31 marzo 2012

En el Día de Ramos

En todo el mundo católico este domingo se celebra la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, inicio de la Semana Santa que culminará con la Pascua de la Resurrección. En este día es tradicional que las familias acudan juntas a los templos para celebrarlo; en el momento de la bendición de los ramos, antes de la celebración de la misa solemne, los niños y las niñas batirán contra el suelo las palmas y palmones, y otros agitarán los ramos de laurel; así es en mi Mar Mediterráneo. Las madres de familias habremos ya preparado un almuerzo sin excesos, el que hayas podido dejar hecho el día anterior: cremas, sopas, guisados de cordero o conejo… ahí estará la imaginación de cocinar cada día de un día para otro. Felicidades a las que tienen un marido cocinero, una auténtica joya para conservar. Es un día interesante también para lograr esa foto con la mayoría de los miembros de la familia o con los que hayan podido estar; es una foto que todos acaban deseando más tarde o más temprano, pues estos recuerdos generan nostalgia, de la buena. Y después, ale! a irse de vacaciones los que puedan…sin olvidar llevar en la maleta los horarios de los Oficios de la Semana Santa del lugar donde vayamos a estar, aunque no sean días de precepto indicados por la Iglesia Católica, es muy recomendable estar cerca de cada paso de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.

29 marzo 2012

De tejas para arriba

¿Y quien dice que un matrimonio no puede ser santo? Pues SI es posible. El domingo 21 de octubre del 2001 el Beato Juan Pablo II beatificó por primera vez a dos esposos Luis y Maria Beltrame Quattrocchi, vivieron en la primera mitad del siglo XX, tuvieron cuatro hijos, tres de los cuales tuvieron el privilegio de estar presentes en aquel momento magnífico en que el Santo Padre los declaró beatos. Vivieron una vida ordinaria de modo extraordinario, pasaron duras pruebas pero mantuvieron encendida la lámpara de la fe y la transmitieron a sus hijos entrenándolos para valorar todo “de tejas para arriba”, como decían con buen humor, es decir, siempre estaban en manos de Dios.

Más adelante fueron elevados a los altares otros matrimonios… Casi diez años después de aquel evento, ¿Cómo va nuestro matrimonio? .... Pues nada, nos subimos al tejado o al terrado de casa y adelante, siempre mirando al Cielo!

25 marzo 2012

En el Día Internacional de la Vida

Hay una fiesta en el cielo. Celebramos con alegría que millones de personas en todo el planeta estemos a favor de preservar la vida del no nacido y sigamos luchando contra el crimen nefando del aborto. Hoy, si no fuera domingo, sería la fiesta litúrgica de la Encarnación de la Virgen Santísima, en cuya fiesta del año 1995 el Beato Juan Pablo II tuvo a bien publicar la encíclica Evangelium Vitae. En ella encontraremos la doctrina de la Iglesia Católica sobre el Evangelio de la Vida, y más concretamente en sus puntos 58 y siguientes sobre “El delito abominable del aborto”. Su lectura es muy clarificadora, pues describe toda la cadena de responsabilidad en la acción del aborto procurado, no es solo la madre y el médico, también el padre, los centros sanitarios, otros miembros de la familia, los legisladores…


22 marzo 2012

La medida del amor

Cuando leemos el Evangelio (cosa muy recomendable) o bien lo escuchamos en las celebraciones eucarísticas, nos pueden sorprender muchas cosas, y además nos podemos platear cómo hacer posible que aquello que dijo Jesús no era sólo para aquel entonces de hace dos mil años, sino para siempre, es decir para la vida cotidiana de cada día. No es fácil, ni se sabe al momento, el significado o la manera de llevarlo a la práctica. Por eso, las homilías de los sacerdotes nos pueden dar una guía, pues las homilías no tendrían que ser un comentario sobre los telediarios o los telenoticias de actualidad, sino una explicación de los textos que se han leído en la celebración. Y por poner una ejemplo, me voy al Evangelio del Tercer sábado de Cuaresma que dice así:

(Lc 18,9-14): En aquel tiempo, Jesús dijo también a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: ‘¡OH Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias’. En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘¡OH Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!’. Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce será humillado; y el que se humille será ensalzado».

Ahora me pregunto ¿en una familia de hoy, puede haber publicanos o fariseos? ¿No suena un poco raro? ¿Cómo puedo identificar si yo soy publicana o farisea?

