28 febrero 2017

cenizas y sardinas

En esta semana, la Iglesia católica litúrgicamente celebra el inicio de la Cuaresma, a partir del 1 de marzo de 2017, con la imposición de las cenizas en la cabeza o en la frente de los fieles que asisten a misa en el Miércoles de Ceniza. Al momento de la imposición, el sacerdote puede decir Convertiros y creer en el Evangelio, o la más conocida Polvo eres y en polvo te convertirás. Aquel momento es un instante clave que ha de remover nuestra fe para hacer algún propósito nuevo de conversión.

Quizá parezca anacrónico o extraño que se imponga un polvo gris oscuro que no se sabe de dónde proviene, como si hubiera sido extraído de un crematorio humano de cualquier cementerio. O de la urna de cenizas de un familiar de alguien que se haya desprendido porque no sabía dónde colocarla. En realidad es mucho más bonito.

Resulta que hemos de remontarnos a la fiesta de la Pascua del año litúrgico anterior. Las palmas, palmones y ramas de laurel, bendecidos en el Domingo de Ramos y que se quedan en las iglesias, se recogen para quemarlos. Sus restos en cenizas es el polvo del Miércoles de Ceniza. Por lo tanto no es nada macabro ni morboso. Es una bendición para el cristiano que tiene el propósito de convertirse.

¿Pero qué ha ocurrido en estos días pasados? Como sabemos hay fiestas y más fiestas en torno a un personaje ficticio que invita a perder el control de uno mismo, a la promiscuidad, a la doble imagen, y a lo que sea que apetezca. Son días en lo que lo pagano sobre sale todavía más. Y lo popular intenta convertir unos dones y unas gracias en objeto de chirigota. En tiempos antiguos una penitencia muy sonada para muchos creyentes era no tener relaciones sexuales en los días de Cuaresma y para que le quedara claro a la gente se celebraba el “Entierro de la sardina”. Se le hace un honor indiscutible a este pez, bien vestido, y honrado por todo un séquito de riguroso luto.

A todo ello, muchos padres y madres  disfrazan a sus hijos, quieran o no, de la cosa más variopinta del mundo y también los llevan a ese entierro singular sin saber explicar por qué se le hacen honores a un pez de cartón que luego lo verán de verdad con piel y escamas brillantes en los mercados. Y cuando lo tengan en su plato, por supuesto no querrán comerlo, tanto si las sardinas están rebozadas, a la plancha o en escabeche casero, porque ¡claro está! fueron a su entierro.

Bien hacen las familias y los colegios que no celebran estas fiestas, por muy populares que sean. Otra cosa serán las penitencias que cada uno ofrezca a Dios, para remisión de los pecados, propios y de los demás. Si en el seno de un matrimonio se decide no tener relaciones sexuales y los cónyuges ofrecen este sacrificio por algo más alto, quedará en el entorno conyugal. No hará falta ninguna celebración familiar en la que se publique que la supuesta sardina del caballero estará en plácida inactividad y que la mujer, más que nunca, estará totalmente de acuerdo.

Hay otro tipo de mortificaciones que pueden ser ocultas: sacrificios en la comida (no tomar de aquello que nos gusta más) o materiales, dejando la tarjeta de crédito en casa para no caer en la tentación de comprar todo el Avance de Temporada de Primavera.

A los cristianos, la Iglesia nos pide, en estos próximos días, sobriedad en las cosas y en el trato, dos días de ayuno y abstinencia todos los viernes. Con ello seremos un buen ejemplo, y un buen ejemplo hace mucho bien.
     


16 febrero 2017

Matrimonio prohibido

La unión de un hombre y una mujer en matrimonio ha tenido sus propias discordias a lo largo de la historia de la humanidad, como por ejemplo, los matrimonios de conveniencia para sellar alianzas entre casas reales, estados o países… Pero el matrimonio por amor también se ha visto perjudicado por reveses de diversa índole.

En la película Los hombres libres de Jones (EUA 2016) se narran dos
historias paralelas que finalmente confluyen y se entiende la trama. Por una lado, nos situamos en el 1862 y siguientes en el Condado de Jones, estado de Misisipi (EUA) en los tiempos en los que la esclavitud aún era legal, pero por poco tiempo. Entonces estaba prohibido el matrimonio entre un hombre y una mujer, si uno de los dos era negro. 

Por otro lado, la segunda historia se mueve alrededor de los años 1950, en el mismo lugar en donde todavía, a pesar de la abolición de la esclavitud, persiste en muchas personas el odio voraz a los hombres y mujeres negros. La raíz del odio es tan profunda, que si un hombre blanco tuviese un ascendiente negro aunque sea su bisabuelo o tatarabuelo, siguen considerándole negro, y por lo tanto sin acceso a los derechos civiles, como el del matrimonio civil.


Pero la firmeza en las convicciones hacen al hombre (entendido como varón y mujer) valiente y valioso, forjando a las familias su propia raíz y su propia personalidad. Y la historia de la familia de Newton Knight es un ejemplo. Knight lideró, junto a un grupo de esclavos de la zona, un levantamiento que convirtió aquel territorio en un Free State, en un Estado Libre.

Un odio voraz que todavía se hace presente en titulares de noticias, con demasiada frecuencia. 

13 febrero 2017

Areas Uf

¡Qué palo! ¡Uf! hoy es lunes, ¡Uf es jueves!, ¡Uf está lloviendo!, ¡Uf! no sé qué ponerme! Todo el día quejándonos. Cualquier cosa nos molesta ¿o no? Y nos pasamos el día soplando velas ¡Uf! o ¡Buf!

Además, lo correcto sería ¡buf! Pues es una interjección que se utiliza para expresar que algo resulta muy trabajoso o produce molestia o rechazo. "¡buf, cuánto trabajo!; ¡buf, qué mal olor!" Y no UF que es la abreviatura de la Universidad de Florida. Es decir, incluso nos cansa decir la palabra completa y ya no pronunciamos la B.

Es de agradecer no tener a nuestro alrededor personas que estén todo el día diciendo ¡Uf! qué rollo Porque, como decía mi bisabuela, Se pega todo menos la hermosura. Y eso del ¡Uf! Se pega, Sí Señor y ¡cómo! Así que salimos del trabajo y decimos ¡Uf! Por fin, y llegamos a casa y ¡Uf! qué horror, ahora tengo que hacer la cena. Y eso sin añadir tacos ni gestos ni otros ruidos.

En realidad lo que pasa es que nos acomodamos con mucha facilidad, y levantarse de la cama puntualmente cuesta, hacer todo el trabajo del que somos responsables cuesta, sonreír cuesta todavía más, ser amable ¡Ni te digo!


Pero realmente son cansinas las áreas ¡Uf! Porque son negativas, crean mal ambiente, aburrimiento, desgana, etc. Así que en la familia y en el trabajo que son nuestros entornos más cercanos intentaremos substituir el ¡Uf! Por otra palabra ¡Estupendo, es lunes! (porque puedo ir a trabajar) ¡Me encanta saludarte tan temprano! ¡Qué bien que haga frío! (así me voy a poner todos los jerséis que tenía guardados) O lo que quieras. Y dar gracias a Dios, pues todo es para bien, aunque sea realmente un misterio.