28 abril 2015

Misericordia, por favor!

No puede ser que la decisión de dar cobijo a los 700 indigentes que duermen en las calles de Madrid, se haya tomado porque ahuyentan a los turistas. No es de recibo. La caridad y la misericordia humanas no es una cuestión estética, no es una cuestión que obligue a cambiar el maquillaje de una ciudad. Atender a las personas necesitadas no da votos porque es una obligación de cada uno de nosotros, también de los políticos. Pero cuando un político demuestra que es un desalmado, da miedo. Esperemos que la Sra. Esperanza Aguirre, persona que pronunció estas palabras tan lamentables, se corrija, no por los votos que ya ha perdido sino porque ganará humanidad en su corazón.

Efectivamente las personas que ya no tienen nada y nada tienen que perder, no se las puede tratar como si se tratara de un mobiliario urbano que está viejo y se ha de cambiar. A la vista está que 700 personas que viven en las calles de Madrid están censadas. Han llegado allí por exclusión del sistema, de sus familias, de las circunstancias, de las enfermedades, etc. En cualquier caso si ellos fracasaron, la sociedad también ha fracasado con ellos porque están en la marginación total, y el único problema que representan es que ahuyentan a los turistas.

Madrid no es la única ciudad en la que vive gente en la calle. Sabemos perfectamente que en nuestra propia ciudad, población o pueblo, siempre hay alguien que pasa y pasará la noche al raso. Y que es un asunto difícil de resolver. Pero hemos de hacer un esfuerzo de generosidad en poner los medios para que este padecimiento humano tenga una solución, pero esa solución ha de salir de la misericordia de nuestro corazón y no porque nos moleste ver tanta miseria.

Su Santidad, el Papa Francisco, al hilo de la infinita Misericordia de Dios nos ha escrito a todos una bula por medio de la cual convoca el Año Santo de la Misericordia, que lo inaugurará oficialmente el 8 de noviembre de 2015. Gracias a su manera simplificada de comunicarse, es un texto que podemos entender y además poner en práctica. Nos descubre con nuevas palabras la misericordia divina imitando a Cristo, la misericordia de la Iglesia y la misericordia de los seres humanos.

Os invito a leerla. Los colaboradores del blog ya estamos leyendo Misericordiae Vultus. Seguro que nos referiremos nuevamente a ella.

19 abril 2015

Una promesa en Madrid

Hasta no hace mucho, cuando llegaba la primavera, quién más o quién menos teníamos una invitación para ir a una boda de un pariente, familiar o amistad. Pero en cosa de treinta años el porcentaje de matrimonios en España ha ido bajando. Se da el caso que en Cataluña (España) se celebran muy pocas bodas católicas. Es una lástima, pues la parejas se siguen creando pero viven sin la gracia del Gran sacramento del Matrimonio, como decía san Pablo.

Se puede decir que se celebran más bodas civiles que católicas. En estos enlaces civiles hay tener en cuenta que los novios sellan su compromiso ante una autoridad pública, se les lee las obligaciones y derechos según el código civil español, por lo que efectivamente existe el intercambio de un compromiso dado, basado en una norma jurídica y humana. La labor que los católicos podemos hacer, no es la de martillo de herejes, sino la de hablarles de Dios para que un día ansíen que ese compromiso dado puedan vivirlo con el apoyo y la gracia de Dios.

En contra partida, aunque la laicidad no está ausente, también puede suceder que en un paseo por Madrid, entre museos y exposiciones muy interesantes, al visitar dos iglesias católicas se estén celebrando dos bodas, con pocas horas de diferencia. Eso nos ocurrió a mi marido y a mí, y nos hizo muy felices pues estábamos a cuatro días de celebrar nuestro treinta y siete aniversario de bodas, recorriendo los lugares donde nos dimos la promesa de nuestro futuro compromiso.

Viendo vestidos espectaculares, tocados y sombreros, rezamos por los novios pues la oración es el mejor sustento del Matrimonio.  