En aquella homilía entendí que ser fariseo es ser orgulloso, es decir aquella persona que mata el amor para ensalzarse; en un familia podemos decir que los comportamientos machistas (tanto masculinos como femeninos) son equivalentes al comportamiento de los fariseos; todos aquellos comentarios vejatorios del varón respecto de la mujer, de que él es el que trabaja y lleva el dinero a casa, y que ella por estar en casa ese trabajo no vale para nada, o al revés, esa mujer que trata de inútil a su marido, por no ser hábil en las tareas domésticas, son de fariseos. En contrapartida, esas actitudes de servicio, sin quejarse, son de total humildad, de publicanos que se reconocen poca cosa. ¿Os habéis fijado cómo muchas madres, esposas, hijas… se sientan a comer muy cerca de la cocina para estar constantemente levantándose de la mesa, en actitud de servicio hacia su familia? Esa es también una actitud de publicano. Con estos ejemplos puede uno ir hilando, y comprender qué cerca está el Evangelio de cualquier cosa que hagamos, cada día, en favor de nosotros mismos o de los demás, y comprobaremos cómo la humildad es la medida del amor.

19 marzo 2012

San José, el padre de todos

¡Qué día tan bonito! es el día de San José. En muchos lugares de España es fiesta, y de las grandes, en otros no. Pero en cualquier parte del planeta para la Iglesia Católica, para los católicos, es una solemnidad, un paréntesis en el rigor de la Cuaresma. San José el castísimo esposo de la Virgen Santísima, nos protege a todos, es nuestro padre supremo en la tierra que intercede por nosotros en el cielo, pues fue el padre para Nuestro Señor Jesucristo; al ser así un modelo de padre para todos, lo celebramos también a nivel familiar con lo que comúnmente se llama El Día del Padre; aunque en ocasión de esto, otros lo hayan aprovechado para aumentar las ventas de muchos productos.

Todos, sin excepción, hemos tenido o tenemos un padre, y junto con nuestra madre, les debemos la vida,  por ello dedicarle especialmente un día al año no está de más. Y como no se trata de añadir gastos con un regalo, el mejor podría ser un beso de cariño, y si no se puede dar personalmente se puede enviar por correo electrónico, hacer una llamadita telefónica…

Y cuando la celebración acaba alrededor de una mesa, se juntan las familias, se monta un caos dentro de un orden impresionante, pues además de aquello el nombre de José, Pepe, Josefina, Josefa, Pepa, Fina, etc. en la generación de nuestros padres y hermanos era muy común, y por lo tanto las onomásticas se multiplican. Una cosa muy típica  en Cataluña, y de postre de un buen almuerzo,  es la “crema catalana”, con versiones, muy parecidas en otras regiones, algo que no puede faltar en esta fecha, y que se ha ido incorporando como común casi a lo largo del año. Por cierto, se acompaña con bizcochos pequeños, o melindros. Lo mejor es hacerla el día antes, dejarla reposar, y antes del almuerzo caramelizar quemando el azúcar que habremos espolvoreado, y nada de utilizar planchas de hierro ni otros utensilios antiguos: hay que usar un soplete de cocina. El nivelazo culinario será de varias estrellas… o de muchos aplausos de toda la familia. Qué rica está!

18 marzo 2012

Dar la vida

Hoy en el cuarto domingo de Cuaresma, en el domingo de la Alegría, me ha gustado recordar una poesía encendida de Amor por el Señor:

“Mil vidas si las tuviera daría por poseerte,
Y mil… y mil…más yo diera por amarte si pudiera…
Con ese amor puro y fuerte con que Tu,
Siendo quien eres…
Nos amas continuamente”.

Fragmento del “Decenario al Espíritu Santo” de Francisca Javiera del Valle

15 marzo 2012

Cumplimos un año


Hoy celebro un año de esta web, todo un bebé que se ha comportado bien - A Dios Gracias- y  le habéis sonreído más de nueve mil veces. Sin publicidad y sin cortes, periódicamente hemos publicado unas ciento ochenta y cuatro cosas sobre el matrimonio cristiano católico: Hemos transmitido doctrina de la Iglesia Católica y normativa jurídica de mi país; nos hemos reído con muchas historias cotidianas que nos pasan o nos pueden pasar a todos; hemos visto películas trepidantes, interesantes, peliculones, todas ellas con valores que nos hemos propuesto poner en alza; también he planteado polémicas con incidencias en la familia. Nos hemos unido el twitter y la web. Y también habéis participado, aunque poco, con comentarios y votaciones, os invito pues a interactuar con la web, pues todo lo que me habéis dicho me ha servido para mejorar. También hemos ido de boda, y de vacaciones por Europa y a Tierra Santa. Por último, hemos mirado a la fe y a Nuestra Madre del cielo. En cuanto al diseño, habréis comprobado que constantemente cambio las flores o los dibujos del fondo y los colores de los textos.

Y para celebrarlo escribiendo, he desempolvado un cuento que tenía guardado hacía un montón de años. Se trata de la historia de una familia que decide irse cuatro días de vacaciones, en Semana Santa, y entre la verdad y la ficción, nacidas de la experiencia personal y la ajena, pasan cosillas con alguna otra secuela para siempre…, total un cuentecillo para pasar el rato. Lo he colgado en una nueva página: Un Cuento de Vacaciones.