos de rezar por las almas que están en el purgatorio para que salgan de él y vayan al cielo. Por las almas del infierno ya no se podrá hacer nada, una vez allí, nadie sale nunca, in aeternum.
En el Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) en el capítulo de los Novísimos podemos ampliar nuestros conocimientos en estos temas.

Y ¿qué ocurre con el Halloween?

Como la sociedad cree que el paganismo es más divertido, busca en los disfraces, las juergas, los sustos, los miedos, el humo de los cementerios y las calabazas iluminadas todo tipo de sensaciones nuevas o novedosas. En ese sentido, la desacralización de iglesias a museos, las apostasías, y el apartarse de Dios de varias generaciones ha propiciado el crecimiento de las fiestas paganas como ese Halloween.

Téngase en cuenta que los católicos no somos gente sombría y oscura o que huimos de la diversión. Nuestra alegría no solo puede venir de vernos guapas en un espejo con un disfraz de princesa nocturna, sino también por los frutos que recibe nuestra alma, por ejemplo, en el transcurso de una peregrinación al Santuario de Fátima, en Portugal y ver como muchas personas, una a una, reciben la bendición de la reconciliación, y, en comunidad, se participa en una misa internacional. Así que los católicos estamos alegres por la alegría que nos produce nuestra fe y también por otras cosas, como todo el mundo.

Los santos dulces

En España, durante siglos, con ocasión de Todos los Santos y el Día de Difuntos, en cada lugar o región, se han hecho típicos unos dulces propios de estas fechas. La recogida de la almendra y otros frutos han facilitado la elaboración de panellets, dulces y pastelitos muy ricos que también se elaboran en casa, con la colaboración de toda la familia, sobre todo los niños, y como actividad lúdica para los más pequeños en los colegios. Los menos audaces en la cocina, los compramos en la pastelería. Y si añadimos más tradiciones, transcurrimos la Noche de Todos los Santos con castañas y boniatos asados, vasitos de vino dulce o cava, completando así una noche (fría) de otoño. 



15 octubre 2017

No todo conviene

Tanta desazón en estos días convulsos a nivel político y económico, nos ha invadido a todos como un-no-sé-qué del que ya dicen los expertos que nos puede llegar a enfermar. Todos lo que estamos preocupados, tenemos nuestras razones legítimas para ello, y hasta es lícita nuestra preocupación. Pero en el seno de las familias, el núcleo más pequeño al que pertenecemos hemos de cuidarlo con paciencia y amor, teniendo presente la legitimidad de cada uno en opinar de política, sin pelearse, pero, sobre todo, no anteponer la discusión a los deberes y obligaciones familiares. La convulsión social y política puede sacarnos de quicio y hemos de saber actuar en el seno familiar, en el trabajo, en la comunidad, en la sociedad, es decir, en todo lugar y misión, con fraternidad y amor.

Las palabras de san Pablo, que no conoció a Cristo, pero oyó su voz, en la primera Carta a los Corintios y refiriéndose a la dignidad del cuerpo, escribió:
Todo me es lícito; pero no todo conviene. Todo me es lícito; pero no me dejaré dominar por nada”.

Todo lo que es opinable y la política lo es, me es lícito pensar y actuar según decido; es como comprar seis coches y hacerlo porque puedo; o hincharme de ostras cada día si lo resiste el hígado…. Pero san Pablo dice “No todo conviene” y “No me dejaré dominar por nada”.


Ahora que está todo el pescado vendido, y no sabemos las consecuencias que se producirán ni el largo tiempo que va durar tanta incertidumbre en las decisiones, las advertencias, los gestos, las actuaciones, etc. y hasta pueda ser que seamos más pobres durante una nueva temporada, vale más hacer familia en cada familia y analizar lo que le conviene. 

Nota del cuadro: san Pablo de Rubens, Mueso del Prado (Madrid)

12 octubre 2017

Mi mejor regalo, el divorcio

Kazoku wa tsuraiyo es el título original de la película que aquí hemos visto con el nombre de Maravillosa Familia de Tokio del director Yôji Yamada, del año 2016. Los japoneses y nosotros no nos parecemos en muchas cosas, nuestra cultura, nuestro sol y alimentación es bien diferente, pero lo que se refiere al humor parece que nos podemos reír con las mismas cosas. El asunto de un divorcio en una familia, sin duda, es algo muy serio, pero en la película, estereotipados los personajes, te acabas riendo con ellos.

Para divorciarse en el Japón, vemos que simplemente hay que rellenar un formulario y pagar unos cuantos yenes. Pero suele ser, como en todas las familias, impactante. El Japón está tan lejos como sabemos, pero el divorcio afecta a todos los miembros de la familia, aunque sean mayores, e incluso estén casados. De ahí que la comedia se desarrolle a partir del momento en que la esposa, paciente y hacendosa, con una sonrisa inmensa le pide el divorcio a su marido, saturada de las rutinas molestosas de su esposo. Todas las incidencias, problemas y dramas que sobrevienen a continuación, acrecidas porque viven todos juntos, van a tener su clave y solución en el diálogo. Todo ello amenizado de abundante sake caliente.

Como he dicho en otras ocasiones, esta película también es para pasar un buen rato en el sofá de tu casa. Y luego pensar, si es el caso, en dialogar con tu marido o esposa, de aquel tema que quedó sin resolver y, hablarlo a la japonesa, es decir con esa bebida de aguardiente tan tonificante para los sentidos, lo que servirá para suavizar los temas a tratar. O a quién no le guste el sake, una infusión de frutos de la pasión también servirá.