22 junio 2016

La boda esperada

A pesar de las cifras oficiales que ofrece el Ministerio de Justicia periódicamente en materia de separaciones y divorcios, la gente se sigue casando, lo cual es un misterio aquí y en cualquier parte del mundo. El hombre y la mujer generan entre sí algo maravilloso que no quiere echarse a perder y en la unión matrimonial se contiene ese conjunto de bienes que hacen maravillosa la unión. Entiéndase siempre, por mi parte, que esa unión ha de estar basada en el amor y no en la violencia ni en el sometimiento de uno sobre el otro.

Y ocurre que muchas parejas que conviven juntas desde hace tiempo, incluso años, un día, por ese algo maravilloso, deciden de mutuo acuerdo, convertir la convivencia en matrimonio. A partir de entonces, se genera un júbilo familiar impresionante en el que todo son felicitaciones, restando a la espera gozosa de recibir la invitación para el evento.


En los preparativos los novios disfrutan mucho. Y pueden convertir la invitación a la boda en algo diferente a un envío postal. Así nos pasó a mi marido y a mí. Nos invitaron a un desayuno, con su taza de chocolate incorporada, y nos explicaron la pedida de mano llena de nervios y emociones, bailes y música en una cafetería en Praga (Chequia), junto a los turistas del viaje que grabaron para la posteridad la inclinación de la rodilla de él, en el momento de darle el anillo a la novia, y los besos y lágrimas emocionantes de ella por resultarle, a pesar de lo hablado, una sorpresa. La taza de chocolate adquirió un sabor más dulce por tanto cariño y amor que había en aquella historia.


Llegó el día del enlace civil en un local del ayuntamiento de Arenys de Mar (Maresme – España) lugar que en otros tiempos ubicaba una fábrica de un licor muy conocido, hoy restaurada. Les casó una regidora del ayuntamiento referido, la cual conocía a la novia desde que eran niñas y jugaban en la calle. Aumentaron los caudales de lágrimas y sonrisas. Ambos se dieron el Sí, quiero, después de haber escuchado la lectura de los artículos del código civil español. 

La fiesta, el banquete, el ambiente entrañable de familiares y amigos, hicieron posible que la voluntad de aquellos novios, ya esposos, quedase bien lacrada, para siempre.

19 junio 2016

Más medios para casarse

En el contexto de las modificaciones de la Ley de la jurisdicción voluntaria, los notarios y los letrados de la Administración de Justicia (anteriormente se les nombraba secretarios judiciales), pueden, des de su entrada en vigor, casar legalmente. Con ello se ampliaron las posibilidades de casarse acortando los términos.

La regulación de esta formalidad necesaria se establece en la Disposición transitoria cuarta de los Expedientes de adopción y matrimoniales de la Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria, publicada en el BOE núm. 158, de 03/07/2015, que entró en vigor el 23/07/2015.
El texto establece lo siguiente:

“Resuelto favorablemente el expediente matrimonial por el Encargado del Registro Civil, el matrimonio se podrá celebrar, a elección de los contrayentes, ante:
1.º El Juez Encargado del Registro Civil y los Jueces de Paz por delegación de aquél.
2.° El Alcalde del municipio donde se celebre el matrimonio o concejal en quien éste delegue.
3.º El Secretario judicial o Notario libremente elegido por ambos contrayentes que sea competente en el lugar de celebración.
4.º El funcionario diplomático o consular Encargado del Registro Civil en el extranjero.
La prestación del consentimiento deberá realizarse en la forma prevista en el Código Civil y en la Ley del Registro Civil de 8 de junio de 1957, con las especialidades que se establecen en esta disposición.
El matrimonio celebrado ante el Encargado del Registro Civil, Juez de Paz, Alcalde o Concejal en quien este delegue o ante el Secretario judicial se hará constar en acta; el que se celebre ante Notario constará en escritura pública. En ambos casos deberá ser firmada, además de por aquel ante el que se celebra, por los contrayentes y dos testigos.
Extendida el acta o autorizada la escritura pública, se entregará a cada uno de los contrayentes copia acreditativa de la celebración del matrimonio y se remitirá por el autorizante, en el mismo día y por medios telemáticos, testimonio o copia autorizada electrónica del documento al Registro Civil para su inscripción, previa calificación del Encargado del Registro Civil.”

Así que si nos invitan a una boda civil podremos saber si es una mera parodia o bien los novios realmente se casan por la vía legal, o bien se han casado unos días antes y a lo que nos han invitado es a la fiesta y el banquete. También con esto se están adoptando costumbres de otros lugares en los que las bodas duran varios días.

En una de estas bodas de muchos días, en Caná, en Galilea (Israel), Jesucristo manifestó por primera vez su divinidad en una boda, pues al cabo de los días de las celebraciones faltó vino, y Jesús, por medio de la intervención de su Madre Santísima, después de hacer llenar unas tinajas de agua, las convirtió en el mejor de los vinos. 

Todavía hoy en día, Caná recibe a muchos peregrinos que van a Tierra Santa (Israel) y es un lugar escogido para renovar las promesas matrimoniales de matrimonios católicos.