17 abril 2015

Cristiada permanente

Hace pocos días tiraron por la borda de una barcaza que navegaba por el Mediterráneo a muchos cristianos que querían rehacer su vida en la esperada Europa. Algunos de los culpables del asesinato colectivo han sido detenidos. Todos, victimas y culpables, ansiaban huir de su país de origen. Cualquier cosa era mejor que seguir viviendo en aquellas condiciones que solo podemos imaginar un poco. Sin embargo, unos asesinos que profesan otra religión y, solo por eso, los echaron al agua y el ahogamiento es cosa de pocos segundos o minutos, máxime si no se sabe nadar.

Los católicos vivimos nuestra fe en una Iglesia perseguida. Seguimos noticias escalofriantes que provienen de muchos puntos geográficos del planeta, distantes unos de otros, que acaban resumiéndose en número de muertos y heridos y según en qué medios añaden de cristianos.

No hay que sentir miedo ni sentir halago por ello, en realidad siguen persiguiendo a Cristo. También fue así al inicio del siglo XX (1926-1929) en México, cuyo presidente decretó que estaba prohibido celebrar misa dentro de las iglesias, entre otras órdenes, so pena de muerte a los sacerdotes y a los fieles. Se intentó llegar a acuerdos, incluso intervino Estados Unidos, pero la ley se impuso. Ante tal escarnio se formaron grupos de cristianos que con pocos medios y formación pretendían derrocar a todo el gobierno de México, unos querían el diálogo, otros optaron por las armas. Allí murieron muchos mártires y surgieron beatos y santos, pues al grito de Viva Cristo Rey de muchos cristeros, el ejército gubernamental se erigió en verdugo.

Esta historia real de México, la Guerra Cristera, la hemos visto en la película Cristiada (2012 México) que promovió el actor y cineasta mejicano Eduardo Verástegui, dirigida por Dean Wright. Se estrenó con éxito en países de habla hispana.Fue la última película que interpretó Peter O’Toole. 

04 abril 2015

Exodus

Con este nombre no nos referimos al éxodo de ciudadanos en Semana Santa, sino a Exodus: dioses y reyes (USA 2014), una nueva película de temas bíblicos, digna de ser añadida a esa lista ya conocida de La Pasión de Cristo, Los diez Mandamientos, Quo Vadis, El rey David, David y Goliat, etc. y con todos los honores de ocupar uno de los primeros puestos del ranking. Contiene ciertas licencias sobre el texto bíblico, llamado con el mismo nombre de Exodus o Éxodo, en el que se relata la historia y liberación del pueblo israelita que durante 400 años estuvo sometido al yugo del faraón de Egipto. La historia se sitúa 13 siglos antes de Cristo.

La lectura del libro del Éxodo, que hallaremos dentro de los primeros libros de la Biblia, nos ilustrará realmente sobre el conjunto de los hechos tal cómo quedaron reflejados en ese libro inspirado por Dios y atribuida su autoría a Moisés. Sin embargo la visión de la película nos completa con imágenes y sonido la salida de Egipto haciéndonosla vivir con más intensidad, si cabe. Téngase en cuenta que la salida de Egipto la protagonizó una muchedumbre de miles y miles de personas que hasta la fecha habían sido esclavos, que en su mayoría iban a pie con su ganado y solo poseían lo que se llevaban encima.

Son impresionantes por su realismo las 10 plagas que envió Yahvé para hacerle ver al faraón Ramsés que había de dejar marchar a ese pueblo oprimido. A su vez, la separación de las aguas del mar Rojo, aún sabiendo como acaba la historia, te mantiene en vilo por las licencias que el director del film nos recrea de aquel hecho.

El diseño y trabajo creativo a nivel digital, favorece todavía más el realismo de las imágenes, así como el maquillaje y vestuario añade dramatismo a muchas escenas, sobre todo del sufrimiento de Moisés por su pueblo, interpretado por Cristian Bale de forma inmejorable. Especial atención me merece como se interpretó a Yahvé, que solo lo había visto Moisés cara a cara. Lo recrean no con una voz que es lo habitual sino con un niño muy serio que habla con voz enérgica. Fue otra de las licencias del director, pues de esta manera y a mi modo de ver, el director no creó una imagen de Dios que todavía no nos ha sido revelada.


Por supuesto Exodus: dioses y reyes es una película muy recomendable, que se puede ver en familia, y que además está filmada en tierras y mares españoles con el ritmo de una aventura muy interesante.