11 agosto 2016

Baiona, con el sol al revés


Viajar por España, un poco por aquí y otro por allá, te descubre lugares donde la vista descansa, las emociones se relajan, desaparece el estrés y te hace sentir muy bien. Esto es el resultado de unas vacaciones preparadas para el descanso en un lugar precioso llamado Baiona (Galizia), en una ría baja, a 30 kms. de Vigo. Es un pueblecito marinero, pero se llena de veraneantes que les gusta sorprenderse con el agua fría del mar, y en donde debe respetarse la bandera de las playas porque da al Atlántico. El mar no está de bromas nunca.

El paladar queda sellado lleno de sabores pues desde los mejillones al bogavante, de los chocos a los percebes, gambas, soubas, sardinas, etc. pues difícilmente probarás cosas tan buenas y por el precio que pagas. Te lo sirven en el plato ¡tan fresco! que, además de la vianda, absorbes una parcelita de mar de sabor intenso.

Para los que vivimos en las costas del Mediterráneo, en las costas gallegas parece que el sol esté al revés y efectivamente el sol se pone en el mar, siendo las puestas de sol de bellísimos colores rosados y de dorados como fuegos encendidos, todo un placer visual, que, aunque estés bebiendo un zumo de frutas o la simple agua, te evades completamente contemplando los cambios rápidos de la naturaleza.

Por supuesto siendo un pueblecito marinero, las fiestas de la Virgen del Carmen centraron las jornadas del 16 y 17 de julio. Como mi marido y yo no habíamos participado nunca en una procesión marinera, fue un regalo de la Virgen poder navegar con Ella. En el viaje, cuando se culmina la salida de la bahía de Baiona, y toca regresar a puerto, desde el barco de la Virgen, las autoridades municipales y autonómicas que asistieron lanzaron al mar una corona de laurel y muchas flores en honor de los pescadores y navegantes muertos en el mar. A continuación, todas las personas que iban en los otros barcos también lanzaron ramos y flores al mar.

Nos quedó mucho por ver y disfrutar, así que ...¡¡volveremos!!



10 agosto 2016

Embajada de adulterios

He visto la serie completa de televisión española La Embajada. Inicialmente, asoma el panorama de la corrupción, entendida ésta solo como económica, pero hasta la mitad de la serie, se ha abusado de escenas expresivas en materia sexual, totalmente innecesarias pues la trama es si misma ya era buena. Son imágenes molestosas y que sobran. Por eso el sistema de ver la serie a posteriori de su emisión, quitando la publicidad y las escenas que se pueden dar a entender con total elegancia, como hacen los mejores directores de cine, te permite seguir la trama del guion perfectamente diseñado. Retratan la embajada de Tailandia como un lugar de reboce de personas sin más aprecio entre ellas que el interés económico que tal o cual persona pudiera proporcionar, en definitiva, vemos una embajada de adulterios.
Como las combinaciones de pareja parecía que se habían acabado, la trama de empresas opacas, mordidas, comisiones, asesinatos, crímenes, suicidios, compra y venta de información  empezó a aflorar, pues cuando se pasa la línea de lo que no está bien, ni 34 millones de euros te parecen suficientes, y se sigue amasando más dinero que no es tuyo y además es sucio pues ha nacido de la perversión de los sentidos y de las cosas.


Salvando todo lo que sobra (quizá haríamos una hora de cortes), por el carácter interpretativo de cada uno de los personajes, hasta el juez, y la interesante trama, merece la pena verla, pero ¡ojo! con el mando en la mano para ir cortando. 

07 agosto 2016

Hacer hogar

Aunque estemos de vacaciones en familia, con los hijos y los nietos, y cada uno tenga sus planes de no tener horarios ni agobios, hemos de procurar hacer hogar, lo cual quiere decir, hacer una actividad al día juntos. Yo apuesto a que también es hacer hogar situarse alrededor de una mesa de chiringuito en la playa comiendo una paella, y además holgándose en hablar y dejar hablar.


En estos encuentros suelo salir alguna frase de alguien…. Y luego un reproche de otro que entona “Esto no lo sabía”. ¡Qué más da! Tú sigue con el melón con jamón, las gambas a la plancha y la sangría hecha solo de vino y frutas (¡por favor! Sin alcoholes varios que destruyen el hígado). Hay que holgarse con paz, mirando el horizonte el cual tiene al otro lado o Mallorca o América, escoge y sueña, eso es mejor que coger un berrinche que te podría cortar la digestión. Y lo que sea, ya lo sabes, “you happy”.